El Gobierno de Alemania declaró hoy el estado de emergencia en una zona de pruebas militares del Ejército situada en la región de Baja Sajonia, en el noroeste, que lleva ardiendo desde hace dos semanas.

Las autoridades locales no descartan llevar a cabo evacuaciones en dos poblaciones cercanas al fuego en el que residen un millar de personas.

La lucha contra las llamas es especialmente complicada porque el fuego se originó en un pantano seco que acumula gran cantidad de materia orgánica descompuesta y por ello es altamente combustible. El fuego no arde solo desde la superficie hacia abajo, sino que puede arreciar bajo la misma.

"Por ahora no podemos dar un pronóstico concreto aunque se espera que las molestias por el humo y por las chispas se intensifiquen", declaró hoy el gobernador del distrito, Reinhard Winter.

El incendio se inició hace quince días al producirse una explosión de un misil cuando se estaba llevando a cabo en la zona una prueba militar. Desde entonces, el humo derivado del accidente se ha expandido a numerosos lugares alcanzando un área de hasta 100 kilómetros a la redonda.

El jueves el ministro del Interior de la región se acercó a la zona afectada y rechazó en ese momento que el humo pudiese ser un riesgo para la salud de la población. En este sentido, las autoridades locales han llamado a la calma asegurando que no hay nada que temer y que las fuerzas de seguridad están preparadas.

"La protección de la población para nosotros está en primer lugar, por eso queremos avisar con antelación a los vecinos de que una evacuación entra dentro de lo posible", recalcó Winter.

Medio millar de bomberos han sido enviados a la zona para reforzar las labores de extinción y poder responder de forma inmediata en caso de que el fuego se propague más allá del área militar en la que se originó. Asimismo, se ha desplegado un regimiento especial del Ejército alemán para apoyar las labores de logística y de suministro de agua.

La ministra de Defensa del Gobierno alemán, la conservadora Ursula von der Leyen, anunció que este sábado visitará la zona afectada.

Las autoridades no ocultan su preocupación por los posibles efectos que pueda tener un incendio que arde desde hace dos semanas.

Antes de que se declarase el estado de emergencia, la médico ambientalista Barbara Hoffmann señaló en declaraciones a dpa que sería importante medir las concentraciones de contaminantes en los pueblos cercanos al incendio "para tomar las medidas de precaución apropiadas".