"Él permanecerá hasta que su corazoncito aguante y sus órganos dejen de funcionar", fueron las palabras de Óscar Jonathan Cadena, padre de Iker, luego de que los médicos les informaran que el pequeño tiene oficialmente muerte cerebral y que no hay nada que hacer al respecto, pues solo tiene vida artificial.
 
Iker, además, no puede ser donador de órganos, debido a que “Max”, el perro que lo atacó no cuenta con cartilla de vacunación y ya que el cuerpo de Iker está bajo medicamento, es imposible saber si sus órganos son inocuos y, en caso de colocarlos en otra persona, podría ser perjudicial.

Jonathan Cadena señaló que Iker permanecerá conectado en el Hospital Universitario y que será hasta que Dios decida que es momento de partir, señaló que estarán junto a él en todo momento acompañándolo en la agonía.
 
Cuando llegue el momento y el corazón de Iker deje de latir será cuando su familia le de cristiana sepultura, por el momento seguirá conectado al respirador. 
 
Su padre agradeció a toda la gente que les ha mostrado apoyo y mandó el mensaje de que la familia permanecerá en el hospital por si alguien quiere acudir.