Cristal, Meta, Cristo, Vidrio, Foco, Speed: La metanfetamina comienza a robarle el sueño a Saltillo
Por: Papel Crepé
El camarógrafo y yo llegamos primero a la calle acordada. Estática, casi vacía y silenciosa, llevaba un rumor de comida en el aroma. Yo fumaba impaciente apretando un poco los dedos de los pies. Después de 20 minutos, un coche llegó con tres tripulantes; usaban gafas oscuras, pantalón de mezclilla y playeras de skate: parecían tres especies ravers montados en su nave.
Estábamos rodeados por casas de Infonavit no tan nuevas. Caminaron hacia nosotros a saludar y presentarse. El conductor se quedó en el auto. Los integrantes del trío metanfetamínico aparentaba entre 25 y 30 años. Ofrecí un delicado de mi cajetilla. “¿De qué se va a tratar?”, preguntó con el tabaco entre los labios y protegiendo del viento a la flama del encendedor, “pues queremos que cuentes tu experiencia con el ‘Cristo’”, contesté.
El tipo que daría el testimonio se notaba intranquilo. “¿Pero qué vas a decir?”, preguntó nervioso y sentado en la cuneta. “Hablaremos del consumo y sus efectos”. “Pero de manera positiva, ¿no?”, interrumpió con sarcasmo su acompañante.
Reímos. La piel de éste se mostraba un poco pálida y llevaba algunos tatuajes de colores en el hombro.
Duramos varios minutos en la cuneta: fumábamos y bebíamos coca cola; sentados a ras de piso, pensábamos en qué lugar grabaríamos el video; charlamos del anonimato y de algunos pormenores de la información.
Entramos a una habitación desordenada y por poco tropiezo con uno de los cojines del sillón tirados en el suelo. Poca luz se les escapaba a las cortinas. Era un día pálido como la piel de los hablantes.
Un biberón rosa estaba tirado sobre la mesa; le rodeaban botellas de refresco olvidadas. El llanto de un niño se escuchaba en el piso de arriba. La mesa llevaba un mantel blanco con un hule encima. Nos sentamos y le indiqué algunas de las preguntas antes de empezar.
La cajetilla de cigarros se vaciaba rápido: uno tras otro tras otro tras otro. Estábamos cinco individuos entreviéndonos por las rendijas del humo: se sumó un vecino del lugar que llegó a curiosear y a fumar un poco de foco. El camarógrafo preparaba la toma y daba indicaciones.
El cristal es una de las presentaciones de la metanfetamina: la más bélica de las drogas; fármaco desviado; bomba atómica para las neuronas.
Los científicos comenzaron a crear diversos medicamentos para tratar enfermedades y trastornos, y con ellos también surgieron las drogas de diseño. Se les llama así porque, en lugar de proceder de plantas, su fórmula se diseñó en un laboratorio químico.
Los historiadores aseguran que los doctores militares utilizaban la meta para reanimar a sus ejércitos cansados y deprimidos: los nazis y el ejército japonés. La anfetamina se preparó por primera vez en 1887 en Alemania; y la metanfetamina, más potente y fácil de hacer, se desarrolló en Japón en 1919.
A los kamikazes japoneses se les daba una fuerte dosis antes de sus misiones suicidas: para estrellarse contra el enemigo necesitaban volar en dos aviones.
Es una sustancia pensada para soportar los resabios del frío, las bombas, las balas y, aún así, tener energías para matar e intentar no morir.
Nada que provenga de la guerra puede ser tan bueno.
Según Richard Alan Friedman, profesor de Psiquiatría Clínica, en el Colegio Médico Weill Cornell, en un artículo escrito para el New York times, cita los resultados de la investigación realizada de una doctora llamada Diana Martínez, psiquiatra cuya investigación se centra en ver y comparar los cerebros de consumidores y personas “limpias” por medio de tomografías para medir la neuroquímica de la adicción.
En un estudio realizado en el año 2010, ella y sus colaboradores descubrieron que un bajo estatus económico y el menor grado de apoyo social percibido, factores que producen estrés, estaban correlacionados con menos receptores dopaminérgicos D2, en el circuito de recompensa del cerebro: en la pobreza cuesta ser feliz.
Esto se traduce a que: entre más estresado estés por el contexto en el que vives, tienes menos receptores que sirven para disfrutar la sabrosa dopamina natural. Necesitarás de alguna sustancia exterior para estimular los receptores que te quedan. Las drogas son una especie de ventana al “paraíso” inmediato.
¿Problema de salud pública?
