En la vida y el diamante los días de lluvia también brindan oportunidades
Si para el aficionado la espera por que se cante el playball en la Liga Mexicana de Beisbol se ha hecho eterna, para los peloteros es aun más; sin embargo, la paciencia es una virtud, así lo señaló el serpentinero saltillense de los Sultanes de Monterrey, Daniel Cruz, quien hoy disfruta de su familia durante la cuarentena, pero se mantiene listo para el tan ansiado y posible rellamado a los diamantes.
El lanzador diestro de 20 años, nacido en la capital de Coahuila el 8 de septiembre de 1999, debutó el año pasado con los Sultanes, un sueño que cumplió en base a sacrificios, el más grade, sin duda, fue dejar a su familia a los 16 años, “fue un gran paso el que di, me separé muy rápido de ellos y ese fue un sacrificio enorme para mí y para mis padres”.
Como todo prospecto vivió una etapa de desarrollo hasta abrirse paso entre los mejores y ganarse un puesto en el róster del equipo; llegó con los ‘Caballos’ y demostró tener calidad para buscar ser uno de ellos.
No fue sencillo, hubo días grises y muchos otros de Sol, pero fue uno de lluvia, literalmente, el que le dio la oportunidad.
“Recuerdo que el día de mi debut estábamos en pleno juego y a partir de la segunda entrada cayó un diluvio en el Parque de los Diablos Rojos del México. Por nosotros abrió Rafaél Ordaz, pero en ese momento todos se metieron al club house, hasta mis compañeros de bullpen, solamente nos quedamos el coach de pitcheo y yo”, platicó.
“Después de una hora paró la lluvia y el coach de banca marcó al bullpen diciendo: ‘Daniel Cruz va a reinaugurar el juego’, me sentí un poco nervioso, mis piernas y manos estaban temblando, era un juego que apenas estaba comenzando”, recordó.
El escenario inmejorable, portando el uniforme de los Sultanes, un club al que siempre admiró, y enfrentando a un histórico de la LMB, el equipo escarlata, Daniel Cruz ingresó al centro del diamante y simplemente hizo lo que sabe, eso por lo que tanto tiempo luchó y trabajó.
“Llegó el momento de reiniciar el juego y me enfrento contra los primeros del lineup, logro hacer dos outs con un corredor en tercera (obligó a su rival a roletear para doble matanza); cuando saqué el segundo out me sentí más confiado a lo que iba a hacer, a mandar los pitcheos adecuados... pero cuando volteo al home y veo a ese enorme jugador, Japhet Amador, dije: ‘otra vez estoy en problemas, aún no me he salvado”, relató.
“Pero lo enfrenté, fue una sensación increíble porque desde niño lo vi jugar, siempre lo admiré, y enfrentarme a él en ese momento, no lo creía; solamente estaba haciendo lo que los coach me decían, lo mejor para el equipo. Logré poncharlo y fue una sensación increíble, disfruté tanto el camino de la loma al dougout que no me la creía, veía a la afición, todo fue como siempre soñé. Gracias a Dios se dieron las cosas”.
Aunque al final los Diablos vinieron de atrás para levantarse de un 11-1 y vencer 13-12, Cruz los mantuvo a raya en el que sería el inicio de una carrera que apenas despega, pero que en una primera campaña dejó un gran sabor de boca. Participó en 19 partidos como relevista completando 23.1 innings de trabajo; sus cuentas totales en 2019 fueron 22 hits permitidos, 3 de ellos cuadrangulares, para 10 carreras limpias, cedió 8 pasaportes, pero abanicó a 22 rivales, entre ellos el ‘Gigante de Mulegé’.
Sus números demuestran calidad y valentía, pues debutó a los 19 años en un circuito Triple A. Aunque confesó fue complicado adaptarse, señaló que mucho ayudó la condianza de su mánager, Roberto Kelly, y de sus compañeros, quienes siempre lo apoyaron.
Hoy Daniel está en casa, aislado con su familia como el resto de la población debido a la contingencia, pero le está sacando el mejor provecho a este encierro: disfrutar a sus seres queridos y recuperar el tiempo que quizá la búsqueda de su sueño pudo haberle ‘quitado’ al separarlo de ellos. Sin duda un consejo que muchos deberíamos de tomar, pues la vida era tan acelerada que este freno tan repentino podría ser una gran oportunidad de convivir con nuestra familia y con nosotros mismos.
Siento tan joven, Daniel Cruz es muy activo y así se mantiene, aunque ahora lo hace en casa. “Me encanta correr, estar activo y eso me pone feliz. Hoy estamos aislados por esta contingencia, pero no nos para. Aunque estoy encerrado, trabajo mentalmente, tengo paciencia; en casa tengo mi bullpen, mi loma; me preparo con videos tutoriales de gimnasio y ejercicios que la organización me ha otorgado”.
Pero no todo es enfocado a su profesión, también disfruta de otras actividades como la lectura, ver películas y especialmente dibjuar, otra de sus pasiones en las que encuentra paz.
Y mientras “estamos esperando con ansia, al igual que la afición y direcivos, el llamado para hacer lo que más nos gusta”, este saltillense de nacimiento, pero sultán de corazón, nos invita a sacar el mejor provecho de la situación, disfrutar de quienes nos rodean y valorar todas las cosas pequeñas que nos hacen grandes, pues muy pronto todos volveremos a vivir el Rey de los Deportes.
DATOS
22 ponches en 23.1 innings de labor destacan en su primer año como profesional, en el que jugó en 19 encuentros.
Daniel Cruz
Edad: 20 años
Fecha de nacimiento: 8 de
septiembre de 1999
Lugar de nacimiento: Saltillo, Coahuila
Equipo: Sultanes de Monterrey
Posición: Pitcher
Lanza: Derecho
Batea: Derechocortesía