Elecciones Coahuila 2021 | Proceso electoral: entre transfuguismo, chapulines y declinaciones

Escrito por Ríos Vega, y publicado en el 2009, el texto habla no sólo de la dimensión del fenómeno en la política, sino que recopila algunas de las controversias resueltas por las autoridades electorales sobre el caso

La elección de alcaldes en Coahuila se ha dado entre el transfuguismo, el “chapulineo” y las declinaciones para mermar, por un lado la capacidad de un partido o candidato, y por otro, para fortalecer a algún personaje en específico; sin embargo, esto deja de lado cualquier ideología partidista y abre el debate a cuestionamientos sobre su validez ética y moral.

El coahuilense Luis Efrén Ríos Vega, hoy magistrado del Poder Judicial de Coahuila, ha escrito sobre el transfuguismo en sus diferentes etapas y dimensiones, pero que en esencia consiste en el cambio de una persona de partido político para competir por un puesto de elección popular.

En el artículo “El transfuguismo electoral, un debate constitucional en México”, escrito por Ríos Vega, y publicado en el 2009, habla no sólo de la dimensión del fenómeno en la política, sino que recopila algunas de las controversias resueltas por las autoridades electorales sobre el caso.

En el régimen priista hasta el año 2000, el transfuguismo o cambio de partido en realidad se dio poco porque el control político era rígido y quienes lo hacían estaban condenados al fracaso.

“La Suprema Corte de Justicia de la Nación (en adelante SCJN), se pronunció por primera vez sobre la constitucionalidad de la figura del transfuguismo electoral en el caso Coahuila (2007). En efecto, el 5 de noviembre de 2007, la Corte declaró la invalidez de una norma que impedía al tránsfuga electoral la posibilidad de ser votado por haber sido postulado por un partido diferente al suyo”, relata Ríos Vega.

Agrega que “la legislación electoral de Coahuila reguló como causa de inelegibilidad por razón de deslealtad partidista el transfuguismo electoral: ‘” todo aquel que se postule por un partido al que no pertenece está fuera de la competencia’”.

En la jornada electoral del próximo 6 de junio de 2021 no sólo habrá transfuguismos compitiendo por un partido que no fue el de su origen político, sino también otros que han declinado a favor de otros candidatos, figura tampoco está regulada en el Código Electoral y cuyos efectos por lo tanto no tiene vínculo jurídico, aunque sí en la atracción o disminución del voto para cierto aspirante.

Aunque finalmente Luis Fernando Salazar Fernández no pudo registrar su candidatura a la alcaldía de Torreón, en realidad tránsfuga del PAN a Morena, de igual manera Armando Guadiana tuvo sus inicios en el PRI, Sergio Garza, quien busca la alcaldía de Ciudad Acuña, fue integrante de la Unión Democrática de Coahuila.

Además está el caso de Mirna Narro, candidata a la alcaldía de Saltillo por el Movimiento Ciudadano, que si bien ha aclarado que no tenía militancia, sí laboró para una administración municipal emanada del PAN, en tanto en Piedras Negras, Claudio Bres tuvo origen priista, entre otros candidatos que nacieron políticamente hablando con diferente ideología política y la cambiaron.

En Saltillo, el candidato Armando Guadiana recibió dos declinaciones a favor de su candidatura: la de Vanessa Villarreal del Partido Encuentro Social y la del doctor Christian Cabello, del partido UDC.

La figura del transfuguismo, por el derecho de votar y ser votado, consagrado en la constitución, es por lo tanto cuestionable sólo de manera ética y moral.