En saltillo
Jesús Rodríguez Aldape, comisionado estatal de la Secretaría de Salud contra las Adicciones de Coahuila, negó que sea un problema de salud en Saltillo.
En La Laguna
Torreón y San Pedro son los municipios con más niveles de casos en los centros de rehabilitación por esta droga, dijo Rodríguez Aldape.
Difícil de atender
Obviamente sí. No hay interés por los médicos para tratar el problema de la drogadicción, dijo el Dr. Mario Alberto José de los Santos, exdirector del Centro de Salud Mental.
Tal vez por eso, en la miseria más aberrante, vemos tantas bocas pegadas a las botellas con resistol.
La dopamina es unas sustancias que secretamos para ser felices. Sentirnos bien. El sexo, comida, dinero, amor y las drogas causan una liberación de dopamina, genera una sensación que marca nuestra memoria. Por eso repetimos la experiencia con regularidad, para intentar revivir el éxtasis.
A final de cuentas, la misma lógica predomina al momento de comerte un bote de helado de chocolate, meterte diez gorditas de chicharrón y drogarte con heroína o metanfetamina: necesitamos sentirnos bien.
De vuelta a la habitación. En la mesa del comedor colocamos la cámara frente al rostro del fumador. La poca luz ayudaba a guardar la identidad. Estaba impaciente. Nervioso. “Imagino que es raro que alguien venga y te pregunte sobre tus vicios y te tome video. Tranqui”, le dije para calmarlo. Encendimos un cigarro cada uno y comenzamos.
¿Cómo fue tu primera vez?
“La primera vez […] aproximadamente hace dos años, más o menos. Igual. La típica reunión entre amigos, alcohol, fiesta […] más que nada era lo nuevo que recién llegaba a la ciudad”.
¿Cuánto cuesta?
“Depende de la cantidad […] va desde 200 pesos, hasta un gramo en 600, 700 pesos”.
¿Qué pedo con los efectos?
“Pues, en sí, no cambia nada. Todo es normal, solamente eres tú más acelerado […] puede decirse ‘activo’, pero no; porque hay cierta energía que tienes, pero no es una energía muy vital.
“No se distorsiona la realidad ni tu percepción del mundo (para mí). Simplemente nada más es eso… tener más ganas, energía, puedes durar horas haciendo algo”.
¿Qué has hecho con esa energía?
“Pues he durado muchos días sin dormir. He trabajado varios turnos de noche: fumar y después ir a trabajar […] Como si nada […] Bueno, no como si nada […] No hay la necesidad de dormir. ¿Me explico? A veces tampoco de comer”.
¿Bajaste de peso?
“Bajé, bajé”.
¿Es constante el consumo?
“Hace un tiempo no. Después de un año ya fue un poco más regular. Dos tres veces a las semana”.
¿Has visto que aumente el consumo?
“Demasiado. Tanto como en hombres y mujeres. Está muy de moda, por así decirlo. En su mayoría, jóvenes”.
¿En fiestas?
“Pues no necesariamente en fiestas. Puede ser en casa. Pero eso es lo que tiene que no te deja estar en lugares abiertos. Por lo general prefieres estar aislado”.
¿Quiénes la consumen, sólo para ubicarlos, a qué posición económica pertenecen […] los que tú has visto?
“Pueden ser el que tiene varo hasta el que no tiene mucho.
Desde el que trabaja para solventar su vicio y el que no. Hay de todo. De todo un poco”.
¿Te has enterado de casos que vendan pertenencias para consumir?
“Sí”, responde con mucha seguridad.
¿Con que otra droga compararías los efectos?
“Lo pondría entre las anfetaminas (tachas) y la coca: si estás ebrio, se te quita por completo la ebriedad. Tienen muchas ganas de hablar. Estás activo”.
¿Cambios físicos?
“Trastornos del sueño. Pérdidas irregulares de peso. También cambios emocionales […] está raro, te pone como que más efusivo y después, si ya no hay, te pone como cualquier droga que ya no las estás consumiendo”.
¿Te informaste antes de probarla?
“No, después. Durante el proceso”.
¿Qué les dirías a las personas que leerán esto?
“Que no es la gran cosa. Que no hay novedad. Es tal vez un gasto innecesario que te puedes echar al lomo. Y si tienes la astucia y las fuerzas de no hacerlo, evítalo.
“Vivan sin drogas”, se ríe.
Terminamos la entrevista. El camarógrafo le enseñó parte del video. Dijo que lo oscureciera más. Bebimos agua. En el sillón ya estaban dos kamikazes preparando el avión. Sacaron el encendedor, prendieron el foco y se hizo la luz.
