Yoga para el dolor de espalda

Para tener un dolor de espalda no hace falta padecer de alguna enfermedad que lo origine, si bien es cierto que la escoliosis, hernias discales, osteoporosis y otras patologías tienen como principal síntoma el dolor de espalda; también un largo viaje en coche o en tren puede desencadenar dolor en la zona, asimismo el pasar largas jornadas trabajando sentados, dormir mal, levantar peso inadecuadamente, incluso un traumatismo producto de un accidente son factores desencadenantes de terribles dolores de espalda.

El Yoga es una de las disciplinas físicas que más beneficios ha reportado al ser humano desde el punto de vista integral, en el caso del Yoga para dolor de espalda, la fuerza es uno de los primeros beneficios que saltan a la vista gracias a que las asanas tonifican los músculos de la espalda y con la práctica, ésta se va volviendo más fuerte y menos proclive a los dolores.

La flexibilidad junto a la mejora de la postura es otro de los grandes beneficios que podemos obtener con la práctica del yoga, de igual manera, el flujo sanguíneo mejora optimizando así la irrigación  de la zona dorsal, después de muchas horas de actividad o de estar en una posición incómoda las posturas de flexión hacia atrás traerán un alivio increíble a tu espalda.

Posturas para aliviar el dolor de espalda

Dhanurasana: Los brazos pasan por detrás del cuerpo, las manos se enganchan a los tobillos y quedan como la cuerda de un arco; la columna quedará fuertemente arqueada hacia atrás y el peso del cuerpo descansa sobre el plexo solar como la base de una silla mecedora.

¿Cómo se logra esta postura? Primero deberás tumbarte boca abajo, con la frente tocando el suelo y los brazos junto tus costados; después de una inspiración flexiona las piernas hacia atrás y coge tus tobillos con firmeza, si te es difícil llegar a tus tobillos, entonces cógete de los pies; inspira nuevamente y separa la cabeza, el torso y los muslos del suelo. 

En esa postura haz cinco respiraciones o sostenla durante 20 segundos.

El pez - Matsyasana: En esta postura la columna se arquea y la cabeza se echa completamente hacia atrás, es excelente para aliviar la tensión del cuello y los hombros.

¿Cómo se logra esta postura? Comienzas por tumbarte boca arriba con la postura Savasana (o postura del cadáver) pero con los brazos junto a los costados, luego colocas las palmas de las manos hacia el suelo, estiras los pies, apóyate sobre los codos para levantar el pecho y echa la cabeza hacia atrás, arquea la columna tanto como puedas hasta que tu coronilla descansa apoyada contra el suelo. 

Respira profundamente cinco veces  y en la última espiración vuelve lentamente a la postura Savasana.

Urdhva mukha svanasana: Esta postura es excelente para ayudarte a mantenerte erguido y aliviar el dolor lumbar.

¿Cómo se logra esta postura? Debes tumbarte boca abajo con las piernas juntas y extendidas, los brazos descansan a los lados del cuerpo. 

Flexiona los codos hasta que las palmas de tus manos lleguen a la altura de la cintura. Inhala profundamente y con las manos firmemente apoyadas contra el suelo estira los brazos mientras levantas la cabeza, el torso y separa un poco los muslos del suelo. 

Arquea el tronco y echa la cabeza hacia atrás tanto como te sea posible. Mantén la postura durante cinco respiraciones y luego deshazla descendiendo lentamente.

Estiramiento hacia adelante: Este ejercicio es ideal para la espalda cansada tras estar muchas horas en la misma postura, cuando lo hagas sentirás como se relaja agradablemente tu zona lumbar.

¿Cómo se logra esta postura? Ponte de pie con los brazos a ambos lados, con una inhalación colócalos encima de tu cabeza. 

Después lentamente inclínate hacia adelante, tanto como puedas hasta agarrar tus tobillos, si no lo logras puedes cogerte a tus pantorrillas; en esta posición respira cinco veces o sostenla 30 segundos, después vuelve lentamente a tu posición inicial girando la espalda mientras exhalas.