Beneficios de la vitamina K
La vitamina K actúa como una de las terapias más importantes a la hora de luchar contra el envejecimiento. Es muy importante para la coagulación de la sangre, y una investigación reciente ha probado que esta vitamina puede ser una herramienta esencial en la prevención y el tratamiento de algunos trastornos relacionados con la edad.
Uno de los descubrimientos más importantes, es que regula la producción y el flujo de calcio, lo que hace que sea clave para prevenir y tratar algunas enfermedades comunes relacionadas con la edad. A continuación, vamos a hablar sobre los beneficios de la vitamina K:
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Para la osteoporosis: se trata de una enfermedad ósea degenerativa, que se da cuando el calcio se extrae de los huesos. Algunos estudios recientes han probado que aquellos que tienen mayores niveles de vitamina K, tuvieron un riesgo significativamente menor de osteoporosis y todos los problemas que vienen de esta enfermedad, como la fractura de cadera, por ejemplo.
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Para la arteriosclerosis: aquí estamos hablando del endurecimiento de las arterias, una enfermedad que causa la calcificación arterial, y se da cuando se pierde el calcio en las arterias. Algunos estudios japoneses afirman que la vitamina K reduce la calcificación arterial.
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La diabetes: los estudios japoneses, también han probado que la deficiencia de vitamina K conlleva problemas pancreáticos debido a la liberación de un exceso de insulina en la sangre. Se está investigando la posibilidad de que esta vitamina pueda usarse en el tratamiento contra la diabetes.
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Alzheimer: existe una correlación entre la falta de vitamina K y la presencia de una variante genética concreta que se asocia con el Alzheimer. Se ha probado, que sin suficiente vitamina K que regule la creación y el flujo de calcio en todo el sistema, el daño arterial puede conllevar problemas con la función cerebral.
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Hay que tener en cuenta, que el cuerpo puede fabricar vitamina K, pero que solo sintetiza sólo un tercio de la cantidad que necesitamos. Por eso, es importante comer alimentos que contengan la vitamina K, como verduras de hoja verde o hígado, por ejemplo, o tomar suplementos alimenticios para no caer en una deficiencia de vitamina K.