¿PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA EN LA CIUDAD?
La meta se puede fumar, inyectar y meter por el ano, según la teoría y las páginas de internet de guía para los consumidores primerizos. Es un estimulante del miocardio: hace que el pecho comience a bombear más rápido. Esto aumenta los niveles de dopamina y, ¡pum!, te conviertes en una locomotora llena de payasos que no parará en varias horas.
Fuimos con los expertos esperando que nos ubicaran con cifras, casos, datos, números, síntomas: la información espesa y dura que secretan las instituciones.
Jesús Alfonso Rodríguez Aldape, el comisionado estatal de la Secretaría de Salud contra las Adicciones de Coahuila, en entrevista, negó que estemos frente a un problema de salud en la localidad. Dijo que Torreón y San Pedro son los municipios con más niveles de casos en los centros de rehabilitación por esta droga.
No cualquiera quiere soltar el foco, pues indicó que las cifras de drogadicción son difíciles de obtener: ellos se basan en las personas que acuden a dichos centros y no todos los consumidores se encuentran ahí.
Facilitó las cifras de casos presentados en rehabilitación en varios municipios: 8 en Torreón, 5 San Pedro, 3 en Matamoros, 1 en Nueva Rosita, 1 en Piedras Negras y 1 en Monclova; en total 19 casos en todos los centros y no tenía a la mano las cifras de Saltillo.
El despegue
El efecto de euforia y gran energía dura hasta 18 horas y puedes durar despierto varios días.
Las calles y los adictos vs la versión oficial
Contradicción las Para la Secretaría de Salud, los fumadores de cristal no representan un problema de salud pública, pero las consumidores y los decomisos en Coahuila van en aumento.
Norma Alicia Pérez Reyes, directora del Centro de Integración Juvenil en Saltillo (CIJ), aseguró que en lo que va del año, se han presentado 32 casos, siendo el de menor edad un niño de 13 años.
Esto quiere decir que tan sólo en un centro de Saltillo se han presentado casi el doble de casos que en todo Coahuila.
“A comparación de años pasados, la cifra es baja. La mayoría de los consumidores son trabajadores que tiene que funcionar largas jornadas laborales, como taxistas y camioneros”, dijo la directora.
MARIGUANA VS CRISTAL
La Encuesta Nacional del Consumo de Drogas realizada en el 2014 a nivel nacional a estudiantes de quinto de primaria hasta bachillerato (o preparatoria), en Coahuila, tomó como muestra a mil 178 alumnos de primaria (entre quinto y sexto), a mil 349 alumnos de secundaria y a mil 237 alumnos de bachillerato.
Los resultados muestran que el 16.3 por ciento de los estudiantes encuestados ha consumido drogas alguna vez en la vida. Como primer lugar de consumo se tiene a la mariguana, con 9.9 por ciento; y hasta en el último lugar, la metanfetamina, con 1.1 por ciento.
En número reales, porque los porcentajes siempre son confusos, lo anterior quiere decir que, de todos los alumnos encuestados, tan sólo son 3 mil 764 (dos veces la capacidad del Ateneo Fuente, aproximadamente), los que han consumido algún tipo de droga son 613; mariguana, 372; y cristal, 41 estudiantes menores de 17 años.
Sólo hay que recordar que en el último censo realizado por el Estado de Coahuila, dice que los morritos de primaria son 361 mil 650 alumnos; 155 mil 021 en secundaria y, en educación Media Superior, 107 mil 116: la encuesta sólo se realizó a 3 mil 764 alumnos. ¿Esto no inflaría los número de estudiantes consumidores?
Existe una evidente contradicción entre la Secretaría de Salud y los yonquis, amantes del cristal: la primera, no ha declarado problema de salud pública, y los segundos, cuentan que el consumo cada vez va más en aumento.
Cabe aclarar diferencias básicas entre los efectos del cristal y la mariguana y de la producción (según consumidores).
El primero: el efecto dura hasta 18 horas y puedes estar despierto varios días. La segunda, el efecto puede durar entre 3 ó 4 horas y regularmente te quedas dormido.
La meta se cocina en pequeños laboratorios. La mariguana se cosecha en hectáreas de tierra.
Y por último, el cristal se incluyó, en el Reino Unido, por la Convención Internacional de Psicotrópicos en la Lista II (Schedule II), lo que significa que la droga tiene un alto potencial de adicción y sólo es accesible por medio de recetas médicas oficiales, que no se pueden renovar.
