Coahuila, un peligro para ciclistas
Por: Francisco Rodríguez
Fotos: Francisco Rodríguez
Edición: Kowanin Silva
Diseño: Edgar de la Garza
Armando Acosta tripulaba una bicicleta rojo con negro y se desplazaba hacia el poniente en la carretera al ejido La Fe, en Torreón. Llovía a temprana hora cuando el conductor de una camioneta lo impactó. Armando, 20 años, murió en el accidente. Fernando Hernández, de 50 años, se dirigía en su bicicleta a Gómez Palacio por el Periférico de Torreón, cuando un automovilista veinteañero se distrajo y lo chocó. Fernando también falleció, había terminado su jornada laboral.
Estas historias, que cada vez son más frecuentes en la sección policiaca de los diarios, no son casualidad, coincidieron especialistas en movilidad urbana e investigadores consultados. A la par de un aumento de accidentes contra ciclistas en Coahuila, se acrecientan las políticas públicas encaminadas a favorecer el automóvil, mientras se desdeña la Ley de Movilidad Sustentable en del Estado.
Los datos no mienten: En Coahuila los accidentes contra ciclistas aumentan año con año, mientras que en la Ciudad de México, por ejemplo, descienden: En 2013 en Coahuila se registraron 181 colisiones con ciclistas mientras que en la Ciudad de México fueron 159; en 2014 en Coahuila se documentaron 269 y en Ciudad de México 153, y en 2015 fueron 297 colisiones con ciclistas en Coahuila, mientras que en la Ciudad de México fueron 131, según estadísticas accidentes de tránsito terrestres del INEGI.
La Zona Metropolitana de La Laguna, con siete veces menos población que la Ciudad de México, registra más colisiones con ciclistas.
Sergio Garza, profesor investigador de la Universidad Iberoamericana de Torreón, documentó y comparó en un estudio realizado con estudiantes de Comunicación, que en 2014 se registraron en la Zona Metropolitana de La Laguna (Torreón, Matamoros, Gómez Palacio y Lerdo que en conjunto suman alrededor de un 1.1 millón de habitantes), 237 colisiones con ciclistas, mientras que en la Ciudad de México (8.8 millones de habitantes) fueron 153, en Monterrey (1.2 millones de habitantes) 112, Guadalajara (1.5 millones de habitantes) 78 y Querétaro (805 mil habitantes) 41. En 2015 la cifra aumentó en La Laguna a 243 colisiones con ciclistas.
“Con la proporción tan elevada de accidentes en relación al ciclismo, se ve claramente que no ha habido la disposición y la atención a remediar este tipo de problemáticas. Se ha abandonado el ciclista, al peatón, se pretende solucionar prácticas graves con puentes peatonales elevados que la verdad poca gente utiliza. Siempre se pone en el centro al automóvil”, reclamó Sergio Garza.
En Durango los casos también son mayores aunque en menor proporción. En este estado el INEGI documentó 165, 230 y 190 accidentes en 2013, 2014 y 2015, respectivamente.
En la Zona Metropolitana de Piedras Negras, la cifra pasó de 37 colisiones en 2013 a 56 en 2015.
Alejandro Dávila Flores, investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdec) y miembro del colectivo de ciclismo urbano de Saltillo, “Rueda limpio”, expuso que los diagnósticos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son claros: en la medida que se depende del uso del automóvil, se asocia a una mayor incidencia en accidentes viales particularmente con motocicletas, peatones y ciclistas, mismo fenómeno que se agudiza en países con desarrollo intermedio y con un crecimiento poblacional intenso.
“Si lo combinamos con la ausencia de políticas adecuadas de movilidad, la dependencia del automóvil y sin infraestructura vial segura, es una combinación letal”, ahondó Dávila.
El rey es el auto
Para Sergio Garza, investigador de la Ibero Torreón, la región Laguna es una zona no construida para ciclistas, pues los gobiernos construyen ciclopistas donde pueden y no donde hacen falta.
“Lo hacen más con el ánimo de justificarse ante distintas instancias. La misma ciudad te impide el funcionamiento de esta infraestructura. Hay lugares donde ya se debería destinar espacio para ciclovías porque después será imposible y no lo hacen”, comentó.
