Pocas semanas antes de su 70 cumpleaños, David Lynch hizo un regalo a sus fans: 50 segundos de imágenes, lo suficiente como para desatar el furor por "Twin Peaks". Se trata de un breve avance de la secuela de la serie televisiva de misterio que se desarrolla en la localidad ficticia del mismo nombre.

Lynch, que hoy cumple 70 años, dirigirá personalmente los 18 capítulos de esta nueva entrega de la serie de culto, que se emitirá en 2017. En ella, el agente del FBI Dale Cooper vuelve al lugar en el que 25 años antes esclareció la muerte de la joven Laura Palmer.

"Su cumpleaños coincide con los trabajos de producción de la serie, estará muy ocupado", explicó a dpa el asistente del cineasta, Michael Barile. Se trata de "un gran proyecto" secreto. Por eso no puede revelar mucho más al respecto.

Lynch tiene debilidad creativa por los mundos misteriosos en los que se abren extraños abismos, así como por la violencia y las perversiones. Una línea en rojo sangre que se extiende por su obra, desde su primera película, "Cabeza borradora" (1977), hasta el que por ahora es su último largometraje, "Inlad Empire" (2006).

Su segundo largometraje, "El hombre elefante" (1980), fue un éxito de taquilla a nivel internacional. La historia sobre un hombre desfigurado que era utilizado como atracción de feria en la Inglaterra victoriana logró además ocho nominaciones al Oscar.

Después siguió "Dune", una incursión en la ciencia ficción de 1984, y dos años después llegó "Terciopelo Azul", que causó furor con Isabella Rossellini interpretando a una cantante de un club nocturno y el extraño hallazgo de una oreja cortada en un prado.

La brutal road movie "Corazón Salvaje" le valió en 1990 la Palma de Oro del Festival de Cannes y volvió a recoger galardón en el certamen francés con "Mulholland Drive" (2001), en esa ocasión como mejor director por la perturbadora historia ambientada en Los Angeles. Entre ambas cintas vio la luz "Twin Peaks" (1990-91).

"The Straight Story" (1999) es posiblemente su película más "normal". Cuenta una historia sencilla, la de un hombre de avanzada edad que viaja durante semanas en su cortacésped por el medio oeste estadounidense para visitar a su hermano. El propio Lynch nació en una pequeña ciudad del estado de Montana y creció en el campo.

Pero este creador de oscuros personajes e historias está también comprometido desde hace décadas con el pacifismo. Practica la meditación desde los años 70, siguiendo las enseñanzas de Maharishi Mahesh Yogi, a quien también siguieron los Beatles.

Lynch creó la Fundación para la Educación Basada en la Conciencia, que cree en la meditación como impulso pacificador y tiene proyectos, entre otros, en 19 países de América Latina. El cineasta medita dos veces al día y asegura que esta práctica le abre las puertas a una "energía sin límites, a la creatividad y la felicidad interior".