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El adiós de Iker
A la Capilla Sixtina de los Funerales Martínez entran y salen decenas de personas para dar el último adiós a Iker Ulloa, el niño que permaneció internado durante más de 12 días por el ataque de un perro de raza pitbull.
En la sala general el cuerpo del niño descansa en un ataúd blanco y es rodeado de decenas de arreglos florales. Un pequeño grupo de adolescentes y jóvenes cantan alabanzas acompañadas de una guitarra.
"Iker iba con nosotras a la escuelita de la Iglesia y nosotros, igual que ustedes, también estamos muy tristes. Solo podemos desear pronta resignación porque él ya está en el cielo con Cristo", dice una de las jóvenes que encabeza el coro.
Vecinos de la colonia Las Margaritas, La Guayulera y otras que están alrededor se han acercado a darle el pésame a sus papás por el fallecimiento del niño de tres años.
"El Niño era bien tranquilo, no era peleonero ni grosero. Era un muy buen niño que ahora está con Dios...", asegura una de las amigas de la madre de Iker.
Ella, quien prefiere no decir su nombre, también cree que sus padres esperaban que un milagro sucediera porque fueron muchos días de angustia y desesperación porque el niño despertara.
El sepelio de Iker será a la 1:00 de la tarde de este martes en el panteón Los Pinos.