Francisco Valdés Perezgasga, investigador académico y uno de los fundadores del colectivo Ruedas del Desierto, grupo de ciclismo urbano en La Laguna, criticó que es una regla de oro preguntarle al ciclista dónde es el mejor lugar para construir una ciclopista. “Lo que hacen (los gobiernos locales) son como puntadas. En otras ciudades tienen más y mejor infraestructura ciclistas y eso es inaceptable”, reprochó.
Alejandro Dávila Flores recordó que antes se pensaba que con mayor infraestructura para el automóvil, se iban a alcanzar mayores velocidades para traslados, lo que, dijo, se ha demostrado que no es así, pues al construir más infraestructura vial privilegiando al coche, se fomenta más el uso del mismo.
“La tendencia debe ser construir infraestructura para ciclistas, peatones y para el transporte masivo. En La Laguna, 5% de los traslados son en bicicleta, en Saltillo es el 1%. Las políticas de motorización han sido más intensas en ciudades del norte porque han sido ciudades donde el ingreso per cápita está por encima de la media nacional”, apuntó Dávila.
Además, criticó que en las ciudades de Coahuila hay un claro descuido en las políticas de urbanización, pues se han permitido muchos lotes baldíos en el espacio, y eso, por ejemplo, ocasiona dispersión y distancias mayores para un traslado.
Según datos del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (IPTD), en 2014 se invirtieron del presupuesto de fondos federales para proyectos de movilidad urbana, apenas 4% para Movilidad Urbana Sustentable (MUS) en la Zona Metropolitana de Piedras Negras, 2% en la Zona de La Laguna y 0% en la Zona Metropolitana de Saltillo. En contraparte, la Zona Metropolitana de Cancún destinó 83%, la de Monterrey 52% y la del Valle de México 26%.
“Hay una especie de caciquismo, los gobernantes no se encargan de administrar los bienes de la colectividad sino que se sienten dueños y gastan en lo que ellos creen”, sostuvo Salvador Sánchez.
Alejandro Dávila, investigador de la UAdeC, criticó el grado de disparidad que existe en la designación de recursos, lo que, aseguró, contrapone la Ley de Movilidad Sustentable de Coahuila, publicada en el Diario Oficial, el 26 de diciembre de 2014.
En el Artículo 4 de la Ley se establece que se otorgará prioridad en la distribución de recursos presupuestales jerarquizando, primero, la movilidad del peatón, después de ciclistas, luego usuarios del servicio de transporte público de pasajeros, enseguida de prestadores del servicio de transporte público de pasajeros, prestadores de transporte de carga y distribución de mercancías y por último conductores de transporte vehicular automotor.
“Es fecha que la Ley no se aplica ni por el Estado ni por los municipios. No respetan las leyes. No se ha incorporado. Vimos recientemente la asignación de recursos del Impuesto Sobre Nóminas y salvo un proyecto, no hay nada”, criticó Dávila.
Gobiernos en otro carril
En La Laguna, de un par de años a la fecha se ha registrado un boom de grupos de ciclistas que han ‘tomado’ la ciudad en recorridos masivos. Ruedas del Desierto, Laguna Bike, Ecociclismo, Bicionarias Laguna, BiciLaguna, entre otros grupos han surgido como un reflejo tanto del aumento en el número de ciclistas, como en la cultura ciclista de la región.
Salvador Sánchez, académico de la Ibero Torreón, documentó en el capítulo Movilidad Urbana y Participación Social en La Laguna, del libro Democracia en América Latina, cómo el movimiento de ciclistas en la Comarca fue el segundo más vigoroso en los últimos años después del de Morelia.
“En 2010 no había nada, y en el pico más alto en 2014 y 2015, había hasta 15 mil ciclistas a la semana distribuidos en varios grupos”, comentó Sánchez.
A pesar del vigor, el impacto en políticas públicas ha sido casi nulo, dijo Sánchez. “Cómo es posible que vayas a otra ciudad del país y ya cuenten con cierta infraestructura para el recorrido en bicicleta. Aquí al revés, a pesar de un vigoroso movimiento, no hay nada”, lamentó.
