Varios días después de que la Fiscalía de Quintana Roo diera a conocer que iniciaría un procedimiento contra el empresario saltillense Sergio Alfonso “N” por el delito de violación contra una joven en aquella entidad, la Fiscalía General de Coahuila dio a conocer que dicha autoridad todavía no ha solicitado su colaboración para el caso.

Fue a inicios de septiembre cuando una jueza de Quintana Roo liberó la orden de aprehensión contra el empresario tras una solicitud del Ministerio Público que desarrolla el caso.

De acuerdo con la información planteada por dicha autoridad, la mujer era menor de edad cuando presuntamente habrían ocurrido los hechos, presentó la denuncia recientemente.

La orden de captura fue girada por la jueza Gina Daniela Canul, en Cancún, misma que fue solicitada a partir del expediente 508/2020.

No obstante, la oficina de Comunicación de la Fiscalía dio a conocer que hasta ahora no se ha tenido la confirmación de una solicitud de intervención, ni para la aprehensión ni para realizar diligencias en esta entidad.

Aunque la Fiscalía General de Quintana Roo fue consultada, hasta estos momentos no ha respondido sobre lo procedente en el caso del empresario.

El pasado lunes, el mismo Sergio Alfonso publicó un video en sus redes sociales en donde denunció que responsabilizaba a sus hijos Alberto y Alejandro de lo que le sucediera a él, a una de sus hijas, así como su nieta y sus abogados.

“Los quiero volver, una vez más, a hacer responsables de lo que pase con mi vida, y ahora también con mi libertad. Así mismo quiero hacerlos responsables de lo que le pase a mi hija Irma, a mis nietos, a mis abogados y a los funcionarios de la empresa”, dijo Verduzco Rosán.

‘MUERTA EN VIDA’

La víctima afirma que cuando ocurrieron los hechos tenía 14 años de edad; actualmente tiene 27. Desde el ataque, dice que “está muerta en vida”.

“A los 14 años él me tocó y me amenazó de muerte”, en esa ocasión, recuerda, solo la manoseó. Luego, al paso de los días la mujer afirma que fue sometida sexualmente a punta de pistola. “Pensé que me iba a matar”, desde entonces dice temer por su vida y vive con el miedo de que el ingeniero cumpla su amenaza.