La época navideña es sinónimo de unión familiar, de reunirse con los seres queridos y disfrutar una deliciosa cena servida en una gran mesa. Pero todo esto puede complicarse cuando la pareja tiene que decidir si celebra la Navidad con los padres o los suegros.

Tener inconvenientes con la pareja por no ponerse de acuerdo sobre el lugar en que se comparten las celebraciones es más común de lo que la gente se imagina, lo importante es saberlo manejar.

Prepararse

Si la decisión de estar en la ciudad o no, de compartir con la familia local o la que vive fuera se puede tomar con anticipación, no duden en hacerlo. Incluso háblenlo con meses de anterioridad. El estrés de sentir que las fechas se acercan y no hay planes concretos puede agravar las discusiones.

La solución que más comúnmente le dan las parejas a este conflicto es negociar las fechas que pasará con una y otra familia. Así no sentirán que alguien está imponiendo su voluntad y de alguna manera todos quedan satisfechos. Por ejemplo, podrían pasar Navidad con una familia y Año Nuevo con la otra e invertir las celebraciones el año siguiente.

Si uno de los dos no quiere ir por una razón específica, por ejemplo, que no lo respetan, o lo tratan de manera inapropiada, es importante que el otro escuche atentamente y respete la decisión. Pero también es importante que previamente se intente resolver la situación para limar asperezas.

Si no hay acuerdo

Si no le es posible llegar a un acuerdo:

Una buena opción es reunir a las dos familias y que ustedes sean los anfitriones de una linda celebración. Puede ser un momento propicio para que ambas familias compartan y nazca una bonita relación.

Pasar la Navidad solos. Si la decisión de compartir con una u otra familia está generando un caos dentro de su hogar, tal vez la solución sea no optar por ninguna opción sino por su propia nueva familia, es decir, pasar la Navidad solos.