Ataques a hospitales y escuelas en Siria deja 50 muertos

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Ataques a hospitales y escuelas en Siria deja 50 muertos

Los escombros de un hospital de la organización en Ma'arat Al Numan, Siria. Foto EFE
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se mostró profundamente preocupado y condenó los hechos como una "violación flagrante del derecho internacional".

La serie de ataques perpetrados hoy en Siria a cinco hospitales y dos escuelas dejaron un saldo de casi 50 muertos, entre ellos muchos niños, según indicó el portavoz de la ONU, Farhan Haq.

Además, muchas personas resultaron heridas en ataques en las provincias de Alepo e Idlib, en el norte del país, agregó el portavoz en Nueva York.

Médicos sin Fronteras (MSF) reportó que un hospital patrocinado por la organización fue destruido en un ataque aéreo durante bombardeos en la provincia de Idlib.

"El hospital fue alcanzado cuatro veces en al menos dos ataques ocurridos en pocos minutos", señaló la ONG, que denunció "lo que parece ser un ataque deliberado contra una instalación sanitaria".

"La destrucción del hospital en la ciudad de Maarat al Nuaman deja a una población de unas 40,000 personas sin asistencia médica en una zona de conflicto activo", lamentó MSF, que apoyaba al centro médico desde septiembre.

Además, en un ataque a otro hospital en la ciudad murieron dos enfermeras, agrega MSF sin mencionar a posibles responsables.

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, en el ataque murieron entre ocho y nueve personas, aunque la cifra podría aumentar ya que al parecer hay víctimas sepultadas bajo los escombros.

El Observatorio, con sede en Londres y afín a la oposición siria, cree que los ataques fueron efectuados por aviones de combate rusos.

Sin embargo, el embajador sirio en Rusia atribuyó a Estados Unidos el ataque contra el hospital patrocinado por MSF en el norte de Siria.

"En realidad, el hospital fue destruido por las Fuerzas Aéreas estadounidenses. Las fuerzas aéreas rusas no están relacionadas con esto", dijo el embajador Riad Haddad, citado por la agencia Interfax.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se mostró profundamente preocupado y condenó los hechos como una "violación flagrante del derecho internacional".

El sistema de salud en Siria, de por sí ya destruido, está siendo aún más debilitado por los ataques, señaló. Además, estos ataques echan sombra a los compromisos de una tregua establecidos en la reciente conferencia de Múnich sobre Siria, agregó Ban.

Estados Unidos también condenó duramente los ataques a hospitales. Que el régimen sirio y sus seguidores continúen con sus ataques deja dudas sobre la determinación de Rusia de detener las acciones brutales del régimen del presidente Bashar al Assad contra su propio pueblo, dijo el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, John Kirby.

"Lo que hoy ha sucedido con el hospital de Médicos sin Fronteras no se puede aceptar bajo ninguna circunstancia", afirmó la responsable de política exterior de la UE, Federica Mogherini.

La Unión Europea continuará ejerciendo presión sobre todas las partes para proteger a la población civil, agregó.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, se mostró a favor de establecer una zona de exclusión aérea sobre Siria, durante una entrevista con el diario alemán "Stuttgarter Zeitung" adelantada hoy en la edición digital del rotativo.

"En la situación actual sería de gran ayuda si existiera una zona en la que no volara ninguno de los participantes en los ataques, es decir, una especie de zona de exclusión aérea", explicó.

"Si se consiguiera lograr un acuerdo de este tipo entre la coalición anti (presidente sirio Bashar) Al Assad y los partidarios de Al Assad, sería de gran ayuda", apuntó la mandataria alemana al mismo tiempo que descartó llevar a cabo negociaciones con la milicia terrorista Estado Islámico.

Hace unos días se produjo otro ataque aéreo contra una clínica apoyada por MSF en el sur del país, dejando tres muertos. Además, en octubre Rusia desmintió haber sido responsable del ataque contra un hospital de Idlib que dejó 13 fallecidos.

Por otro lado, al menos diez civiles, entre ellos tres niños, murieron en ataques aéreos en Azaz, cerca de la frontera turco-siria. El Observatorio Sirio cree que también en este caso se trata de ataques rusos.

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, prometió defender las posiciones rebeldes en la zona. "No permitiremos que Azaz caiga", afirmó el mandatario durante un viaje a Kiev.

Davutoglu advirtió además a las milicias kurdo-sirias (YPG) que no sigan avanzando en la región, después de que Turquía bombardease sus posiciones en los últimos días.

Estas milicias son el brazo sirio del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) de Turquía. En la lucha contra el Estado Islámico en Siria son uno de los principales aliados de Occidente.

Según la agencia de noticias DHA, el Ejército turco bombardeó hoy objetivos en la región de Azaz, en respuesta a supuestos disparos por parte de los kurdos.

En tanto, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, pidió a Moscú, Ankara y a las fuerzas kurdas que actúen con moderación en Siria y respeten un cese de hostilidades acordado en Múnich la semana pasada.

"Esto rige para las operaciones militares de Rusia y el régimen sirio en la región de Alepo y los recientes ataques de la milicia YPG en el norte de Siria," dijo Steinmeier durante una reunión de ministros de Exteriores de la UE en Bruselas. "También Turquía debe mostrar moderación", agregó.