Don Braulio Cárdenas Disciplina, pasión, generosidad y compromiso

Don Braulio fue un ciudadano ejemplar que no solo dejó un invaluable legado familiar sino también una huella imborrable en la ciudad

Fotos: Luis Castrejón

Video: Omar Ibarra

 

Empresario, restaurantero, emprendedor, poeta, padre, esposo, amigo, maestro...

Así podríamos describir a Braulio Cárdenas, un hombre que le dio todo a Saltillo.

Nos reunimos con sus hijos y esposa para recordar la vida de una persona que sigue dejando huella aún con su muerte.

El líder de la familia Cárdenas Cantú nació en Ciénega de Flores, Nuevo León, el 4 de diciembre de 1932, desde muy joven se dedicó a trabajar para apoyar a su familia.

De origen modesto, don Braulio laboró de muchas maneras que le permitieron ayudar a su familia a sobrevivir y sobre todo alimentar sus sueños para avanzar con paso firme en su camino como empresario y hombre dedicado y comprometido con la comunidad saltillense.

“Mi papá es un hombre que logró mucho a pesar de sus orígenes profundamente humildes”, explica Juan Ramón, uno de sus hijos, quien nos invitó a visitar, junto a sus hermanos, la casa de su madre para saber más de este gran hombre.

Braulio el hijo mayor, nos recibe en la entrada. Con el equipo de luces y cámaras ingresamos a la casa. De inmediato un aroma a elotes recién cocidos nos cautiva. Un olor dulzón y cálido abriga el hogar.

En la primera mesa una foto de don Braulio adorna la recepción, a un lado se encuentra otra del difunto con su esposa, una conmovedora postal.

Todos los hijos de don Braulio ya estaban en casa, se reunieron para charlar con Domingo 360, para contarnos cómo cada uno vivió su relación con su padre, qué era lo que admiraban de él y lo que extrañan.

Sin duda alguna, don Braulio Cárdenas no solo dejó un gran legado en nuestro Estado, sino una gigantesca huella de compromiso, respeto, generosidad y disciplina en sus hijos y en todas aquellas personas que lo conocieron.

Descanse en paz don Braulio Cárdenas. 

Familia Cárdenas Cantú. Foto: Luis Castrejón

Desde abajo hasta la gloria

En Saltillo, Braulio Cárdenas destacó en la industria restaurantera, al fundar el restaurante 'El Principal', establecimiento de gran tradición en la ciudad debido a la oferta de comida regional que posee: el cabrito. También destacó en el Club Rotarios, fue fundador del Patronato de Bomberos, presidente de la CANIRAC y dirigió el Comité de las Ciudades Hermanas.

Su familia estuvo integrada por 9 hermanos, 6 hombres y 3 mujeres. Su padre fue obrero, viajaba y se iba por temporadas a Estados Unidos. Su mamá se dedicaba de tiempo completo al hogar, él fue el tercer hijo de la familia. De entre sus múltiples empleos se encuentran el rol de repartidor en bicicleta de una farmacia, luego en una tienda de abarrotes y finalmente en una mensajería. Entre los 18 y 20 años trabajó en una tienda que vendía telas de casimir, donde trabajó los últimos dos años antes de irse a probar suerte en Estados Unidos.

Fue así que al cumplir 20 años, con el permiso de su madre y con su pasaporte de residente en mano, partió a conquistar el 'sueño americano'; su hermano mayor, quien nació allá, le ayudó a arreglar sus papeles y así comenzó a trabajar en la industria de la construcción.

Ahí empezó a vender entre sus compañeros de trabajo tacos de harina, y desde entonces se sintió atraído por el negocio de la gastronomía, un negocio en el que a la postre dejaría un legado que hoy sus hijos y nietos expanden en Saltillo, Coahuila y a nivel internacional.

Ellos están muy consistentes que el éxito de su padre fue por una sola razón: compromiso, respeto y disciplina.

Cada uno nos cuenta cuáles son las cualidades, acciones o hechos que admiran de su padre, no obstante todas coinciden en el buen corazón que poseía don Braulio. 

