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Entrenadores Pokémon se topan con historia
RHODE ISLAND.- Por años la gente pasaba por sitios históricos sin notarlos, hasta que se volvieron paradas llenas de tesoros en la ruta de “Pokémon Go”.
Los jugadores que buscan personajes de ficción en sus celulares visitan ahora placas, estatuas, mosaicos y otros sitios emblemáticos que van de un campo de batalla de la Guerra Civil en Chancellorsville, Virginia, a un club nocturno de Hells Angels en la Isla Norte de Nueva Zelanda.
Algunos no se molestan en quedarse en las poképaradas, y sólo se concentran en obtener las pokébolas que usarán para capturar a su próximo Pokémon. Pero para otros el juego de realidad aumentada y GPS les ha hecho cobrar conciencia sobre la historia y la geografía de sus barrios.
“Antes sólo iba del punto A al punto B pero ahora aprendo cosas”, dijo Jaiden Cruz de 15 años mientras caminaba cerca de una placa el miércoles en el centro de Providence, Rhode Island, la cual señala el lugar donde Abraham Lincoln habló en una vieja estación de tren en 1860. La placa es una poképarada y poco antes de que Cruz llegara otro jugador dejó un “módulo de cebo” que atrae Pokémon al lugar.
La ciudad de 380 años tiene abundantes poképaradas, incluyendo la iglesia bautista más antigua del país, fundada por el disidente religioso Roger Williams en 1638, así como un señalamiento del lugar donde acamparon las tropas francesas durante la Guerra de Independencia.
“Te hace aprender sobre tus alrededores”, dijo Cheryl DiMarzio, de 59 años, quien por consejo de su hija se aventuró a un parque urbano para capturar un Pidgey, un Pokémon parecido a un búho, y algunas Rattatas roedoras. Aprendes “sobre diferentes puntos emblemáticos, estatuas y sitios históricos”.
La forma en la que estos sitios se volvieron la parte esencial del popular videojuego lanzado este mes es una historia que se remonta al menos cinco años, cuando la gigante tecnológica Google firmó un acuerdo de licencia para el uso de The Historical Marker Database, un cibersitio administrado por voluntarios que ha rastreado las coordenadas geográficas de más de 80 mil sitios históricos en el mundo, la mayoría en Estados Unidos.
J.J. Prats, fundador y editor del cibersitio con sede en Virginia, dijo que muchas, pero no todas las poképaradas y gimnasios Pokémon, donde los jugadores pueden hacer luchar a sus creaturas, vienen de su cibersitio y está encantado por esto.
“Con suerte haremos que quiten sus ojos del celular y lean las marcas históricas”, dijo Prats.
El juego también ha encantado a Anthony Golding, un profesor de historia en Tupelo, Mississippi, que busca incorporar las poképaradas a su curso de otoño.
Golding ha encontrado provisiones Pokémon donde se peleó la Batalla de la Guerra Civil en Tupelo, en monumentos a protagonistas del movimiento de los Derechos Civiles y en un pedestal con un meteorito en la ciudad. Sin embargo Elvis Presley tiene el monopolio de las poképaradas de Tupelo, desde el lugar donde nació a la tienda de Main Street donde compró su primera guitarra.
“Básicamente cada sitio importante relacionado con Elvis tiene una poképarada dedicada”, dijo Golding.
Prats dijo que las visitas a su cibersitio se han cuadruplicado desde que se lanzó el juego, posiblemente porque los jugadores buscan adelantarse y encontrar nuevas poképaradas. En días recientes sus editores han tenido que desechar propuestas “fraudulentas” de marcas que no tienen relevancia histórica pero podrían estar cerca de donde viven los jugadores o de empresas que quieren tener más visitantes, dijo.
La fabricante del juego, Niantic Labs, que comenzó como una empresa interna de Google, usó originalmente esas marcas para su juego previo, Ingress, que atrajo a una comunidad menor pero dedicada cuando se lanzó en 2012. Niantic, que se derivó de Google el año pasado, no respondió a los correos que se le enviaron para conocer sus comentarios sobre sus locaciones de “Pokémon Go”.
Sin embargo, el cibersitio de Ingress puede dar pistas sobre cómo se crearon las poképaradas. Antes de dejar de admitir propuestas, Ingress invitó a sus usuarios a identificar nuevas locaciones para “portales”, lugares de la vida real con una importancia cultural que los jugadores pueden tratar de capturar para conectar en la aplicación de Ingress.
La empresa buscaba sitios “con una historia atractiva, importancia histórica o con valor educativo” así como “una pieza de arte atractiva o arquitectura única”. Apreciaba gemas poco conocidas y admitía sitios religiosos porque son un “guiño a lo supernatural”, lo cual ampliaba el tono misterioso del juego.
El jugador de Ingress John Jannotti, quien enseña ciencia computacional en la Universidad de Brown ,dijo que comenzó a toparse con la historia oculta de su barrio de Providence, incluyendo algunas marcas obscuras que mostraban lugares de enfrentamientos raciales donde turbas atacaban a residentes negros a comienzos del siglo XIX. Incluso propuso algunos portales.
Ahora esas marcas son poképaradas que atraen a toda una nueva comunidad.
Golding, el profesor, dijo que suele encontrarse a sus estudiantes en el centro de Tupelo donde están jugando.
“Quizá ahora se trata más bien del juego”, dijo. “Pero cuando pase la novedad podemos comenzar a tener charlas sobre la importancia histórica detrás de esas poképaradas”.