Margarita Gaytán, una mujer que tiene 60 años viviendo en el ejido Tanque de Emergencia, ha llegado a durar entre ocho y 15 días sin una gota de agua. Por eso, cuando hay, la acumulan en botes o tinas para no tener que quedase sin nada como ya les ha pasado. 

En esta falta de agua lo de menos es lavar la ropa… lo que preocupa es que no hay ni para preparar la comida, sembrar o bañarse. 

“Veces batallamos con el agua y veces no. Cuando se va duramos unos ocho días o 15… Cuando de plano ya no hay nada mandamos comprar agua purificada para tomar y para el quehacer agarramos de la represa”, dice Margarita.  

A la casa de esta mujer de piel tostada y cabello casi blanco, como a cualquiera que vive en este ejido, no le llega el recibo de Aguas de Saltillo, las viviendas tampoco tienen drenaje y las familias se las ingenian para instalar un excusado que va a dar a un pozo, aunque otras casas aún tienen letrinas. 

Antes de que les llegaran a quitar el agua en este pueblo la familia de Margarita sembraba maíz, frijol y calabacitas, pero la sequía ha estado tan fuerte que la tierra se les partió y dejaron de sembrar. 

De la batalla legal que emprendieron los ejidatarios de este pueblo en contra de Aguas de Saltillo, Margarita prefiere no hablar porque dice no sabe nada, que para eso están los hombres en la entrada de los pozos, que ella no quiere meterse en problemas…

A la salida de la casa de esta mujer cualquiera que esté aquí puede ver que las calles están rodeadas de pencas de nopales… unos secos y otros plagados. La gente de este pueblo dejó –en gran medida? de dedicarse a la agricultura, como antes lo habían hecho, y mejor venden el agua miel que brota de los cientos de magueyes que fueron plantados en las tierras áridas. 

Unas cuadras más adelante de donde vive Margarita, entre veredas de suelo partido, áspero y paredes de nopaleras abandonadas, está la casa de Joel Gaytán Bernal, quien está a punto de subir un cilindro de más de 20 litros de agua con hielo que llevará a sus compañeros que hacen guardia en la entrada de los pozos desde el martes, donde se prohíbe la entrada al personal de Aguas de Saltillo. 

Joel no escucha que desde afuera lo buscan porque tiene a todo volumen en el estéreo de su carro una canción del tamaulipeco Rigo Tovar. 

-¡Ya voy!- dice mientras se acomoda su sombrero y las botas. 
Joel abre la puerta de su casa y lo acompañan tres perros que lo siguen celosamente a donde va. Piensa en que no sabe qué tipo de represalias habrá de tomar Agsal porque desde el martes él y otros ejidatarios tienen cerrados los accesos de los tres pozos que abastecen no solo a Tanque de Emergencia, sino a 292 colonias del poniente de Saltillo. 

Apenas el jueves un grupo estimado en 50 personas acudieron a las oficinas de Aguas de Saltillo, ubicadas en la calzada Francisco I. Madero, y enfrentaron al gerente General Jordi Bosch a quien le advirtieron que si Agsal no pagaba la deuda que mantenía con los ejidatarios, mantendrían cerrados los accesos a los pozos. 

Después de un juicio ignorado por Agsal, fue hasta el 17 de marzo, fecha de la sentencia final consignada por el Tribunal Agrario de Nuevo León en el expediente 669/2012 que la paramunicipal se acercó con los ejidatarios, pero ya era muy tarde. 

De acuerdo con la resolución ejecutoriada la paramunicipal deberá indemnizar con casi 46 millones de pesos a cerca de 80 familias de Tanque de Emergencia o de lo contrario podrían ser embargadas los bienes de Agsal, además de pagar una multa por 8 mil 764 pesos. 

 “Se requiere a la parte demandada y vencida en juicio Aguas de Saltillo SA de CV para que en el término de 24 horas contadas a partir de la legal notificación de este proveído, consigne ante este Tribunal el numerario correspondiente y que establece en el resolutivo segundo de la sentencia ejecutoriada de fecha de 4 de noviembre de 2013 que de ser omisa se le impondrá una multa equivalente a 120 días de salario mínimo vigente y se proveerán las medidas de embargo de bienes que en derecho procedan, para el aseguramiento del pago que fueron condenados”, cita la resolución del Tribunal. 

Joel confía en la resolución del Juez 
“Confiamos en las leyes siempre, yo creo que sí nos imaginamos que íbamos a triunfar de acuerdo a la ley. Estuvimos presentes en la audiencia y ellos (Agsal) nunca quisieron tener un acercamiento con nosotros para llegar a una negociación, ellos nada más se llevaron el agua y aquí hay tres pozos y un rebombeo. Cuando se hizo el juicio ellos nunca quisieron acercarse con nosotros, hasta que vino la sentencia (el 17 de marzo) fue que se arrimaron”, dijo. 

Hace tiempo los ejidatarios intentaron llegar a un convenio con Agsal solicitando que les dejaran uno de los tres pozos que sirvieran para regar sus tierras, pero la paramunicipal no accedió. 

“Les dijimos que nos dejaran un pozo para que nosotros pudiéramos atender nuestros sembradíos, pero ellos no lo aceptaron, por eso ahorita el Juez condenó esto y de ahora en adelante vamos a forzar el sueño del campesino como sembrar”, aseguró. 

Hace 15 años que Joel sembraba entre 10 y 12 hectáreas de maíz, frijol, forraje… pero ahora, únicamente alcanza a sembrar entre tres y cuatro, lo correspondiente a la tercera parte. 