Familia Cárdenas Cantú. Foto: Luis Castrejón

“De mi padre lo que más admiro es su congruencia y honestidad, era un hombre íntegro en toda la palabra. Lo que él pensaba, decía y hacía era con respeto y congruencia”, explicó Lilia Cárdenas Cantú.

“A mi padre mucha gente lo define de una manera, dicen que era un hombre con un gran corazón. Una bondad envuelta en una estructura firme y fuerte. El fue exigente y estricto pero muy honesto y bondadoso”, dijo Miriam Cárdenas Cantú.

“Yo admiro mucho su integridad, su tesón; tan férrea era su voluntad que él corrigió su estrabismo porque no quería que el ojo se le volteara, su voluntad realmente era muy firme, su congruencia se define en su bondad y generosidad, se desprendía de lo que fuese por ayudar, él había vivido una vida tan intensa que conocía tantos factores, conocía la pobreza y todo, era un hombre muy alegre y completo. Yo lo definiría como un hombre íntegro”, comentó Elsa Cárdenas Cantú.

“Yo admiro dos cosas de mi papá; una es que siempre fue él, nunca hizo las cosas para seguir a alguien, sino que solo hizo lo que siempre quiso, lo que creyó siempre mejor, él siempre fue él. También admiró su capacidad de autoformarse, él fue un autodidacta, solo estudió hasta quinto de primaria, tenía una ortografía impecable, tenía muchas bondades, pero estos dos aspectos son los que más”, recordó Juan Ramón Cárdenas Cantú.

“Yo admiro de papá su gran sentido común, su tenacidad, siempre tuvo mucha perseverancia y una gran capacidad de dar, pero de una forma auténtica, no lo hacía para después buscar un favor o que lo reconocieran, sino solo por hacerlo, además es admirable su gran capacidad de disfrutar la vida, él disfrutaba su trabajo, a los amigos, a sus hijos, a su madre y a su esposa, mi padre vivió plenamente”, dijo Braulio Cárdenas Cantú.

“Papá era un hombre muy sencillo, no rebuscaba las cosas y eso combinaba perfecto con su visión”, dijo Eduardo Cárdenas Cantú.

 

Don Braulio y yo

De regreso en México en 1959, junto con su primo Óscar Cantú Villarreal, emprendió en la creación del restaurante El Principal, en la calle de Allende, pero tuvo después que regresar a los Estados Unidos porque su papá estaba enfermo. Ya en 1967 su primo se retiró del negocio y él regresó a Saltillo para quedarse al frente de éste con su esposa Lili. Estaban acompañados por sus hijos Lilia, Braulio y Miriam.

Aquí en Saltillo nacieron sus hijos menores Juan Ramón, Elsa Patricia y Eduardo Sergio

Sus hijos heredaron de don Braulio la tenacidad y el amor por el trabajo, y años después ayudaron a ampliar el negocio de su padre, al punto de ser propietarios de un grupo de restaurantes que han recibido reconocimientos internacionales, y de salones de eventos especiales.

La expansión se dio alrededor de 1986 con El Mesón Principal, en 1988 El Chivatito; hace algunos años llegaron Villa Ferré y Don Artemio.

Don Braulio conoció a su esposa Lili en Ciénega de Flores y se casaron en Monterrey en 1962. Hombro a hombro, juntos formaron una sólida familia.

Todos tuvieron sus estudios, pero se fueron integrando al negocio familiar de manera natural o por añadidura. Además de sus carreras quisieron compenetrarse en el ámbito gastronómico, siendo Braulio el primero que lo hizo.

La vida empresarial fue uno de los aspectos de don Braulio. Además de ser impulsor y miembro activo de organismos empresariales como la Canirac y la Canaco, se distinguió por ser presidente fundador del Comité de Ciudades Hermanas Saltillo-Austin y miembro fundador y presidente del Patronato de Bomberos de Saltillo.

Fue también miembro fundador de la Comisión de Arbitraje Médico del Estado de Coahuila, presidente, representante del presidente mundial y gobernador de distrito de Rotary International, además de consejero de la junta de Gobierno de la Secretaría de Salubridad y Asistencia en Coahuila.

Don Braulio ha recibido reconocimientos importantes por su labor tanto empresarial como filantrópica, como la Medalla Paul Harry de Rotary International, la Medalla de Honor Canaco, la Presea Saltillo, la Presea Canirac, la Presea Imarc y la Presea Rotaria.

