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El recuerdo de Cervantes "galopa" en forma de homenaje por América Latina
La figura de Alonso Quijano "cabalga" con fuerza por América Latina el día en que se cumplen 400 años del fallecimiento de su creador, Miguel de Cervantes, en una región acostumbrada a soñar y que nuevamente se rinde ante el máximo referente de la literatura en español.
Lecturas continuas de su obra célebre, "Don Quijote de la Mancha", conferencias, mesas redondas, exhibiciones, puestas en escena, tributos y talleres, entre otros, forman parte del ramillete de homenajes que las autoridades, embajadas, centros educativos y organizaciones realizan en la región para el escritor más importante de las letras castellanas.
Dentro de los honores destaca el realizado por la localidad argentina Azul, la primera ciudad "cervantina" de Suramérica, nombrada así a principios de 2007 en reconocimiento a su intensa actividad de promoción de la obra del escritor español y por su compromiso con los "valores quijotescos".
Desde 1932 la urbe realiza una exposición pública con dos tomos de "El Quijote" editados en 1697 en Bélgica, la primera edición mundial de lujo publicada en Londres en 1738 y ejemplares de la primera edición latinoamericana de 1904. En esta ocasión también habrá un espectáculo de danza, una mesa redonda y debates.
México llevará a cabo la celebración "más ambiciosa" a nivel global, desde mañana hasta octubre, con un programa que prevé más de mil actividades y doce estrenos mundiales inspirados en la creación de Cervantes, en el que participarán grupos y artistas de doce países en el marco del XLIV Festival Internacional Cervantino (FIC).
En boca de guatemaltecos, costarricenses, peruanos, panameños, colombianos, nicaragüenses, mexicanos y españoles estuvieron durante horas las aventuras de "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha".
Bajo un mural pintado en una de las paredes exteriores del Centro Cultural de España en el barrio limeño de Santa Beatriz, treinta artistas peruanos y extranjeros hicieron parte de una lectura simultánea.
El escritor mexicano Alberto Ruy Sánchez, la poeta nicaragüense Gioconda Belli y los directores teatrales peruanos Sergio Llusera y Mariana de Althaus participaron de la actividad.
Así como los españoles Juan José Armas Marcelo, Alberto Gómez Almendres, Mit Borrás y José Esteban y los colombianos Andrés Hoyos y Juan Gabriel Vásquez.
La actividad fue -o será- emulada en otros territorios del continente como Guatemala, Paraguay, Costa Rica, Chile, Bolivia, Panamá y Miami (EE.UU), donde se unieron gobernantes, políticos, académicos, deportistas, amantes de la literatura y estudiantes.
La figura del caballero de la Mancha también fue utilizada por el Instituto Cervantes de Río de Janeiro como una oportunidad para mejorar el ambiente de los niños en las conflictivas favelas de la ciudad carioca.
"Galopando" por el complejo de Maré, en el norte de Río, el recuerdo de Alonso Quijano invita a los menores a visitar la biblioteca de la localidad, donde además de alejarse de la violencia tienen vía libre para soñar y sonreír con "El divertido viaje de Don Quijote a Río de Janeiro", una adaptación infantil escrita por Katia Oliveira.
La cascada de veneraciones dio pie para que se recordaran a los autores latinoamericanos que reconocían una influencia de Cervantes en sus textos, varios de ellos parte del admirado "realismo mágico".
Por ello, en la Universidad de Panamá, se evocó a Octavio Paz, Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges y Julio Cortázar.
Mientras que la Feria Nacional del Libro de Nicaragua, que abrió el jueves, dedicó esta versión al dramaturgo español y al poeta Rubén Darío, de quien este año se cumple un centenario de su muerte.
Y la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), que finaliza el 2 de mayo, destinará un espacio, llamado "400 años de Cervantes y Shakespeare", para rendir tributo a ambos autores.
Además en la Feria Internacional del Libro de La Paz, en septiembre, se inaugurará la exposición Miguel EN Cervantes, una exhibición de cómic con las ilustraciones de los dibujantes españoles Miguelanxo Prado y David Rubín, que dan su peculiar visión del entremés cervantino "El Retablo de las Maravillas”.