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7 aspectos "negativos" de las casas minimalistas
Las casas diminutas andan apareciendo en los medios y por todo el mundo hace diez años, sobre todo en los últimos.
Esto puede parecer un regreso a épocas más sencillas, cuando la vida era menos complicada y agitada. Sin embargo, cabe señalar que los dueños de esas viviendas no están libres de obstáculos.
“Mucha gente cree que una casa chiquitita soluciona todo por arte de magia”, sostuvo Dan Stephens, que vive en una vivienda diminuta en Utah con su esposa, Meg. “No es verdad ni por asomo”.
Aunque vivir en una casa diminuta tiene numerosos beneficios, les dejamos algunos factores que tal vez toda persona o familia deba tener en cuenta a la hora de mudarse a una.
7. El peso
“Nuestro remolque tiene una clasificación de peso para vehículos de 4.535 kg”, dijo Meg Stephens, “ese es el peso máximo que puede transportar el remolque, que incluye su propio peso. La casa pesa 3.774 kg”. O sea, Meg y Dan Stephens necesitan que sus pertenencias personales pesen menos de 761 kg.
“De hecho, es un problema muy común: gente que construye casas diminutas sobre remolques muy chicos. Si en vez de uno personalizado hubiéramos comprado un remolque práctico típico de 2 ejes y 6 metros para la casa, esos aguantan hasta 3.401 kg”, declaró ella. “Nuestra casa habría sobrepasado ese peso por bastante. Eso es súper peligroso de remolcar y también para andar por una carretera con más peso del que el remolque puede aguantar”.
Ivor Berry viaja con su vivienda minúscula, que pesa menos de 2.267 kg porque es la capacidad de remolque de su coche.
6. Estacionamiento y seguridad
La diminuta casita de Berry fue pensada para la movilidad, lo cual le permite viajar con frecuencia. “También tuve que encontrar un lugar donde dormir la mayoría de las noches”, escribió por e-mail.
Estacionar una vivienda diminuta puede violar más normas y regulaciones de las que uno podría imaginarse, por eso siempre es buena idea cerciorarse de estacionar en un lugar donde eso sea legal y cooperar con los funcionarios locales de codificación y zonificación.
Meg y Dan Stephens discutieron sus inquietudes por la seguridad a la hora de estacionar una casa diminuta.
“Técnicamente, podrían robarnos la casa entera”, declaró Dan Stephens. “Ya le pasó a alguien”.
Esta nota de NPR narra brevemente la historia de una mujer a la que le robaron la vivienda minúscula en California. Según la nota, la casita fue recuperada después que el ladrón la abandonó en un shopping.
La seguridad es todo un tema, y Meg Stephens discutió formas de impedir robos, como evaluar cuidadosamente dónde estacionar y usar un cepo para protegerla.
5. Privacidad
Con esto no nos referimos a la privacidad respecto a los demás, aunque es posible que una casa diminuta llame la atención y atraiga a visitantes, pero si uno planea vivir en muy poco espacio con otra(s) persona(s), quizás deba preguntarse cuánta privacidad necesita. La casita de Meg y Dan Stephens tiene unos 14 metros cuadrados. Al preguntarles por su privacidad, él afirmó que carecen por completo de eso. Esto puede funcionar mejor en algunas parejas que en otras.
“Para las parejas con problemas maritales”, sostuvo Meg Stephens, “apretujarse en una casa diminuta no va a ayudar”.
4. Despojarse de cosas
Achicarse y eliminar todo exceso es uno de los pilares del minimalismo. La palabra significa reducir las posesiones materiales a lo mínimo indispensable, lo cual puede venir muy bien para una vivienda minúscula. Pero ¿y si hay ciertas cosas a las que uno se apegó mucho?
“Para quien tenga muchas cosas con las que se sienta conectado, tratar de encajar todo en una casita va a resultar muy doloroso”, afirmó Dan Stephens.
3. Cocinar
Mucha gente diseña sus viviendas diminutas a medida según sus necesidades, pero todo espacio pequeño requiere algo de creatividad. Berry escribió que se le ha complicado cocinar.
“No instalé un horno, sólo hornallas, así que si quiero hornear algo, tengo que usar un horno de camping que se pone sobre una hornalla (...) Eso complica las cosas y es imposible preparar ciertos platos”.
Consultado por los platos que más extraña, Berry escribió que le gustaría poder hornear cosas como pan, galletas o guisados.
“Lo único que realmente me decepcionó no haber logrado meter es un horno”, contó Dan Stephens sobre su casa diminuta. “No tenemos horno, por eso cocinamos mucho a la parrilla. La Navidad pasada, quise hornear galletas de Navidad, así que fui a la casa de un amigo. No tuvieron ningún problema con eso”. Los Stephens les dejaron dos docenas de galletas a sus amigos.
2. Agua, cloacas y basura
Meg Stephens señaló que uno de los problemas más grandes es qué hacer con el agua residual, especialmente si contiene desechos humanos, porque en ese caso se convierte en un riesgo biológico.
“Nuestra agua gris va a un desagüe de piedra”, contó Dan Stephens. “Y hay un sauce muy contento que regamos todos los días con el agua que usamos para ducharnos y lavar los platos”.
En cuanto a la plomería, los Stephens optaron por un retrete que produce abono.
“Es un balde con turba muy seca”, explicó Dan Stephens. “La rotamos cada dos o tres meses”. Ante la pregunta de si dejaba olor, los dos respondieron que no.
“Les garantizo que mi retrete que genera abono huele mejor que las cajas con piedritas para gatos”, afirmó Meg Stephens.
La diminuta casa de Berry no tiene ducha debido a su peso extremadamente liviano.
“No tenía ducha”, escribió, “¡y no me di cuenta de lo lindo que es tener una!”.
Para quien desee un estilo de vida nómade como el de Berry, será necesaria cierta planificación, como le pasó a él, para encontrar dónde y cuándo ducharse.
1. ¿Comprar o construir?
Hay quienes se compran una casa diminuta. Otros, en cambio, deciden construir la suya, pero ¿cómo saber qué está bien para uno? Berry construyó la suya. Meg y Dan Stephens también decidieron construir la suya, aunque él señala rápidamente que ella hizo la mayor parte del trabajo y él ayudó.
“Es una mujer impresionante”, dijo Dan Stephens al discutir los antecedentes de su esposa en la construcción. Meg Stephens era diseñadora e instructora de talleres en Tumbleweed Tiny House Company. “Ella tiene talento para construir; yo, al contrario”.
Meg Stephens ofreció el siguiente consejo:
“Se puede hacer rápido, barato o bien, y sólo se pueden elegir dos de esos tres”, dijo. “En serio, la cosa es si se puede hacer rápido; si uno es capaz de hacerlo. Nosotros tardamos tres años y yo soy bastante buena construyendo. Sólo que no queríamos endeudarnos”.