Seguramente los has notado, en invierno desparecen las moscas. Son fechas en que puedes dejar la ventana abierta con la luz encendida y nada. ¿A dónde se van?

Es importante decir, que el tiempo de vida de una mosca en promedio es de 15 a 25 días; sin embargo, la revista Muy Interesante nos reveló que dependiendo de las condiciones de la temperatura y alimento, algunas podrían superar los 60 días.

¿Misterio resuelto?

No. No, para nada.

Entonces… ¿A dónde van? ¿En qué lugar se refugian? No debemos olvidar que el invierno tiene una duración de casi 90 días. Mucho más que el tiempo de vida de una más en condiciones optimas.

Sin embargo, el profesor honorífico de Biología de la UCM, Eduardo Ruiz, expuso que las moscas hibernan. ¿Cómo? El especialista afirma que los huevecillos o en estados inmaduros como larvas.

"Los lugares en los que se encuentran para protegerse del frío son muy diversos: bajo las cortezas de los árboles, en grietas, entre hojarascas, bajo piedras...", destacó al medio español 20 Minutos 

Los saltamontes, indicó, inyectan sus huevos en el tallo de algunas plantas o en el suelo.

El portal higieneambiental.com nos precisa que “las moscas pasan por una metamorfosis completa, con las fases de huevo, larva, pupa y adulto”.

La mosca doméstica común (Musca domestica) es un agente de transmisión de la bacteria Campylobacter entre las aves de corral, debido a trasladan la bacteria de materia fecal a las aves de cría.

Se ha documentado que la miasis cutánea es una infestación de la piel por larvas o gusanos de determinadas especies de mosca y, de acuerdo con James G. H. Dinulos, médico de la Escuela de Medicina Geisel en Dartmouth, existen tres tipos que son los siguientes:

Miasis foruncular: este trastorno es ocasionado por un tipo de moscas provenientes de América y África, las cuales ponen sus huevos en insectos como los mosquitos o en objetos; tales como la ropa tendida, que pueden entrar en contacto con la piel humana y penetrarla, alcanzando un tamaño de hasta dos centímetros.

Los síntomas habituales son comezón intensa, sensación de movimiento en la zona, dolor agudo y punzante. Al principio aparece una pequeña protuberancia roja que se parece a una picadura de un insecto, luego el bulto se hace más grande y puede verse una pequeña abertura en el centro, de la que sale un líquido claro y amarillento.