Círculo de Oro: Pedro Pantoja, asesor espiritual de la Casa del Migrante
El padre Pedro Pantoja conoció en carne propia la realidad y el sufrimiento de obreros, campesinos, mineros y migrantes. Por eso se ha consagrado a defender los Derechos Humanos de los más desfavorecidos. Por eso, por fe en Dios y por su búsqueda de justicia.
Se dedicó a predicar la palabra de Jesús con su ejemplo de humildad, poniendo siempre por delante al más necesitado. No por nada fue una de las voces más potentes dentro de la iglesia católica.
Inició su defensa por los derechos de las personas en tránsito con la Pastoral de los migrantes en 1996, en Ciudad Acuña, donde consolidó un refugio.
Después, el presbítero fundó la Casa del Migrante en Saltillo, que lleva 18 años dando apoyo a las personas centroamericanas que llegan de paso a la ciudad con el objetivo de continuar su camino hacia la frontera.
Los años de estudio sociológico y teológico los transformó en palabras de aliento, en oraciones. Los transformó en el esfuerzo al momento de preparar los alimentos, en justas legales, en manifestaciones públicas. Los transformó en cada atención que brinda el albergue y también en darse el tiempo de escuchar a cada uno, pues considera que migrar es una experiencia de dolor, lucha, hambre, incomprensión y persecución.
QEPD.
GRACIAS PADRE PANTOJA.