Un total de 10 personas han comparecido ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para declarar en torno a la muerte del comerciante Mario Sánchez Arzola, que fue ultimado de un balazo en el corazón el 
sábado afuera de su domicilio en la colonia Ignacio Zaragoza.

En su mayoría los comparecientes son integrantes de la familia del taquero, quienes argumentaron que a Mario Sánchez lo fueron a buscar hasta el negocio que se localiza en bulevar Fundadores y Jacarandas los dos asesinos.

Al no encontrarlo acudieron a tocar la puerta de su casa, ubicada a un lado de la taquería, y al ser recibidos por un menor de edad preguntaron por Mario con la excusa que eran supuestos proveedores de comidas procedentes de la ciudad de Durango.

Justo cuando vieron salir al comerciante de su hogar, uno de ellos le disparó con una pistola tipo escuadra directo al pecho, y al verlo desvanecido los agresores abordaron un vagón color blanco y huyeron a exceso de velocidad.

ENCUENTRAN ARMAS

Otras versiones que se dieron a conocer en la coordinación de Homicidios de la PGJE, es que los responsables, al transitar a exceso de velocidad por la calles de Olga Moreno y María Herrera del mismo sector, en pleno escape arrojaron dos armas.

Una de ellas es una pistola 9 milímetros, la cual quedó debajo de una camioneta; la otra es un arma larga que quedó en la jardinera de una casa, mismas que fueron recolectadas por personal de la Policía Investigadora.

Por lo pronto no se han obtenido pistas para localizar al o los presuntos responsables, y aún siguen declarados como prófugos de la justicia.

La Policía Investigadora aún debe analizar los videos que pudieron haber captados las cámaras urbanas que se encuentra en la base del puente vehicular del bulevar Fundadores, frente al negocio de la víctima.

Como se informó el día de los hechos, el comerciante ya había librado dos ataques anteriores, el último de ellos en noviembre pasado cuando su vehículo Hummer fue rafagueado y fue herido en cuatro ocasiones.