Coahuila.- Las lluvias, tan esperadas en los campos de Parras de la Fuente, ahora se han convertido en una amenaza para centenares de familias, pues una grieta de casi 5 metros se abrió en la cortina de la presa San Antonio. Y aunque las autoridades han confirmado que el riesgo ha pasado, pues la presa ya no está en su máxima capacidad, los vecinos del ejido San Antonio no duermen tranquilos.

VANGUARDIA sobrevoló la presa con un dron con el que se dimensiona la grieta y que, como informó ayer, vecinos reportaron que comenzó a fracturarse hace 4 años.

La zona también fue recorrida por el Secretario de Infraestructura, Movilidad y Desarrollo Urbano, Gerardo Berlanga Gotés; el subsecretario de Protección Civil, Francisco Martínez Ávalos, y el Coordinador de Comunicación e Imagen Institucional del Estado, Fernando Gutiérrez.

Berlanga Gotés junto con Jorge Meave Galván, director Técnico de la Comisión Nacional del Agua, realizaron la valoración técnica del área, tras lo cual las autoridades estatales y militares acordaron mantener la alerta en la zona.

Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), como parte del Plan DN-III-E, llegaron para apoyar a la población que lo requiera.

A través de un comunicado, el Gobierno del Estado aseguró que la presa ya no se encuentra a su máxima capacidad, pues una de las medidas preventivas de emergencia fue desfogarla, liberando hasta 300 litros por segundo.

Además en el ejido Pilar de Richardson se instaló un albergue ante posibles inundaciones, si es que las lluvias se intensifican en las próximas 72 horas.