El 7 de la suerte en la final de la Eurocopa

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El 7 de la suerte en la final de la Eurocopa

Foto: Especial
Mientras Portugal se apoyará en Cristiano Ronaldo, su mejor jugador quizá de todos los tiempos, Francia confía en que Antoine Griezmann continúe con su racha goleadora

PARÍS.- ¿Sometimiento o revancha? Cuarenta y tres días después de medirse en la final de la Liga de Campeones, Cristiano Ronaldo y Antoine Griezmann volverán a enfrentarse, esta vez con los papeles intercambiados, en la otra gran final continental, la de la Eurocopa.

La estrella de Portugal y el crack de Francia sólo acumulan elogios tras sus impactantes actuaciones en las semifinales. Pero sólo uno de ellos podrá alzar al cielo de París la copa.

El 28 de mayo en el estadio de San Siro de Milán fue Cristiano Ronaldo el que acabó besando la Champions tras una final doblemente amarga para Griezmann, que mandó un penal al travesaño en la segunda mitad.

Hoy, 10 de julio, los dos lucirán el “7” en la espalda, pero habrá una pequeña diferencia respecto a la final de Milán: Griezmann viste ahora la camiseta de la favorita, Francia, mientras que Ronaldo está en el lado del “underdog”.

El luso, de 31 años, y el galo, de 25, son las dos grandes estrellas de la Eurocopa. Por sus goles, por su influencia en el campo y por su liderazgo, esa capacidad de arrastrar a los suyos sobre el césped. Además, el hecho de que hayan sido decisivos en la Champions y en la Eurocopa les coloca como candidatos al Balón de Oro.

“Eso es un debate para ustedes”, dijo el seleccionador francés, Didier Deschamps. “Pero me alegrará ver a Griezmann peleando por el Balón de Oro porque eso significará que tendrá una buena actuación”.

Cristiano Ronaldo está ante la gran oportunidad de su vida para hacer campeón a Portugal. No lo esconde: “Siempre soñé con ganar con Portugal y ahora está a un solo paso”.

El delantero del Real Madrid lleva casi una década entre los mejores futbolistas del mundo y nadie puede dudar ya de que es uno los grandes de la historia. Es un jugador “todoterreno”, fuerte, veloz, potente, dispara con las dos piernas, tiene el mejor remate de cabeza de la actualidad, una presencia única.

“Sobre el papel no hay nada que una defensa pueda hacer para frenarle, salvo mantenerle lejos de la portería”, escribió recientemente Franz Beckenbauer.

Griezmann, que prácticamente tiene asegurada la bota de oro de la Eurocopa con seis tantos, es un jugador diferente, más delgado, más regateador y más pícaro.

Lo mejor en su carrera parece que está por llegar después de la espectacular progresión que experimentó desde que fichara en 2014 por el Atlético de Madrid, club con el que renovó recientemente hasta 2021.

El futuro le pertenece, pero el presente pone ahora a prueba su madurez. Una final en su casa, ante su público y con Cristiano Ronaldo de nuevo enfrente.

“La selección francesa está en la final otra vez, como la generación de Michel Platini en 1984, como la de Zinedine Zidane en 2000. Ahora no hay que rascarse mucho la cabeza para dar otro nombre: Antoine Griezmann”, escribió el viernes “L’Equipe”.

En las semifinales de la Eurocopa se desquitó del penal que falló en la Champions. El jueves, en Marsella, batió a Manuel Neuer desde los 11 metros y después marcó también el 2-0.

“Fue más difícil en comparación con el penal de la final de la Liga de Campeones, donde fallé. Así que tenía ganas de tirar un penal y meterlo adentro. Es importante”, dijo un Griezmann.

Si pierde, el francés se convertirá el segundo futbolista de la historia que juega y pierde el mismo año las finales de la Champions y la Eurocopa. El único jugador en esa lista es Michael Ballack, que en 2008 cayó con el Chelsea ante el Manchester United antes de perder con Alemania ante España. 

Con información de Agencias