Crean crisálidas para los héroes, doctores que salvan vidas en un taller

El coronavirus no cede, pero estos médicos realizan un trabajo fundamental: cuidar de exposiciones nocivas a los paramédicos y a todo el personal de salud. En cada corte de plástico, en cada quemadura está una plegaria por los demás. Ésta, es su historia
Esfuerzo. “La friega vale la pena”, dicen los fabricantes de las cápsulas. JESÚS PEÑA

FOTO Y TEXTO: JESÚS PEÑA

Sí, tengo miedo. Lucio Casillas Martínez, enfermero del Sistema de Atención Médica de Urgencias (SAMU), adscrito a la Secretaría de Salud de Coahuila, lo confiesa sin asomo de vergüenza.

“Lo platiqué con mi esposa… y lloré”, dice Lucio y se ríe.

-  ¿Y de qué tienes miedo Lucio?

-  Es que estoy estresado, cansado de trabajar, y me da coraje que la gente no acate las indicaciones. Y tengo miedo de que a mí me llegue a contagiar una de esas personas y yo contagiar a mi familia, a mi esposa…

- ¿Y tú qué piensas Lucio?

- Dije, ‘la vida me puso aquí y vamos a agarrar este reto. No hay que saltar del barco, porque se nos brindó la confianza y sería muy miedoso saltar del barco’. Y aquí estamos… nadando a contracorriente.

Hace un mediodía sofocante en el taller de producción de cápsulas aislantes, para el traslado de pacientes con COVID-19, instalado en el estacionamiento de la Secretaría de Salud, y Lucio está dando, con un taladro, el toque final a una cabina azul.

Es la hora del break del equipo que desde mediados de marzo dedica 10 horas diarias, (de 08:00 a 18:00 horas), sin descansos, a la fabricación de estás cápsulas, ideadas por el doctor Érick Varela, experto en emergencias médicas, y perfeccionadas por cada uno de los miembros de esta brigada.

Esfuerzo. “La friega vale la pena”, dicen los fabricantes de las cápsulas.

Todos los días, Alberto Edel López Cruz, paramédico y enfermero, tiene que salir de casa y viajar en camión para incorporarse a este taller, pese a los riesgos que implica para su familia y más para su mujer, que vive con lupus.

“Tengo un hijo que me espera en casa, tengo una esposa con problemas de lupus. Entonces cualquier infeccioncita que yo lleve a la casa le puede pegar fuertísimo. Ese es mi máximo miedo.

“El COVID ataca a personas de la tercera edad, diabéticos, hipertensos, pacientes inmunológicamente deprimidos. Imagínate que yo lleve un bicho a la casa, no nomás COVID, cualquier otro, porque atendemos a infinidad de pacientes, con infinidad de enfermedades. El miedo es latente todos los días”.

Cuando Alberto llega a su casa, limpia sus zapatos antes de entrar, se pone gel antibacterial; de inmediato se da una ducha, mete su ropa sucia a una bolsa y la lleva directo a la lavandería.

Mientras Alberto está fuera de casa usa cubrebocas, y lentes.

Alberto es paramédico, y también hace cápsulas aislantes contra el coronavirus.

“Cada vez que terminas o que ves una nota en la prensa, ‘se atiende a paciente aislado con las cápsulas tales’, dices ‘valió la pena mi friega, mi trabajo, mi esfuerzo’, de saber que los compañeros que van trasladando a ese paciente van bien, seguros y el paciente va seguro, va cómodo, va aislado”.

EL CREADOR DE LAS CÁPSULAS

Érick Varela es médico general, paramédico nivel avanzado, maestro en salud pública y administración, “la mente maestra”, dicen sus pupilos, que creó estas cápsulas aislantes con tambos de plástico.

A él, su padre, que era profesor, le enseñó a manejar herramientas en casa, a idear cosas, resolver, a que había que ser creativos en momentos de dificultad, como éste.

“Es una adaptación de una cápsula que habitualmente se construye para trasladar pacientes con infección, con riesgo biológico o químico. Lo único que hicimos fue tomar los mismos principios de las cápsulas que universalmente se crean y adaptarlas a nuestras necesidades”, dice.

Aislantes. Cada cápsula es una esperanza de vida.

Para el médico Érick Varela, a quien sus pupilos apoyan sin dudarlo un segundo, lo primero fue buscar los materiales que permitieran generar una barrera de protección para el personal de las ambulancias, que traslada a los pacientes con COVID-19.

