Carrie Fisher, quien falleció este martes días después de sufrir un ataque cardíaco durante un vuelo transatlántico, aprovechó su vida al máximo en sus 60 años en la tierra. La actriz se hizo muy conocida por su papel en las películas de Star Wars y roles más pequeños, pero no menos memorables, en películas como When Harry Met Sally y The Blues Brothers y programas de televisión como 30 Rock.

Y en las últimas décadas, Carrie Fisher era, sobre todo, una escritora con una voz y un humor inconfundibles. Esto puede apreciarse en novelas como Postcards from the Edge y en sus memorias, The Princess Diarist; pero donde más se nota su ingenio pudo haber sido el obituario que preparó para sí misma.

En su libro Wishful Drinking, publicado en 2008, Fisher contó su complicada relación con la franquicia de Star Wars. Una de sus anécdotas más divertidas sobre el rodaje de la primera película incluye el icónico vestido blanco de la princesa Leia.

"George Lucas se acerca a mí el primer día de filmación, echa un vistazo al vestido y dice: 'No puedes usar un sujetador debajo de ese vestido'. Entonces yo digo: 'Está bien. Pero, ¿por qué?'. Y él me contesta: 'Porque … no hay ropa interior en el espacio'", narró Fisher en el libro.

De acuerdo con Fisher, Lucas eventualmente explicó por qué las galaxias lejanas son zonas libres de ropa interior: "Lo que sucede es que vas al espacio y te vuelves ingrávido. Hasta aquí todo bien, ¿no? Pero entonces tu cuerpo se expande, pero tu sujetador no lo hace, así que te estrangulas con tu sujetador".

A esto, Fisher le contesta a Lucas en su libro: "Ahora pienso que esto quedaría fantástico en mi obituario, así le digo a mis amigos más jóvenes que no importa cómo me voy, quiero que quede registrado que me ahogué a la luz de la Luna, estrangulada por mi sujetador".