Con información de Juan F. Valdés / Efrén Maldonado

Se acabó. Ya no hubo nada qué hacer por Iker, a quien un perro le quitó la vida mordiéndolo en el cuello. Ayer los médicos del Hospital Universitario declararon la muerte cerebral del menor de tres años. Ahora queda esperar que sus órganos puedan ser aprovechados por otros niños.

Iker Misael, “El Chinito” aguantó más de lo que se esperaba, pero la gravedad de la mordida de un perro pitbull que se escapó y fue directo a atacarlo lo mantenía en terapia intensiva luego de una traqueostomía, mientras los familiares pedían por un milagro, que finalmente no llegó.

Desde la mañana el propio director del hospital había informado que la esperanza de su recuperación era de un 10 por ciento, pero tenían que proceder según el protocolo médico. Por ese motivo la dependencia envió un comunicado alrededor de las 23:00 horas.

Lo que procede es esperar la respuesta del Centro Nacional de Trasplantes, que determinará si los órganos del pequeño son aptos para ser donados. Esto debido a la naturaleza del ataque del perro.

El delegado regional de la Procuraduría, Everardo Lazo, mantiene en reserva la sanción que se le aplicara a la dueña del perro, identificada como Carmen Julia Martínez, a quien se le sigue una investigación por el delito de homicidio culposo.