Para el académico, el boom de ciclistas en la Laguna representó una expansión sin precedente del ejercicio de las libertades y del espacio público, entendiendo el último como el lugar donde la gente discute los problemas que le atañen.
“La sociedad en la región está poco politizada, no discute los temas que le competen como colectividad y con el movimiento ciclista se logró discutir”, opinó. Sin embargo, recalcó que el movimiento social no ha podido reivindicar al ciclista en término de infraestructura urbana.
Francisco Valdés de Ruedas del Desierto, coincidió que el boom ciclista no va a la par de las autoridades. “No se ponen las pilas, consideran la bici como un juguete y no un medio de transporte y no lo ven con más seriedad”, lamentó.
Valdés Perezgazga consideró que La Laguna es como Holanda pero sin lluvia, por lo que, dijo, se deberían crear las condiciones para tener un montón de ciclistas como en aquel país, considerado el paraíso de los ciclistas.
“Tenemos las condiciones de una ciudad plana; no llueve. Las pendientes y lluvias son elementos que disuaden a la gente a andar en bicicleta. Pero aunque estemos a la vanguardia con el número de ciclistas, seguimos rezagados en infraestructura”, añadió.
El académico Sánchez, consideró que existen falsas ideas, como que la bicicleta es un instrumento prehistórico y que lo “chic” es un coche. “Los tomadores de decisiones así lo piensan”, refirió.
Sánchez opinó que el modelo de civilización en Coahuila y en municipios como Torreón y Saltillo, es el de Houston de los años setentas, con los malls y los freeways. “Nos enorgullecemos por un nudo mixteco (Torreón) que está espantoso, por pasos a desnivel y distribuidores viales. Aparte que en ellos se arriesga la vida, no deja de ser un modelo de modernidad norteamericano, cuando hay modelos de ciudades europeas que no rebasan los 4 millones de habitantes que encajaría mejor en nosotros. El problema es que alguien eligió por nosotros”.
Relegan infraestructura ciclista
Coahuila pasó de tener 707 mil 121 automóviles a 741 mil 515 carros, un promedio cercano a 2.5 vehículos por cada 10 personas, según el registro de vehículos automotores del INEGI.
Como Zona Metropolitana, La Laguna tiene 347 mil 283 vehículos, según investigaciones de Sergio Garza en base a datos oficiales. 142 mil 13 están registrados en Torreón y 140 mil 352 en Gómez Palacio, pese a tener esta última la mitad de población que Torreón.
“En el 2000 había 119 mil 67 en toda la zona, 77 mil en Torreón y 28 mil 254 en Gómez. El salto en Gómez Palacio es increíble”, resaltó Garza. El incremento en la ZML en 15 años fue de 191.6%; en Gómez Palacio aumentó 396.7%, lo que podría explicarse, según Garza, al registro y plaqueo en la ciudad duranguense debido a los menores costos a comparación del lado coahuilense.
En la Zona Metropolitana de Saltillo, habían en el 2000, 102 mil 189 automóviles según el registro del INEGI, 94 mil 69 en Saltillo; para el año 2015, la cifra es de 284 mil 461 autos. Un aumento del 178 por ciento en 15 años.
En la Zona Metropolitana de la Ciudad de México hay más de 5 millones de vehículos según un estudio del Centro Mario Molina, aunque la última cifra del INEGI, en 2014, es de 4 millones 737 mil 749 vehículos.
Para Sergio Garza y Francisco Valdés, sí hay tiempo de corregir, siempre y cuando se replantee con urgencia el destino de los recursos y no darle todo al coche.
“La mitad de nuestros desplazamientos son de personas que no tienen automóvil. Frente a esta política de destino de recursos, el mensaje es que el auto es el rey de la vía pública y eso hace más invisible al peatón, al ciclista como usuario. Y quizá es el reflejo de la carencia de conciencia tan grave para que existan tantos accidentes”, opinó Garza.
Alejandro Dávila insistió que existe la ventaja que las políticas recomendadas son menos costosas que las inversiones actuales. “El rezago es mucho y hay mucho por hacer pero también es mucho lo que se puede hacer a un corto plazo”, comentó. Lo que limita, agregó, es que el gobierno no es subsecuente. “No han pasado del discurso a la acción”, lamentó.