CDMX.- El director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales, adelantó una posible reducción en la venta de vehículos ligeros en el país para el cierre de 2017.

En conferencia de prensa, para dar a conocer los resultados de ventas nacionales al mes de julio, el directivo destacó que dicha situación no debe representar ningún síntoma de “alarma”.

Como se informó hace unos días, en julio pasado las ventas cayeron 7.3% en comparación con igual mes de 2016, lo que significó 9,654 unidades menos, para llegar a 122,110 vehículos vendidos.

A pesar de que julio representó el tercer mes con baja en las ventas de vehículos nuevos en el país en lo que va del año, el representante empresarial dijo que “no puede considerarse un resultado desalentador o que genere alarma dentro de nuestro sector”.

Luego de que en febrero, abril y julio de este año se reportaron reducciones en las ventas de vehículos, Rosales admitió que el organismo analiza revisar sus estimaciones de ventas, de 138,850 unidades para agosto y de 1.6 millones de autos para este año.

Explicó que en 2015 y 2016 el comportamiento del mercado mexicano fue inusual, con a una gran demanda, “por lo que ahora estamos sobre una base de comparación fuera de la tendencia difícil de sostener”.

Lo que ocurría, refirió, era la conjunción de factores positivos, como una importante oferta comercial, precios estables de vehículos, periodos de inflación más bajos, un incremento de la formalidad y el empleo, aunado a la competencia en el sector financiero.

Asimismo, influyeron las bajas tasas de interés, lo cual se sumó a la reducción y el control en la importación de vehículos usados, que permitió la recuperación de la demanda rezagada a partir del declive en las ventas.

“Creemos que las perspectivas de corto y mediano plazo apuntan a una fase de estabilidad, que puede estar para 2017 y 2018 ligeramente por arriba de 1.6 millones de unidades”, si la economía nacional no se ve afectada en lo futuro, apuntó.