El ejercicio es una de las mejores formas de deshacerse del estrés, pero en ocasiones el esfuerzo tras una intensa rutina puede llevar a desgastarte y aumentar dicho estrés.

“El ejercicio alivia el estrés, pero también te puede exprimir y volverte más vulnerable al estrés si eres presionado constantemente” dijo la doctora Michele Olson diciendo que debe existir un momento para recuperarse “Existen momentos para presionarse, pero esto no debe ser en cada sesión ejercicio”

Por esto recomendamos que intentes los siguientes consejos para no sentir la presión del ejercicio y animarte a continuar una sesión más.

Abandona la culpa

No necesitas un intenso ejercicio todos los días. No existe nada malo con salirte de tu rutina ordinaria y realizar un ejercicio diferente.

Busca variedad

Si por ejemplo solo sueles practicar spinning, es tiempo de frenarlo un momento para realizar un ejercicio más relajado. Optar por el yoga o los Pilates son buenos para estirar tus músculos favoreciendo un ejercicio cardiovascular moderado.

Prueba la analogía del “frasco brilloso”

Intenta lo siguiente tras terminar tu rutina: Recuéstate en el piso boca arriba con las piernas levantadas en un ángulo de 90° apoyados en una pared. Cierra los ojos e imagina que existe un frasco con agua. Luego imagina que se llena poco a poco de brillantina, y luego que se agitada una y otra vez.

El frasco simula tu mente, sacudiéndose intentando hacer todo a la vez. Una vez que tu mente está serena, la brillantina cae al fondo del frasco, permitiéndonos estar tranquilos.

Prueba esto tras una intensa rutina de ejercicio, y procura no “sobrecalentar” tu cuerpo y “escuchar” cuando este requiera de un descanso.

Con información de Shape.com