Han pasado dos años desde que doña Angélica, como todos los vecinos de la calle Óscar Flores Tapia en la colonia Periodistas la conocen, decidió por iniciativa propia y según relatan testigos, cercar sin permiso alguno una plaza pública completa, con candado en puerta, impidiendo el paso a los vecinos del sector.

Lo que hace un par de años fue un área verde con árboles y juegos, hoy luce con maleza y ramas secas, cercada y cerrada bajo candado. “Era una plaza pública, la vecina que vive justo a lado de la calle Óscar Flores Tapia la cercó hace unos dos años. Ahí incluso había una caseta de Policía y hay bancas que el Ayuntamiento acababa de instalar”, relata con indignación Alejandro Cervantes, habitante del sector ubicado al sur de la ciudad.

El denunciante afirma que doña Angélica habría mencionado a sus vecinas que decidió cerrar el lugar propiedad del Ayuntamiento, porque se llenaba de basura, y señala que tras cerrar el área dejaba abierta una puerta para que jugaran los niños de la colonia, siendo hasta las 18:00 horas cuando los colonos podían hacer uso de ella para ejercitarse o descansar, hasta que un día optó por el cierre definitivo.

Alejandro asegura que el acto de doña Angélica representa una apropiación ilegal del espacio público, razón por la que el 30 enero de este año interpuso una queja vía Twitter en la cuenta de CIC Saltillo, sin recibir respuesta alguna, por lo que ha llegado a pensar que la señalada tiene algún tipo de protección en la administración del Ayuntamiento.

“Cuando yo me enteré puse una queja vía Twitter a Desarrollo Urbano, Servicios Primarios y a un inspector del Ayuntamiento y todos me dijeron que se iba a proceder, pero hasta ahora han hecho caso omiso”, reclama, añadiendo que la señora es exlideresa, por lo que vecinos del sector tienen miedo a tratar de entablar diálogo con ella para convencerla de que reabra el área.

Entérese

El área verde se ubica en la calle Óscar Flores Tapia esquina con Guillermo Meléndez, de la colonia Periodistas.

Doña Angélica, sin previo aviso y sin permiso, colocó malla ciclónica y puerta con candado.

Abría la puerta por las mañanas y “cerraba” la plaza a las 18:00 horas.

Ya no la volvió a abrir.