Carrie Fisher saltó a la fama a los 19 años cuando interpretó a la Princesa Leia en la trilogía de Star Wars, sin embargo, su carrera como actriz se quedó estancada y realizó películas con poco éxito, a excepción de la ganadora de tres premios Óscar Hannah y sus hermanas de Woody Allen.

Su carrera en el mundo artístico estaba predispuesta desde su nacimiento. Hija del cantante Eddie Fisher y la actriz Debbie Reynolds, nació el 21 de octubre de 1956 en Beverly Hills.

Junto con su madre actuó en algunas producciones y fue hasta 1975 cuando obtuvo un papel secundario en el filme Shampoo del director Hal Ashby.

Posteriormente apareció en Star Wars, saga con la que fue reconocida mundialmente. Sin embargo, sus problemas con las drogas y el alcohol se vieron reflejados en sus siguientes producciones, las cuales carecieron de éxito.

En una entrevista realizada en el 2010 en Sydney, Australia, confesó su fuerte adicción a la cocaína durante el rodaje de Star Wars: El Imperio contraataca (1980), además de que sobrevivió a una sobredosis.

«Poco a poco me di cuenta de que estaba usando las drogas más que otras personas y que estaba perdiendo el control sobre ellas”, comentó.

Fisher atravesó por varios problemas personales a lo largo de su carrera, padecía de bipolaridad y en algún momento confesó ser adicta a los antidepresivos.

Aunque su carrera como actriz no despegó, enfocó su talento a la escritura, donde realizó varias novelas autobiográficas de la cuales, algunas, fueron adaptadas a la pantalla grande.

Una de ellas es Postales desde el filo, la cual hace referencia a su madre, quien en el libro, es una actriz que usa su poder para intervenir en la vida de su hija.

En 2009 publicó Wishful Drinking, una novela donde se ríe de si misma y habla de sus problemas con el acoholismo.

Antes de su muerte, el viernes 23 de diciembre sufrió un infarto mientras viajaba de Londres a California, donde se encontraba promocionando su última novela The Pricess Diarist, en la cual habla de sus inicios como actriz en la saga que la lanzó al estrellato y de la cual nunca pudo librarse.

Además hace referencia al romance que vivió con Harrison Ford: “Fue tan intenso... Éramos Hans y Leia durante la semana y Carrie y Harrison durante los fines de semana”.

La actriz fue internada de emergencia en el centro médico de la UCLA, en Los Ángeles, donde permanecía en el área de cuidados intensivos acompañada de su hija, la actriz Billie Lourd, y su perro, Gary Fisher, quien la acompaña todo el tiempo.

Falleció cuatro días después a los 60 años de edad.