El diario de La Nación se ha convertido en un referendo del periodismo en América Latina, llegando a influenciar incluso a medios extranjeros de EU y Reino Unidos para realizar trabajo basado en la información.

El reportero político Diego Cabot de “La Nación” recibió un documento masivo con 26 mil correos electrónicos del ministro de transportes de la Presidente Cristina Kirchner en 2010.

Durante dos semanas, cuatro periodistas de La Nación se movieron por miles de documentos a mano, hasta que el gerente Ricardo Bloom obstruyó un buscador que permitía a sus periodistas buscar a través de la lista de documentos, y conseguir la noticia en menos de 40 minutos.

“A inicios del 2011, nosotros organizamos una junta con el equipo de administración y tres periodistas interesados, formamos el embrión de la unidad de datos de La Nación” dijo Momi Peralta, ex dirigente del departamento de multimedia en el diario. “Desde ahí, comenzamos a ver todas las oportunidades para juntar el periodismo con la tecnología”.

El equipo de datos, dedicado primeramente a proyectos especiales, ahora incluyen seis miembros permanentes dirigidos por Peralta. Su trabajo ha sido reconocido una y otra vez.

Muchos medios de información de América Latina han recortado a los periodistas para ahorrar costos, pero La Nación ha considerado que su inversión en una unidad de periodismo informativo es una manera eficiente para producir historias de calidad a través de diversas plataformas.

Para Peralta, el éxito del equipo se explica por la relevancia de su trabajo con la audiencia. “Nosotros cubrimos políticas públicas, gastos públicos, desarrollo humano, el medio ambiente – temas que no son siempre los preferidos en las “pageviews” (páginas vistas), pero nos ayuda a crear un nexo de confianza con nuestra comunidad” explica Peralta.

Continuó diciendo: “Nosotros creamos servicios que ayudan a la gente entender y seguir asuntos complejos, como votos en el Congreso. Y mientras más productos lanzamos, nos volvemos más eficientes, porque nos mantenemos actualizando la información y se mantiene relevante con el tiempo”.

Uno de los proyectos más reconocidos de La Nación ha sido relacionado con investigaciones de las poblaciones a través de la participación ciudadana. Una fue lanzada en 2015: cunado el sistema electoral estuvo bajo sospechas de fraude, el equipo realizó un llamado para ayudar buscando entre 90 mil reportes de trabajadores.

Con la información estructurada llevada a un solo conjunto de datos, el análisis del equipo reveló que 48 por ciento de los reportes incluyeron ciertos tipos de irregularidades.

Otra investigación impactante fue la investigación de la revisión de 40 mil grabaciones de audio interceptadas relacionadas con el fiscal Alberto Nisman, quien fue encontrado muerto en su hogar en 2015. El fiscal investigó el ataque terrorista a una comunidad judía de Buenos Aires de 1994 que mató a 85 personas.

En ambos casos la verificación fue posible gracias a la colaboración de la plataforma desarrollada por la unidad de información. VozData, fue el nombre que se le dio a esta plataforma, un ejemplo de la estrategia de La Nación para desarrollar software que puede ser usado múltiples veces para distintas historias.

El equipo cuenta con entrenamientos, hackatones, conversaciones con expertos, y participaciones en eventos internacionales de hackeo e información abierta. Esta actividades, afirma la gerente de entrenamiento de la unidad, Florencia Coelho, ayuda a generar círculo vicioso entre los periodistas y la sociedad civil.

“Es necesario buscar aliados, y los aliados no siempre están en salas de noticia. A veces son un grupo de activistas que pueden ayudar, un programador interesado en transparencia. No hay proyecto imposible si aplicamos la tecnología y la colaboración. Esto es el ADN de la información de La Nación y lo que nos hace lo que somos hoy en día” finaliza Coehlo.

Con información de NiemanLab.com