Atención, padres: cómo ayudar a un niño ansioso

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Atención, padres: cómo ayudar a un niño ansioso

Los niños pueden mostrar ansiedad de maneras que pueden confundir a sus padres, que parecen ser poco cooperativos o ansiosos, en lugar de estresados. Los padres pueden hacer mucho para ayudar a sus hijos

Las razones por las que los muchachos luchan contra la ansiedad pueden ser bastante similares a las de las niñas, pero la forma en que los niños la lidian puede ser muy diferente. En lugar de reconocer la ansiedad, los padres y los cuidadores pueden pensar que un niño es beligerante o enojadizo, o simplemente no está comprometido. Los padres pueden ayudar de varias maneras:
 

Ayúdalo a expresar emociones

Los niños necesitan un vocabulario para expresar lo que les molesta y pueden necesitar ayuda para encontrar las palabras. Cuando un niño dice que está estresado, ¿se siente abrumado, preocupado o frustrado? Nombrar emociones precisamente puede proporcionar un curso de acción. 

Los libros ilustrados sobre las emociones pueden ayudar a los padres a enseñar a los niños pequeños a hablar sobre sus emociones temprano, mientras que los gráficos de caras divertidas pueden ser útiles para los jóvenes mayores.

Escucha sin juicio

Los niños a menudo se sienten más cómodos con las conversaciones lado a lado, en lugar de conversaciones cara a cara. Los viajes en automóvil son geniales para eso. La clave es dejarlo hablar y escuchar sin distraerse. Ayúdelo a resolver las cosas, en lugar de opinar para arreglarlas.

Haz que intente lo que le molesta

Se llama "terapia de exposición" e implica que los niños hagan y sobrevivan a lo que les preocupa, en dosis manejables. Si su hijo no quiere hablar con extraños, ayúdelo a encontrar situaciones de bajo riesgo para entablar una conversación y darse cuenta de que no es tan malo, incluso si lo rechazan. Grandes victorias surgen de los pequeños pasos.

Muéstrele modelos a seguir que tuvieron problemas

Los niños ansiosos responden a los mentores que también han sentido ansiedad. Así que esté atento a los modelos que son buenos en lo que valora su hijo y que admiten sus propias luchas ansiosas. A un hijo bibliófilo puede no importarle que una famosa figura del deporte dijera que estaba ansioso, pero escuchar la ansiedad del novelista John Green podría marcar la diferencia.

No deje que sea un ermitaño

Los niños tienden a evitar situaciones que les molestan. Los padres deben saber que un niño que se esconde en su habitación para jugar videojuegos puede estar menos involucrado en los juegos que en evitar algo. Aquí es donde ayuda el tener un vocabulario para hablar sobre el tema. Hay un equilibrio delicado entre entregar e ir a la discusión. Sé amable, pero insiste.

Él necesita dormir mucho

Un adolescente necesita de 9 a 10 horas de sueño por noche, lo cual es bastante difícil de lograr con la tarea y las actividades y los horarios de inicio de la escuela. Los padres pueden ayudar manteniendo los aparatos electrónicos como la televisión, las computadoras, los videojuegos y los teléfonos inteligentes fuera del dormitorio. Inculque la idea de que las habitaciones son para dormir y lo mejor es dormir y despertarse a la misma hora todos los días.

Hablar sobre la conexión cerebro-intestino

La comida es una parte integral de cómo se siente la gente, y existe un vínculo entre la nutrición adecuada y la sensación de bienestar físico y mental. Los niños pueden ser especialmente descuidados sobre lo que comen. Tal vez podrían elegir algunas recetas y aprender a cocinar juntos.

Contacto - literalmente

El contacto físico es importante para los humanos, y los adolescentes no son una excepción, aunque es menos probable que busquen o reciban gestos físicos y afectivos. Sea cariñoso, incluso si solo es una palmadita en la espalda o un brazo sobre el hombro. Si lo ve triste, pregúntele: "¿Puedo darte un abrazo?" Si la respuesta es "no", respétala y asegúrale que todavía es amado y que siempre estarás para un abrazo cuando esté listo.

Ejercítelo

La actividad física naturalmente eleva el estado de ánimo. Aliéntelo a levantarse del sofá y participar regularmente en el ejercicio. Esto también podría ayudarlo a desarrollar o alimentar amistades.

Fomentar relaciones reales

Las redes sociales y los videojuegos hacen que sea fácil tener relaciones digitales, pero es importante hablar cara a cara con las personas. Mientras lo hace, establezca límites al uso de medios y ponga el ejemplo.

Haga que ayude a otros

Anímelo a hacer cosas por otras personas. Ayudar a un vecino anciano o unirse a un grupo para limpiar la rivera del río son excelentes maneras de involucrar y perfeccionar las habilidades de relación, y les recuerda a los adolescentes que hay un mundo más allá de sus propias luchas.
Enséñele la atención

Enséñale a respirar cuando está estresado y a practicar la atención plena. Si no está seguro de cómo empezar, hay muchas aplicaciones para enseñarle o convertirlo en un nuevo hobby familiar. Se ha demostrado que la oración, la meditación y otras prácticas conscientes reducen el estrés de los niños.