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El luto por el rey agota la ropa negra en Tailandia
Estos días en Bangkok, los únicos colores brillantes los lucen los taxis. Sus verdes estridentes, amarillos canario o rosas fucsia parecen casi obscenos comparados con el blanco o el negro casi uniforme que lucen los tailandeses, de luto por el rey Bhumibol Adulyadej, fallecido el pasado jueves. Un luto que se extiende a los maniquíes en los escaparates y a las pantallas en las calles que muestran imágenes del soberano en blanco y negro. Y que ha empezado a suscitar temores entre el Gobierno de que la tela negra pueda agotarse en el país o pueda alcanzar precios abusivos.
El negro era este sábado el color uniforme entre los miles de tailandeses que acudían al Palacio Real en Bangkok y aguardaban ordenadamente en filas de a cinco a pleno sol para firmar en el libro de condolencias por la muerte del soberano que reinó en el país durante siete décadas.
“El viernes por la mañana, como no tenía clase, fui a comprarme ropa de luto. Y como yo, mucha otra gente”, explica Um, estudiante de Contabilidad de 20 años, tras haber estampado su firma en el libro y rendido su pequeño homenaje en forma de wai —el saludo de respeto con las palmas de las manos juntas y en alto tradicional de Tailandia— al retrato del soberano expuesto en el pabellón Sahathai Samakhom del palacio. A partir del próximo día 20, el propio cuerpo del rey quedará expuesto en palacio para que sus súbditos puedan rendirle homenaje.
Um va vestida de negro de los pies a la cabeza, literalmente: desde los zapatos a un sombrero que acaba de estrenar para la ocasión. “Sí, he oído que quizá haya escasez de tela negra y que los precios pueden subir. El luto va a durar un año, y vamos a necesitar comprarnos ropa para tener suficiente durante este tiempo”, explica la joven.
A pocos metros, varios puestos de vendedores ambulantes ofrecen camisetas de color blanco o negro entre los 150 y los 250 baht (entre los 3,5 y los 6,2 euros), unos precios razonables en Bangkok. “Eso está bien. No me parece bien que la gente se aproveche justo ahora para ganar dinero. No es decente: nuestro rey ha muerto”, opina Um.
Pero la posibilidad de que la tela negra pueda agotarse, o que sus precios se disparen, es algo que el Gobierno se toma en serio. En un interregno lleno de incertidumbre, entre el reinado más largo de la historia del país y el de un nuevo soberano, el príncipe heredero Vajiralongkorn, que ha pedido más tiempo antes de ser proclamado rey, no quiere ningún factor de posible inestabilidad, por nimio que parezca.
“El Ministerio de Comercio ha enviado equipos a inspeccionar a los vendedores de ropa para asegurarse de que las camisas negras no se venden a precios demasiado caros”, indicaba este sábado a la prensa el general Sansern Kaewkamnerd, portavoz de la oficina del primer ministro tailandés.
La ministra de Comercio, Apiradi Tantraporn, ha admitido por su parte que la demanda de ropa negra se ha disparado en las últimas 48 horas, desde que se anunció la muerte del soberano a los 88 años. Según publica el diario Bangkok Post, la enorme afluencia de gente a los populares mercados de ropa al por mayor en Pratunam y Bo Bae ha llegado a causar atascos en las zonas de alrededor este sábado. Una vendedora en Bo Bae, Songkhan Tansonan, declaró a Reuters que a lo largo de la mañana había vendido 200 camisas negras, y el viernes, otras 400.
El Ministerio de Comercio ha exigido a los comerciantes que no acaparen ropa o suban los precios de manera desorbitada, y que etiqueten con claridad el coste de las prendas. Quienes sean encontrados culpables de incumplir las órdenes afrontan multas que pueden llegar a los 140.000 baht (3.600 euros) y penas de hasta siete años de cárcel.
El Gobierno ha ordenado que no se celebren festejos durante un mes, y ha pedido a sus funcionarios que guarden luto durante un año por la muerte del rey, cuyo cuerpo se encuentra en el Palacio Real a la espera de que se ultimen los preparativos para su cremación ritual, una ceremonia que puede tardar aún meses.
Por el momento, y hasta que el príncipe Vajiralongkorn sea coronado —algo para lo que aún no hay fecha— ha asumido la regencia el jefe del Consejo Real, el ex primer ministro y general Prem Tinsulanonda, como prevé la Constitución tailandesa. Prem, de 96 años, era uno de los hombres de confianza del rey Bhumibol y se le considera próximo a la princesa Maha Chakri Sirindhorn, hermana del heredero. A diferencia de su hermano, que adolece de escasa popularidad por su agitada vida amorosa y sus largas ausencias del país, muchos tailandeses hubieran visto con buenos ojos que fuera ella la nominada para el trono.