Don Braulio Cárdenas recibió un homenaje en junio pasado por parte del Comité de Ciudades Hermanas, al que acudió en su representación su esposa Lili, debido a que su estado de salud no le permitió acudir personalmente a recibir este reconocimiento.

Lilia, contó a Domingo 360 que su esposo fue una persona realmente querido por todos, incluso en el hospital, lugar donde pasó parte de sus últimos días.

“El último tiempo que vivió estuvo mucho en el hospital, pero todos los doctores y las enfermeras lo querían mucho. El quería salir pero aún no podía, el doctor nos decían que podíamos estar con él. No le gustaba la comida del hospital, incluso hasta había intentado meter comida, puso a prueba al novio de una de sus nietas: 've a la esquina y tráeme un chile le decía', explicó sonriendo la viuda.

Lili también nos contó cómo fue su relación con Braulio Cárdenas.

“Cuando nos conocimos era un hombre muy alegre, desde que venía a una cuadra se le veía muy feliz al verme, hasta me cantaba. Ya casados bailamos mucho, donde hubiera música bailábamos. Creo que nuestros hijos siempre vivieron eso, la alegría que Braulio contagió.

Yo fui su compañera, amiga, esposa, amante, y siempre me dijo que era el amor de su vida.

Con sus nietos era un abuelo alegre, cariñoso, amoroso, a él le gustaban los regalos, darles detalles a los nietos, siempre tenía algo que dar.

Nunca lo desilusioné. Nunca le dije que no a sus ideas, lo apoyé, siempre se le ocurría poner negocios como fuente de trabajo, decía que el dinero era una herramienta. Decía que si tienes algo es para los demás, si Dios te dio algo es para compartir, para dar.

Nosotros siempre estuvimos de la mano en todo momento, nunca hizo un viaje solo, siempre lo acompañé, siempre me ayudó. Lo que hizo lo disfrutó plenamente”, dijo Lilia.

Rodeada por sus hijos, la señora Lilia recordaba a su esposo, ellos mostraban su cariño con pequeñas caricias a los hombros y manos de mamá. Cada uno vivió momentos inolvidables junto a su padre, pero todos concuerdan que don Braulio siempre fue una símbolo de respeto, cariño y generosidad. 

Foto:Cortesía

“Nosotros tuvimos una relación de padre e hijo, de maestro, jefe, amigo y consejero, una relación que a veces tenía momentos muy gratos, pero también difíciles por diferencias familiares o de negocio, pero al final una gran relación, porque tenía un gran maestro del cual aprendí día a día” Eduardo Cárdenas Cantú.

 

“Mi relación con mi papá siempre fue como la hija más chica, fue muy protector, un excelente maestros y amigo” Elsa Cárdenas Cantú

 

“Mi relación fue de respeto, un amplio respeto hacía él. Fue mi maestro, todo lo que sé de la cocina y el comercio lo aprendí de papá; me enseñó a mantenerme sobre una verticalidad, fue mi consejero personal, me aconsejaba, fue una relación de profunda admiración a un hombre que salió de sus orígenes profundamente humildes para convertirse en lo fue”, Juan Ramón Cárdenas Cantú.

 

“La relación con mi papá siempre fue diferente debido a las etapas que iba atravesando; en la infancia fue de unión y de consentimiento, poco a poco se volvió más estricto y exigente; más tarde fue él quien me dirigió, hasta que llegó la adolescencia y se tornó nuestra relación un poco difícil por mi propia naturaleza, ya más tarde fue una relación de apoyo él se convirtió en mi fortaleza”, Miriam Cárdenas Cantú.

 

“La nuestra fue una relación cariñosa y exigente, nuestros padres me cedían responsabilidades por ser la hermana mayor, y yo teníamos que apoyarlos, conforme pasaba el tiempo me sentí la hija consentida y amada, siempre apoyada por su parte, el era un gran visionario. Un hombre que respetaba mis ideas y decisiones”, Lilia Cárdenas Cantú.

