El controvertido Donald Trump es un personaje irresistible para los virtuosos de la sátira: dos de las publicaciones semanales más prestigiosas de Estados Unidos, "The New Yorker" y "Time", coinciden en golpear al candidato presidencial del Partido Republicano desde sus siempre artísticas portadas.

Ambas hacen alusión de un modo u otro a la caída del multimillonario en las encuestas tras la convención en la que fue nominado oficialmente como aspirante a la Casa Blanca por su formación, en la que cada vez más voces expresan su disgusto y su rechazo hacia él.

"Time" salió esta semana con una ilustración de la cabeza del multimillonario derritiéndose literalmente y, a un lado, la palabra "meltdown", un sustantivo que significa derretimiento pero que también se utiliza para expresar la idea de hundimiento.

Las últimas encuestas dan diez puntos de ventaja a la candidata demócrata, Hillary Clinton, sobre él.

La portada de "Time" es obra de Edel Rodríguez. En las páginas interiores, la revista semanal hace referencia a las polémicas protagonizadas por el magnate tras su nominación.

"The New Yorker", por su parte, lleva a su portada de la semana que viene una ilustración de Trump bajo nubes y una lluvia que le ha aplastado el cabello hasta cubrir su rostro, según avanzó hoy la publicación.

"Como mucha gente preocupada, he estado siguiendo obsesivamente las predicciones, los pronósticos y los modelos informáticos, esperando un punto de inflexión en esta temporada política calenturienta", señala el autor de la portada, Barry Blitt, jugando con términos que aluden a la meteorología para referirse a la política estadounidense. "Al final parece que podríamos tener un bendito alivio".

La editora de la publicación, Françoise Mouly, titula esa portada "El día de lluvia de Donald Trump' por Barry Blitt".

No es la primera vez que la revista preminentemente cultural saca al aspirante a presidente en portada. De hecho, desde que el multimillonario anunció su candidatura, Blitt ha sido autor de cinco contando esta.

Trump lleva dos semanas en las que se ha ido superando a sí mismo en lo que a polémicas se refiere: atacó a los padres de un soldado musulmán muerto en Irak, sugirió a los defensores de la tenencia de armas frenar a disparos a la aspirante demócrata, Hillary Clinton, y a esta y al presidente Barack Obama los ha tachado de cofundadores de la organización terrorista Ejército Islámico, entre otras cosas.