El éxito es ser quien eres: Neil Patrick Harris

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El éxito es ser quien eres: Neil Patrick Harris

Foto: Archivo
Neil Patrick Harris ha logrado el éxito en una industria del cine y la televisión

SAO PAULO.- Lo mejor que una persona puede hacer es darse cuenta de quién es, decidir sobre su vida y estar orgulloso de todo. 

Bajo esa filosofía Neil Patrick Harris ha logrado el éxito en una industria en la cual es difícil aceptar a una persona que es “diferente”. Formó una familia con el actor David Burtka y ahora es padre de los gemelos Harper y Gideon, de seis años, quienes son la prioridad en su vida.

El estadounidense de 43 años de edad fue una de las principales figuras en la Comic Con de Brasil, en donde brindó un mensaje sobre la diversidad a los jóvenes.

“Si la gente de alrededor no es fan de lo que tú estás orgulloso, no tendrán opción más que verte ser quien eres. Cuando no puedas estar de acuerdo con alguien o no creas en algo, aún tienes la oportunidad de ser testigo de quienes sí porque cuando la gente esconde quién es, cambia su postura y su vida, lo hacen con alguna especie de remordimiento y esa no es una manera de vivir.

“Encontramos a muchas personas en las redes sociales y ahora no somos una pequeña nación, sino una grande que está interconectada en tan sólo unos segundos los unos con los otros, así que encontraremos a personas similares a nosotros en el aspecto que sea, gente que respete quién eres y en quién te quieres convertir. Eso hace que crezcamos y aspiremos a más cosas”.

Ese mismo aprendizaje es el que quiere dejarle a sus pequeños, quienes son todo para él y por eso no duda en cada oportunidad compartir con ellos, incluso estando lejos. Como todo padre, su máxima preocupación es estar a su lado durante su crecimiento y por ellos dudó en aceptar el papel del conde Olaf en la serie de Netflix, a estrenarse el 13 de enero, Una serie de eventos desafortunados (A series of unfortunate events), que se desprende de los 13 libros de Daniel Handler con el seudónimo de Lemony Snicket.

“Estaba preocupado sobre el tiempo, de no estar con mi familia en Nueva York porque filmamos en Vancouver y eso es muy lejos. Quería tener tiempo para ellos y al final lo que hicimos fue tener muchos facetimes”, contó el actor e incluso hizo una transmisión en vivo en el momento sólo para ellos.

Todos tienen sus miedos, explica el actor reconocido por su papel como Barney en la comedia “How I met your mother”, que le dio fama mundial. Y es justamente de él que aprendió a quitarse algunos de ellos.

“Hay algo acerca de la forma en la que Barney pensaba sobre que si fracasas había una mejor historia para volverlo a intentar. Muchas veces los seres humanos no tachamos cosas de nuestra lista de deseos porque nos preocupamos sobre qué pasará si llegaran a suceder: bailar como un loco, cantar en público o hacer algo estúpido, porque estás muy preocupado de lo que otras personas pensarán.

“Había algo bueno sobre la manera de existir de Barney, en donde simplemente eres alguien y si a la gente no le agradaba, pretendías que no era así y que se jodieran, para después empezar una nueva aventura. En verdad me gustó la forma en que terminó la serie, la forma tan adulta en que los guiones crecieron junto con el show”.

Una representación de lo malo

Un personaje pretencioso que piensa que es exitoso cuando no lo es, ese fue su reto en “Una serie de eventos desafortunados”, que calificó como una comedia negra que pueden ver niños y abuelos y que retrata la avaricia del conde Olaf, que hará todo lo que está en sus manos para quedarse con la herencia de los huérfanos Baudelaire.

Para él es la primera vez que encarna a un personaje con tanto maquillaje, así que fue divertido el proceso de caracterización, que cada día era de cerca de tres horas para lucir casi irreconocible con dientes falsos que implicaban a la hora de la grabación un esfuerzo por las distintas voces, la expresión de su rostro y hasta el hecho de que era necesario mostrar más su dentadura.

“Me desperté 4:30 de la mañana para que me colocaran capa por capa, me rociaron distintas cosas en la cara, de varios colores, me hicieron arrugas, líneas de expresión y me pegaron cejas. Es como un disfraz de Halloween todos los días”.

En su afán de conseguir su objetivo Olaf adopta otras personalidades como al italiano Stefano, el capitán Sham y una mujer.