Por su parte, de la mariguana cada vez se habla más de su legislación y legalización; en varios partes del mundo ya se puede usar de manera medicinal y hasta de manera recreativa, como en Las Vegas.
Lo impresionante es que en Saltillo, el precio de las dos es casi el mismo y en los decomisos registrados, sólo hay diez casos de diferencia (14.08 por ciento).
'ES COMO UN GUSANO QUE EMPIEZA A DESPERTAR POR DENTRO Y NO HAY QUIÉN LO PARE'
El síndrome de abstinencia es una serie de efectos físico y emocionales que se manifiestan al dejar una sustancia que se ha vuelto indispensable para nuestro organismo y, por ende, en nuestros estados de ánimo, según el libro Intervención en Drogodependencia.
Se puede manifestar a diferentes escalas dependiendo de la frecuencia en que fumes, inyectes o comas la sustancia. Es algo similar a lo que sucede sucede al dejar el cigarro, el café, la azúcar y a una pareja.
Para concluir con el aglomeramiento de datos, fuimos con el Dr. Mario Alberto José de los Santos, exdirector del Centro de Salud Mental en la ciudad y psiquiatra en varios hospitales.
Ahí estaba con la luz del sol entrando por la ventana y pegando en la espalda del doc. Con sus anteojos circulares y vistiendo de blanco, me recordó a algunas fotos de Freud que andan por internet.
Éste habló sobre los síntomas del síndrome de abstinencia al intentar dejar el “Cristo”. Él asegura que sí estamos frente a un problema de salud pública en la ciudad.
“Las abstinencias a estas sustancias generan mucha ansiedad, mucha taquicardia, son muy desagradables; obviamente generan otras complicaciones, no sólo de ansiedad, sino de deshidratación, complicaciones renales, problemas físicos y, obviamente, a largo plazo va causando atrofia de las extremidades nerviosas en la sinapsis de algunos neurotransmisores (las patitas que hacen que nuestras neuronas se comuniquen con eficacia y eficiencia).
“Sí, es una droga que tiene efectos severos en el cerebro a corto plazo”.
¿Has convivido con consumidores constantes?
“Lo que yo sí he visto en la clínica es que el riesgo adictivo, la forma tan agresiva en que empiezan el consumo y abrazan el consumo, es alarmante. Unos estarán a tiempo y la dejarán o dirán: ‘ésta no la pruebo’, pero habrá población muy vulnerable que tienen patrones que los llevan a un deterioro físico-social importante, en el que pierden todo”.
¿Es muy difícil salir?
“El deseo por la droga parece en ocasiones implacable. Algunos pacientes me han dicho: ‘Doctor, es como un gusano que empieza a despertar por dentro y no hay quién lo pare’.
“Es ajeno a la voluntad. Se dan cuenta que ya ni dinero tienen para comprar, y comienzan a realizar actos antisociales: robos, vender pertenencias, con tal de conseguir para la sustancia”.
“Los bajones producen escalofríos, temblores, sudoración, cambios digestivos y un malestar general muy importante y que, obviamente, lo hablo por experiencia, lo efectos se controlan regresando a consumir la sustancia.
“Si no hay deseo de salir, es muy difícil. Deben reconocer que están fuera de control”.
“Obviamente sí. No hay interés por los médicos para tratar el problema de la drogadicción. Yo pienso que es porque se frustran, ya que los adictos regularmente regresan a consumir”.
¿Estás de acuerdo en legalizar el consumo de drogas duras?
“Las medidas prohibitivas nunca han funcionado. Es muy debatible. Además son drogas que hacen muchos daños. Pero hay quienes han planteado legalizar todas para hacer frente a la violencia. No depende de mí la legalización.
“Valdría la pena hacer un análisis porque, evidentemente, el mercado sigue existiendo.
“Estos son problemas de salud. Pero hay que apostarle a la educación y a la legislación.
“Hay muchas cifras que se esconden”.
DATOS
19 casos de rehabilitación en todo Coahuila, de acuerdo a las cifras de la Secretaría de Salud contra las Adicciones.
32 casos de rehabilitación en lo que va del año en Saltillo, de acuerdo a cifras del Centro de Integración Juvenil de la localidad.
Decomisos de metanfetamina y otras drogas
En las bases de datos de VANGUARDIA, en lo que va del año se tienen registrados 71 casos de decomisos de drogas (Saltillo y Ramos): desde dos bolsitas, hasta varias toneladas.
De esos 71 casos, 16 están relacionados con el cristal (22.53 por ciento) y 27 con la mariguana (38.02 por ciento). Los decomisos de mariguana han sido de Toneladas y los del cristal no.