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Compran reporteros dos cabezas por 600 dólares
Como parte de una serie de especiales, la agencia Reuters confirmó que compró dos cabezas humanas y parte de una columna vertebral mientras investigaba a los "body brokers", vendedores de partes humanas no regulados en Estados Unidos.
Según la agencia de noticias, el reportero Brian Grow pudo comprar las cabezas y la columna después de unos cuantos intercambios de correos electrónicos.
Dicha información forma parte de una serie de reportajes titulada The body trade (El mercado de los cuerpos) que destapa el multimillonario negocio de la venta de órganos y tejidos humanos para su uso en investigación, educación y entrenamiento de profesionales.
Reuters identificó 34 “brokers” en Estados Unidos, la mayoría trabajando como compañías con fines de lucro.
Entre 2011 y 2015, la agencia estimó que estos “vendedores” recibieron al menos 50 mil cuerpos, enviando más de 182 mil partes a todo el país.
Durante más de un año, Brian Grow y John Shiffman indagaron a las empresas que se dedican a diseccionar y vender los cadáveres donados a la ciencia, muchas veces sin el conocimiento de sus familiares.
Estos bancos de tejidos, conocidos como "body brokers", que actúan como intermediarios entre los donantes y los compradores, suelen adquirir de manera gratuita cuerpos donados a la ciencia que luego trocean y venden por partes por cientos o incluso miles de dólares, normalmente a investigadores o instituciones médicas.
Los “brokers” consiguen que los familiares de los difuntos les donen los cadáveres, en vez de donarlos a las agencias estatales o universidades, ofreciendo ciertas ventajas, como recogida, transporte o cremaciones gratuitas.
Además, al contrario que las instituciones más convencionales, estos bancos suelen anunciarse de forma muy activa en hospitales, funerarias, residencias de la tercera edad, hospicios y por Internet.
Pero en otras ocasiones no es así: el informe de Reuters encontró que algunas funerarias se benefician legal e ilegalmente al dar los cuerpos a los ”brokers”.
De realizarse la donación ellos reciben entre 300 y mil 400 dólares.
Este motivo de ganancia, además de la limitada supervisión y la inestable posición legal, conduce a un espantoso tratamiento de los cuerpos.
Ejemplo de ello es que a una mujer le dieron unas cenizas falsas de su padre, las cuales estaban mezcladas con arena.
Por otra parte, con la ayuda de un forense, el reportero averiguó el nombre del difunto del que provenía la espina dorsal.
Tras lo cual encontró a su familia y realizó un test de ADN.
Los padres de Cody Sanders, que murió a los 24 años y sufría un complejo síndrome desde su nacimiento, no sabían que la empresa a la que donaron su cuerpo iba a beneficiarse de la donación, ni hasta qué extremo iba a ser troceado y vendido el cuerpo de su vástago.
Para tranquilidad de los lectores, cabe señalar que las partes del cuerpo que compraron los reporteros nunca fueron tocadas por ellos.
Después de que recibieran las cajas en una oficina temporal, establecida únicamente para la investigación, un servicio funerario las transportó al programa de donación de anatomía de la Universidad de Minnesota.