“Hasta con los animales nos ha perjudicado, hace 15 años yo tenía como unas 50 vacas y ahorita ya no tengo nada más que una yegua, así que la falta de agua nos ha venido afectando a nosotros poco a poco.  Antes nos manteníamos con lo de la labor para darles a sus animales y ahorita ya no nos podemos sostener”. 

En este pueblo han batallado tantas veces por el agua que antes de que estuvieran los pozos los mismos ejidatarios acarreaban el agua en carretas hasta los ejidos donde hubiera o iban hasta las represas para darles de beber a los animales. 

Joel dice que de un tiempo a la fecha muchos ejidatarios han abandonado la siembra en el campo por la falta de agua y han preferido irse a trabajar a las fábricas. 

Casi cien años de olvido de Tanque de Emergencia 
Para hablar de la historia de Tanque de Emergencia se tiene que saber que posiblemente fue el segundo ejido fundado en Coahuila, después de San Francisco, y antes de Derramadero. También que fue fundado el 8 de agosto de 1929 por Don Nieves Bernal, el abuelo de Joel Gaytán.  

“Él nos platicaba que en las batallas tuvieron para derrocar a los hacendados. Mi abuelo se fue a luchar a la Revolución porque le robaron a la yegua que más quería…  En 1920 él anduvo con los cristeros en Guadalajara, cuando ganaron la batalla vinieron al ejido y derrocaron a quien estaba de hacendado”. 

La historia no para ahí, el extraño nombre de Tanque de Emergencia proviene porque a inicios del Siglo pasado por este lugar había unas vías del tren y junto a éstas una presa que almacenaba bastante agua a donde llegaban los maquinistas a abastecer las máquinas de vapor. 

“Antes estaban los tanques llenos de agua, pero ahorita ya no, no sabemos a qué se deba. Aquí venían y abastecían las máquinas de vapor en el tiempo de mi abuelo”. 

En los primeros años de haber sido fundado este lugar como ejido los pobladores se dedicaban a tallar la lechuguilla, luego a la siembra. 

“Antes sí llovía, por eso año tras año había cosechas y ahorita ni llueve ni tenemos agua, para acabarla de fregar.

A 87 años de la fundación de este pueblo no hay más de 80 habitantes... los ancianos viven más de cien años y no hay más de ocho niños, tal vez eso explica por qué en la escuela que hay tampoco hay maestros. 

-¿Qué pasó con los jóvenes, con los niños?, ¿a dónde se fueron?-
“Todos se fueron a Saltillo, como no está lejos, la gente prefirió hacer vida en la ciudad. Hace poco mandaron pedir a una maestra para que diera clases pero dijeron de la SEP que tendría que haber mínimo cinco niños en la escuela. Y mire, ya se juntaron ocho”. 

Joel dice que su padre hace poco llegó a los 90 años y una mujer de este ejido recién cumplió 104 años y aún se aferra a la vida. 

Carencias 
Si a este ejido no ha llegado el sistema de drenaje, mucho menos la pavimentación. Tampoco han conocido a los candidatos que en tiempos de elecciones andan en campaña, ni el Ayuntamiento ni mucho menos el gobierno local los ha visitado alguna vez. 

Mientras Tanque de Emergencia muere poco a poco de sed, los ejidatarios salen a defender lo único que les queda, su tierra y su agua. 

Hasta 202 colonias sin agua
Desde el martes algunos ejidatarios del pueblo Tanque de Emergencia mantienen cerrados el acceso a los tres pozos ubicados en sus predios, y no los abrirán hasta que Aguas de Saltillo (Agsal) salde una deuda de 46 millones de pesos por indemnización. Sin embargo, el cierre podría afectar diariamente a 101 mil habitantes de 292 colonias ubicadas al poniente de la ciudad, de acuerdo con datos de Agsal. 

Según personal consultado por VANGUARDIA los pozos tienen que ser revisados diariamente por personal de la paramunicipal para constatar su correcto funcionamiento pues no está exentos de sufrir fallas mecánicas o eléctricas, las cuales podrían afectar directamente en el suministro de agua del sector poniente de Saltillo. 

Afectaciones
Colonias que podrían resultar afectadas  con el cierre de pozos:
> Lomas de Santa Cruz
> Lomas de Lourdes
> Buitres
> Mesa de Lourdes 
> Colinas del Sur II sector
> Antigua Lourdes 
> 26 de Marzo 
> Girasol 
> Guadalupe Victoria 
> Buenos Aires
> Buenos Aires Ampliación
> Balcones de Buenavista 
> Genaro Vásquez 
> Lomas de Guadalupe 
> Landín Ampliación
> Jesús García Corona
> Australia
> Agua Nueva 
> Flores Magón 
> El Álamo 
> 23 de Noviembre 
> 23 de Noviembre Ampliación 
> El Progreso Ampliación 
> María del Carmen Cavazos 
> El Álamo
> María del Carmen Cavazos 
> San Juanita
> Diana Laura Riojas de Colosio
> Julieta Pérez
> Héroes de Nacozari
> San Nicolás de los Berros 
> Valle Verde
> Ignacio Zaragoza Popular
> La Esmeralda
> El Morillo
> Patria Libre 
> 15 de Abril
> Providencia
> 5 de Mayo
> Los Pinos
> La Joyita
> Los Rosarios
> Santa Teresa
> Patria Nueva 
> El Tanquecito 
> La Minita
> La Minita Ampliación 
> Chamizal
> La Peñita
> Los Cuernitos 
> El Bosque 
> Ladrillera
> Guayulera 
> Ruiz Cortines