Defraudadores se hacen pasar por Peñoles y rematan sus bienes

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Defraudadores se hacen pasar por Peñoles y rematan sus bienes

Página falsa de Peñoles. Foto: Tomada de Internet
En una página falsa, venden maquinaria a precios bajos, desde retroexcavadoras hasta autos deportivos.

A través de un portal falso, se ha tratado de estafar a la gente a nombre de la empresa Peñoles, pidiéndoles depósitos de dinero a un número de cuenta para la supuesta venta de vehículos y maquinaria pesada.

Sin embargo, la empresa Peñoles publicó un anuncio de alerta en su web oficial sobre una página falsa (http://grupopenoles.com.mx/), donde se ofrece maquinaria y equipo, por lo que advierte a la ciudadanía que tomen precauciones.

“¡Precaución! Industrias Peñoles, S.A.B. de C.V., informa que no vende maquinaria ni equipo bajo ningún esquema. Se solicita a la comunidad extremar precauciones”, se lee al ingresar al link http://www.penoles.com.mx/, que es la página oficial de la compañía.

VANGUARDIA se comunicó al número que aparece en la página apócrifa, donde se informó que se debe hacer un depósito a la cuenta 4058454810 del Banco HSBC, que supuestamente está a nombre de Grupo Peñoles o de Jorge Toscano, a quien la persona que atendió el teléfono señaló como representante legal de Peñoles.

Foto: Tomada de Internet

Desde el inicio de la llamada hubo varias inconsistencias. Al hablar al celular, contestó un hombre con la frase “Grupo Peñoles”, y cuando se le preguntaron más detalles de la venta de autos, nos remitió a la oficina.

Luego de varios intentos, contestó una mujer, quien aseguró que el vehículo que nos interesaba estaba disponible, pero había que depositar 20 mil pesos y luego tendríamos un mes para liquidar.

Cuando le preguntamos cuál era el número de cuenta, dijo que hasta el momento en que nos encontráramos en el banco Banorte para realizar el depósito lo otorgaría.

Posteriormente aseveró que podríamos acudir a ver el carro, no obstante, cuando se le preguntó el horario, repuso que el vehículo ya no estaba disponible y colgó.

En una segunda llamada al mismo número, contestó un hombre, quien contradijo lo que anteriormente había comentado la mujer.