“Este material debía de reunir ciertas características: que fuera impermeable, que no se filtrara, que los tapones, los sellos fueran herméticos, para garantizar la no contaminación. Dimos con tecnología y materiales que ya se encuentran en el mercado. Como en Saltillo tenemos la empresa que fabrica estos tambos que se utilizan para el traslado de sustancias químicas…”.

-¿Cómo ve a sus muchachos?

-Son los muchachos de las trimotos de emergencia, son enfermeras y médicos que, con mucho cariño y mucho amor por la gente, se han dedicado a hacer cápsulas. Todos son médicos y enfermeras que se han dedicado a meter taladro, a cortar. No han dejado de venir, no han dejado de trabajar, no han dejado de aportar. Nadie ha dicho: ‘no quiero, no puedo, no voy a estar’ o ‘me da miedo’. No hemos parado en esta aventura…

UN EXPERTO QUE SABE SORTEAR LOS PROBLEMAS

Diez años ha que el doctor Varela se inició en los sistemas de emergencia de Puebla, donde se la vivía en una camioneta con equipos de urgencias y paramédicos, resolviendo contingencias.

Llegó dirigir un sistema de urgencias de más de 230 ambulancias, helicópteros…

Valerosos. Quienes atienden a enfermos por un virus tan contagioso, deben sobreponerse al temor y trabajar bajo mucha presión.

Le tocó la pandemia de influenza H1N1 en 2009; sismos  ciclones…

“El respaldo de mi familia siempre ha sido muy importante”.

Laura Arienne Martínez Jasso, médico general, maneja con maestría un taladro, una cortadora o una esmeriladora y una pistola caliente. En este taller aprendió a: “Andar de machetona, más que nada para el beneficio”.

Laura muestra las marcas de quemaduras que le ha dejado en las manos fabricar estas cápsulas, construidas a base de tambos de plástico, vírgenes, membranas de hule, tubos PVC, sudor, esfuerzos y regaños.

Hay que levantarse temprano los sábados y domingos para venir al taller.

-Tú también tienes familia Laura, ¿no?

-Vivo con mis papás y como quiera sí es un riesgo para ellos. Yo al estar fuera de mi casa soy un medio de contagio también.

Conocedores. Solo quien domina un protocolo de tratamiento, puede darle solución a los problemas prácticos.

-¿Tienes temor de contagiarte?

-No, porque es un riesgo que aceptas al estudiar este tipo de carreras.

-¿Qué le dirías a la gente?

-Que no salgan. Ayúdenos a cuidarlos. Estamos dando todo para que estén bien.

ES UN ESFUERZO QUE VALDRÁ LA PENA

Lluvisela Yajari Salazar Pérez, 32 años, enfermera del SAMU, y elemento del taller de producción de cápsulas aislantes para el traslado de pacientes con COVID-19, dice que con todo y que la gente en redes sociales ha criticado el trabajo de este equipo, tiene la certeza de que al final su empeño valdrá la pena.

Ella ha tomado parte en la fabricación de las más de 40 cápsulas que han sido repartidas a hospitales de todo Coahuila, como el IMSS, el Magisterio, la Cruz Roja, los nosocomios de la Secretaría de Salud, y que se han replicado en estados como Durango, Chihuahua, Tamaulipas, para protección de médicos, enfermeros y demás personal.

Y venció su entusiasmo por participar en este proyecto, que el miedo a contagiarse al salir de casa.

Han hecho un alto en el camino para entregarse, en cuerpo y alma, a la fabricación de las cápsulas.

ES UN GRUPO SINGULAR

Los del SAMU, (Sistema de Atención Médica de Urgencias), son los muchachos de uniforme que andan por toda la ciudad en sus trimotos verdes, atendiendo emergencias médicas.

Solo que ahora han hecho un alto en el camino para entregarse, en cuerpo y alma, a la fabricación de las cápsulas.

“Ellos son los que van a estar en las ambulancias todo este tiempo, atendiendo a los pacientes. Ya lo hacían con las motos Goliat, ahora lo harán con estos equipos (las cápsulas)”, dice el doctor Érick Varela.

Uno de ellos es Ricardo Saldaña Montiel, enfermero, apasionado de las urgencias.

“Estamos preparados para seguir trabajando, no importa cuánto tiempo tarde esto, si duran meses, pues aquí estaremos, al frente de la línea”.

-¿Estás preocupado Ricardo?

- Desde la escuela nos dijeron que este tipo de situaciones pueden llegar a suceder. Nos preparamos para eso y aquí estamos, vamos a hacerle frente.