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Descubren que hay microplásticos en la nieve, incluso en el Ártico
Un equipo de científicos alemanes y suizos detectaron la presencia de microplásticos en la nieve, incluso en el Ártico, aparentemente transportadas a través de la atmósfera a zonas remotas del planeta.
El estudio, difundido por el Instituto Alfred Wegener de Bremen (norte), demostraría que estas micropartículas, de menos de cinco milímetros y cuya presencia se ha documentado en mares y organismos animales, alcanzó asimismo a las nieves.
El trabajo fue realizado por científicos del Centro de Investigaciones Polares y Marítimas, adscrito al citado instituto, en cooperación con expertos del Instituto de Estudios sobre las Nieves y Aludes de Suiza.
Para ello se tomaron pruebas de nieve en distintas regiones alemanas, tanto de Baviera como del litoral norte, así como del Ártico y los Alpes suizos.
#Mikroplastik im Schnee. #AWI-Wissenschaftler haben in einer aktuellen Studie Kunststoff im Schnee der Alpen und der Arktis nachgewiesen.
?: Kajetan Dejahttps://t.co/VmM9xE1eEp pic.twitter.com/TyGxtRMFUK— AWI Medien (@AWI_de) 15 de agosto de 2019
Vermessen? #AWI-Wissenschaftler Markus Rex auf Humboldts Spuren im Podcast von @rbbinforadio https://t.co/d6vGYp60Go
— AWI Medien (@AWI_de) 14 de agosto de 2019
Hasta ahora, la presencia de microplásticos, una de las grandes amenazas para el medioambiente y la salud humana, había sido profusamente estudiada en lo que respecta a ríos, mares y sedimentos oceánicos.
Sin embargo, apenas se había analizado su posible transmisión a través de la atmósfera y su presencia en la nieve, con excepción de algunos estudios preliminares realizados en partículas halladas en los Pirineos y en núcleos urbanos franceses y chinos, destaca el comunicado emitido por ese instituto alemán.
Las tomas de esas pruebas de nieves árticos se han realizado desde un rompehielos polar del instituto, que recientemente partió hacia una nueva expedición.
Las mayores concentraciones de microplástico se detectaron en pruebas de nieve tomadas junto a una carretera de Baviera, con niveles de 154,000 partículas por litro.
En el remoto Ártico, en cambio, los niveles se situaron en las 14,400 partículas por litro.