Mientras los Minnesota Vikings ponían en orden sus prioridades de receso de temporada luego de ser eliminados en el Juego de Campeonato de la NFC de la temporada 2017, los puntos que destacaron de la lista fueron el contratar a un coordinador ofensivo, resolver el dilema en la posición de quarterback y añadir profundidad a la línea defensiva.

En el cierre de la primera ola de la agencia libre, todos esos pendientes quedaron resueltos.

Al añadir a dos jugadores Pro Bowl en dos días como el quarterback Kirk Cousins y el tackle defensivo Sheldon Richardson, los Vikings no sólo cubrieron necesidades en esas posiciones, sino que solidificaron a Minnesota como contendiente al Super Bowl.

Así como fue importante para los Vikings contratar al más cotizado agente libre en la posición más importante de todos los deportes, fue igualmente importante llenar el hueco en la defensiva número uno de la NFL.

El coach Mike Zimmer señaló a la falla en la capacidad de presionar de la defensiva de los Vikings en “quizá cuatro de los últimos cinco juegos” del equipo como la razón del bajo desempeño de su unidad.

No poder presionar a los quarterbacks rivales como lo hicieron antes en la temporada regular se debió a lesiones y a una debilitada rotación en la línea defensiva.

Minnesota obtuvo más que una mejoría el viernes al obtener a un jugador como Richardson con capacidad de cambiar el rumbo de un partido.

Al entrar a su sexto año en la NFL tras una temporada en Seattle y las cuatro primeras con los Jets, la selección de primera ronda en 2013 fue el tackle defensivo más cotizado en la agencia libre.

Richardson dijo que le hizo difícil a su agente, Ben Dogra, encontrarle el mejor trato, porque “no terminó lo suficiente en la cara del quarterback”. Zimmer no lo vio necesariamente así.

“Sheldon es un tipo que fue, incluso la temporada pasada, uno de los linieros defensivos que más caos provocó en la NFL para llegar al quarterback desde su puesto”, destacó Zimmer.

“No tuvo muchas capturas, pero como he dicho antes, las capturas no son nuestro principal objetivo. Se trata de sacar de ritmo al quarterback, de su zona y de su sincronía”.

Richardson tuvo una captura en 2017, pero sumó 44 tacleadas, 28 apresuramientos y siete golpes al quarterback, de acuerdo a Pro Football Focus.

Lo que da un tackle defensivo a la línea frontal que se espera tenga a Danielle Hunter, Joseph, Richardson y Everson Griffen no se mide sólo por estadísticas.

Y, sí se cuenta con la mano de Cousins, los Vikings tendrán muchas excusas para ser serios candidatos al Super Bowl.