Ante la falta de recursos económicos y el descuido que muestra la Catedral de Santiago, una familia saltillense se ofreció a pagar parte de su restauración para que esté lista para una boda. Francisco Aguilar, delegado del INAH comentó que serían labores preventivas, ya que no tiene problemas estructurales.

“Hay una persona de quien su hija va a casarse en el mes de noviembre y nos pidió que hiciéramos un dictamen para ver ella con qué apoyaba al templo. En lugar de pagar por utilizarlo, platicó con el padre Plácido Castro Zamora y le dijo, ‘arreglo esto’ y el padre encantado porque lo que falta es el recurso.

“Nos pidió reunirnos con ella, nosotros invitamos a un par de restauradores que trabajan por su parte y están registrados ante el Instituto. Ella pagaría a los restauradores por los materiales que se necesitan para esta obra”, comentó el representante de la institución.

Aguilar comentó que actualmente ya le están dando mantenimiento a la puerta principal que, al estar expuesta al sol durante toda la tarde, es la que más se va degradando.

“Se le pone cera de roble y luego se sella con aceite de linaza o aceite de roble para enriquecer y nutrir la madera y que lo que se dañe sea esta capa que nosotros llamamos ‘de sacrificio’, que es la que va a recibir las inclemencias del tiempo, para que no se dañe la piel original”, indicó el experto en conservación.

INAH NO PAGA, SOLO NORMA LA RESTAURACIÓN

Comentó que la labor del Instituto no es pagar o restaurar los inmuebles, ellos se encargan de normar la restauración.

“En sí los que están haciendo el usufructo del bien es la Iglesia, entonces el templo es el que los tiene que mantener. Nosotros ya le habíamos hecho una solicitud formal al señor Alcalde y al señor Gobernador por si querían apoyar”, agregó Aguilar.

Comentó que en general el edificio no tiene daños de consideración, únicamente se genera una mancha de humedad en la esquina del bautisterio debido a que la gárgola no drena bien en agua cuando las corrientes son leves, pero indicó que ya hablaron con el párroco Plácido para instalar una cadena que garantizaría que la corriente caiga hacia el exterior y no escurra por la pared, formando hongos.

“La otra es que Catedral tenía un patronato. Las obras que yo realicé en 2013 fueron con el patronato y con Gobierno del Estado. ¿Por qué no volver a involucrarlos? el patronato no es nada más de hablada, es para porteger el patrimonio. Ellos pudieran hacer algunas dinámicas para poder atender este tema”, puntualizó el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia en el Estado.