A la 05:00 horas y con neblina producido por las lluvias recientes, decenas de feligreses llegaron a la primera misa en el templo del Ojo de Agua, que sería presidida por el obispo Raúl Vera.

A esa hora los comerciantes, contados por cientos, amodorrados llegaban a lugar cuando ni el champurrado estaba listo, aun así, ni un solo lugar dentro del templo se encontraba vacío.

Claro que algunos aprovecharon para echarse “una pestañita” durante la homilía del obispo, que está vez trató sobre los jóvenes y la ola de suicidios que sigue presentándose en Coahuila.

Es la fiesta del Santísimo Cristo del Ojo de Agua, una de las que más convoca a feligreses en Saltillo.

Durante el día la lluvia no cesó y los danzantes ni así dejaron de danzar.

Cientos de personas subían y bajaban la pendiente de la calle Hidalgo, cerrada para el tráfico vial y convertida en un auténtico río a causa de la lluvia. Caminar entre los puestos y el agua que para pasadas las 12:00 del día no dejaba de correr cuesta abajo, significó todo un reto, y llegar a las escalinatas al pie del templo representó un verdadero milagro.

‘SIN SENTIDO DE LA VIDA’

La fiesta se celebró un día antes del Día Internacional del Combate al Suicidio, por lo que el obispo aprovechó para opinar dobre el tema. Durante la homilía señaló al neoloberalismo como responsable directo de que los jóvenes crezcan sin padre, por las largas jornadas laborales de las maquilas.

En entrevista, se negó a aceptar que existiese una ruptura de los jóvenes con el catolicismo y añadió que el problema es un exceso de nihilismo y falta de sentido en la vida.

“El tema es el nihilisimo. La base de cuando nace el capitalismo, detrás de él es un sin sentido de la  vida. Quien en este momento está gobernando al mundo es el dios dinero. Nuestros políticos están arrodillados ante el dinero, ese es el sentido de la vida; ni la familia, jóvenes ni los niños son tomados en cuenta por el sistema”, lamentó.

Mientras, afuera del templo grupos de danzantes seguían con su incansable baile en honor al Santísimo Cristo del Ojo de Agua, cuya fiesta patronal, a lo largo de su historia, es “bendecida” cada año por la lluvia.

¿Lo sabía?

La festividad parroquial del Ojo de Agua data desde 1840.

Hace 90 años llegó la sagrada imagen del Santísimo Cristo del Ojo de Agua a esa parroquia.

40 años cumple el templo de haber sido erigido como parroquia.

Fue el obispo Francisco Villalobos quien “bautizó” como Santísimo al Cristo del Ojo de Agua, para diferenciarlo del Santo Cristo de la Capilla.