 

“Siempre hubo mucho cariño y respeto; él logró poner esos valores en nosotros, nos dio confianza para poder contarle todo lo bueno y lo malo. Sabíamos que iba a ver una consecuencia, pero el nos enseño a enfrentar todas las circunstancias. Nos enseñó con sus acciones, siempre fue congruente. Nos infundió valores como: trabajo, honestidad, perseverancia, humildad, sencillez y sobre todo, de ayudar a los demás cuando puedes hacerlo”, Braulio Cárdenas Cantú.

 

 

Foto:Cortesía

Saltillo y Braulio Cárdenas

Don Braulio Cárdenas no nació en Saltillo, pero quiso a esta ciudad como ningún saltillense lo ha hecho. Un eterno amante de la poesía. El fallecido escribió un poema para homenajear a la ciudad que le dio todo, a la ciudad que ayudó a crecer.


Gracias Saltillo
Porque me haces
Sentir
Que para algo he nacido
Y que mucho habrá
Qué hacer
A lo largo del
Camino
Esto me hace pensar..... que
Cultivar es tarea
Que se hace con
Querer
Pero con amor
También
Sin mirar a dónde
Vaya
El fruto de tu
Cultivo
Marchar siempre convencido
Que hacer el bien
Es premisa
Que todos pueden
Tener
Dar testimonio sincero
De gratitud
Eso quiero
Y lo hago con nobleza
De alma y de corazón
Llevando siempre conmigo
Una profunda emoción

 

Familia Cárdenas Cantú. Foto: Luis Castrejón

 

Honor a quien honor merece

Don Braulio fue un personaje esencial para la historia de Coahuila, y muchos de las personas más importantes de nuestra ciudad lo reconocen.

 

-El Gobernador del Estado, Rubén Moreira Valdez, a través de su cuenta de Twiter expresó, "Falleció un gran coahuilense. Mi más sentido pésame a su querida familia. Deja un gran ejemplo de trabajo y bonhomía".
El mandatario coahuilense se refirió a don Braulio Cárdenas como un hombre visionario, con un alto sentido de servicio comunitario y un sentido de la responsabilidad social intachable.

-Mario Mata, empresario y funcionario público de nuestra ciudad habló con Domingo 360 y explicó que don Braulio Cárdenas, se convirtió en su maestro y mentor.

El me ayudo mucho. Cuando fui presidente de Canirac, fue la primera persona que visite para decirle que sería presidente de la Cámara. Me recibió muy bien, platicas y me dio consejos y anécdotas de su experiencia en Canirac. Fue un honor charlar con él”, dijo Mario Mata. 

-El Alcalde de Saltillo, Isidro López Villarreal también mostró sus condolencias a través de su cuenta de Facebook: “Lamento muchísimo el fallecimiento de don Braulio Cárdenas, saltillense que conformó con su empeño y trabajo lo que hoy es nuestra capital. Mi más sentido pésame a familiares y amigos”.

Tenemos tristeza porque se nos va un hombre de un gran intelecto, una persona con un gran corazón y con una gran fuerza, un hombre que en todo lo que emprendía tuvo éxito, en su familia, en sus negocios, cuando fungió como presidente del Patronato de Bomberos tuvimos un gran crecimiento, y lamentamos muchísimo esta pérdida, pero sé que siempre estará su espíritu con nosotros y con su familia para seguirnos apoyando”. Myrna González, presidenta del Patronato de Bomberos.

 

Me parece que don Braulio fue una persona sumamente valiosa, como empresario fue alguien con una gran capacidad e iniciativa, que impulsó enormemente la industria restaurantera aquí en nuestro Estado, una persona amable, alegre y comprometida con su familia y con la sociedad”, Rogelio Montemayor Seguy, ex gobernador y presidente del clúster Minero- Petrolero de Coahuila

Más que lamentar la pérdida de don Braulio creo que hay que celebrar su vida, desde el momento en que fue joven, empezó a ser ejemplo para su comunidad. Todos los saltillenses lo conocen y sabe de su trayectoria. Siento que su ejemplo de vida lo vemos reflejado en sus hijos, fue el primero en apoyar la Muestra Gastronómica, fue un gran promotor de la ciudad de Saltillo y proyectó a nuestra ciudad a nivel nacional e internacional, nos deja un gran legado”. Juan Carlos Guerra, empresario y director de Fomento Económico de Saltillo.