Espumas y Terciopelo: ‘Existir tiene su peso’

Maricha Elizundia cantante del dueto tapatío platicó con VANGUARDIA sobre la nueva etapa de su música y sus inquietudes actuales
Fotos: Cortesía

No parecen ser de esta época. Sus gustos no son los de los jóvenes de su edad. “Vamos amarraditos los dos, espumas y terciopelo”, cantaba Tin Tan en su versión de la canción sudamericana “Amarraditos”, la cual habla sobre una pareja que es juzgada por los demás al tener aficiones que no coinciden con su presente. Maricha Elizundia y Memo Andrés, dos jóvenes músicos de Guadalajara, amantes del folklor mexicano y los boleros, se sintieron identificados. Así nació Espumas y Terciopelo, su proyecto musical, el cual definían como “popklor”. Al menos eso tocaban en sus dos primeros discos: “Casa Luna” (2014) y “Vivir Despacito” (2016). Sin embargo, ahora Maricha no está tan segura, explica en entrevista con VANGUARDIA.

Actualmente se encuentran promocionando el sencillo “Volvernos a Entender”, que formaría parte de su próxima producción, la cual no tiene fecha de estreno todavía, sino que se está cocinando a fuego lento, tratando de dejar que la música se cree a su ritmo, según las necesidades de cada composición que hacen los dos juntos. Por lo pronto, grabarán el video de este tema en las playas y bosques de Michoacán y tienen fechas próximas en Puebla, Aguascalientes y Morelia. Con todo, su amor por la música tradicional mexicana y crear una conexión con su público en vivo, siguen formando parte de su esencia.

¿Cuándo supiste que te querías dedicar a la música?
“Cuando Memo y yo nos fuimos a San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Nos fuimos a este viaje y nos encantó el lugar, estuvimos tres meses allá. Empezamos tocando boleros y después empezamos componiendo nuestras propias canciones. Ahí fue cuando me di cuenta que me quería dedicar a la música, porque salíamos a los andadores a tocar nuestras canciones y las personas conectaban con nosotros. Me gustaba la energía que se creaba entre nosotros y las personas que estaban abiertas a recibir nuestra música. Me empezó a gustar esa dinámica de estar con Memo componiendo, porque yo nunca había compuesto y me di cuenta que había con quien tenía una conexión de ideas que podíamos convertirlas en canciones”.

¿Cómo definirías en palabras el sonido de México?
“Colorido. Me parece que tiene como muchas armonías, tanto en los instrumentos como en las voces, hay muchos colores de voz, muchos timbres. Para mí es fácil decir que la música mexicana es colorida”.

¿Por qué se consideran “popklor”?
“Ahorita estamos promocionando un nuevo sencillo que se llama ‘Volvernos a Entender’, que tiene como un sonido un poco distinto a lo que definíamos ‘popklor’ antes. Tenemos dos discos antes de este sencillo, que están como muy inspirados en la música mexicana, las armonías de boleros y le metíamos muchos instrumentos como trompetas, acordeones, marimba, lo vestíamos con instrumentos mexicanos. De ahí salió que le pusimos ‘popklor’ a nuestro proyecto. Ahora este nuevo sencillo igual ya no suena tanto a ‘popklor’, pero creo que sí tiene un sello de Espumas y Terciopelo muy marcado”.

¿Hay alguna razón de este cambio?
“En realidad no fue como que lo hubiéramos decidido. Nos pareció que la canción fue evolucionando como a ese sonido y no quisimos apegarnos a un sonido que ya teníamos, más bien quisimos dejar que fluyera y que la canción se fuera yendo a donde necesitara. Para nosotros la letra es muy importante y la música en esta canción es más como una herramienta para ayudar a que el sentimiento de la letra entre más fácil”.

Como ustedes, hay varios grupos y producciones musicales recientes que retoman elementos del folklor, ¿a qué crees que se deba?
“Creo que nos estamos dando cuenta que hay una cultura muy rica y bonita aquí en nuestro país y que no vale la pena alejarnos de eso. Al final son nuestras raíces y todos estamos dándonos cuenta de esa riqueza”.

¿Consideras que hace falta recuperar cierta identidad a través de la música?
“Considero que se está recuperando, entonces eso me parece importante y me gusta que esté pasando, porque a mí esa música me gusta mucho y me conecta mucho. El que esté pasando y que las personas estén volteando otra vez a esta música para seguir con esta tradición, me parece que está sucediendo”.

¿Cómo es su proceso creativo normalmente?
“Nuestro proceso creativo es como muy libre. No tenemos ninguna metodología a seguir. Casi siempre el proceso creativo es que Memo llega con una idea o yo llego con una idea o estamos platicando y de ahí surge una canción. Pero sí nos gusta mucho dejar las canciones respirar y que vayan tomando su rumbo. En ocasiones pasadas sí pensábamos mucho en las instrumentaciones que queríamos usar, pero en esta nueva etapa estamos dejando que las canciones fluyan y no casarnos mucho con un concepto”.

Si las letras de sus canciones definen su vida, ¿en qué momento están ahora?
“Creo que estamos en un momento muy introspectivo. Un momento en que nos cuestionamos demasiadas cosas, lo que hacemos, cómo lo hacemos, pero no en el mal sentido de que no creamos en lo que estamos haciendo, sino al contrario. Dándole un sentido bonito a esas preguntas que tenemos y de alguna manera intentar encontrar las respuestas por medio de la música”.

¿A qué cuestionamientos te refieres?
“Es como la vida diaria, que siempre tienes que estarte automotivando. Todos los días son un reto y nos gusta mucho existir, pero existir también tiene su peso y la responsabilidad que conlleva. Entonces nos preguntamos si lo que estamos haciendo nos llena, si con las personas con las que estamos nos sentimos bien. Hay canciones en esta nueva etapa que hablan mucho de desapegarnos de situaciones o de ideas o personas con las que ya no estamos creciendo. Supongo que para esas personas sería lo mismo, pero a veces uno se quiere apegar a sus ideas y deja de crecer y de fluir. Mucho de esto es: estoy en el lugar en que tengo que estar o tengo que seguir caminando, aunque eso implique dejar ciertas cosas que antes me hacían feliz, pero ahora ya no encuentro esa conexión. Esas son cosas que nos preguntamos, supongo que todo mundo nos las preguntamos”.

¿Han encontrado un desahogo en la música?
“Sí, mucho (…) Siempre nos gusta, en la medida de lo posible, cantar canciones en el momento que esté vigente el sentimiento para nosotros y nos gusta componer muy conectados a los sentimientos que estamos teniendo. Eso también hace más real la conexión entre nosotros y el público que las escucha”.

¿A dónde quieren llegar con su música?
“Queremos llegar a todas partes. Obviamente es un proceso que es paso a paso, pero sí queremos que nuestra música se escuche en todos los lugares posibles. Porque más que nada es música que a nosotros nos hace sentir bien, entonces siempre es padre si algo te hace sentir bien compartirlo con los demás. Así como meta: que la música llegue a todos los oídos posibles y conectar con las personas que estén abiertas a nuestra música, eso siempre es muy bonito. Y tocar mucho para toda esa gente, porque esos momentos en los que nos presentamos en público son muy bonitos, porque nos enriquece mucho la experiencia y la gente, nos llenan de vida”.