Conforme vas llegando a una edad madura vas perdiendo habilidad en tus movimientos, ya no caminas con la misma velocidad, no subes las escaleras con la misma rapidez o no puedes levantarte de una silla con esa prontitud que acostumbrabas en tu juventud. Esto se debe a que los músculos de las piernas se empiezan a ser más pequeñas y débiles.

Estos nervios que controlan las piernas disminuyen un 30% los 75 años, sin embargo no ocurre lo mismo en las personas que han hecho ejercicio una buena parte de su vida, ya que ellos tienen más posibilidades de ´rescatarlos´ debido a la conexión de los nervios.

De 60.000 y 70.000 nervios que controla el movimiento en las piernas a partir de la columna lumbar a una edad de joven adulto, en la vejez “hay una dramática pérdida de nervios que controlan los músculos, una pérdida de entre 30% y 60%, lo que significa que se consumen” señala Jamie McPhee, de la Universidad Metropolitana de Manchester, en Reino Unido.

Gracias a una investigación realizada por la Universidad Metropolitana de Manchester en conjunto con la Universidad de Waterloo, en Canadá pudieron observar que las personas que tienen músculos grandes y sanos de acuerdo a McPheeL tienen una forma de auto protegerse ya que tienden a que sus nervios envíen nuevas conexiones para rescatar los músculos y evitar que se agoten. Los cambios musculares van apareciendo en las mujeres después de los 40 años y en los hombres en los 20.

Columna apretada

El envejecimiento provoca que la columna vertebral se vuelva más curva y comprimida, además conforme pasan los años, los discos de la columna se vuelven más cortos a medida que los discos pierden su líquido de manera gradual, van friccionándose, desgastando y haciéndose cada vez más delgados. Las vértebras por su parte, pierde minerales lo que provoca que cada hueso sea más delgado.

El uso general de la columna vertebral puede llevar a que las estructuras se vuelvan lisas en un determinado periodo de tiempo, pudiendo provocar falta de movimiento (espolones óseos en las vértebras) o una ruptura del cartílago en tus articulaciones.

Aunque los brazos y las piernas se vuelven más frágiles por la pérdida de minerales, no cambian de longitud por lo que los brazos y las piernas suelen verse más largos comparados al tronco acortado.

Acciones preventivas

No obstante que es imposible evitar de manera total cambios en la vejez, sí se pueden tomar medidas para retrasarlos o reducirlos, los más efectivos son:

1. Ejercicio

Un programa de ejercicio moderado (de preferencia supervisado por un experto) puede ayudar a prevenir problemas con los músculos y huesos, para así mantener la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio.

2. Alimentación

El complemento perfecto para este propósito es sin duda una dieta equilibrada. En el caso de las mujeres es fundamental consumir suficiente calcio y vitamina D y si se puede desde antes mucho mejor. En el caso de los hombres de más de 70 años es recomendable tomar 1,200 mg de calcio y 800 unidades internacionales (IU, por sus siglas en inglés) de vitamina D al día.

La fuerza muscular llega a su grado máximo en la etapa de adulto joven, esto es entre los 20 y 30 años, para después disminuirlo gradualmente con la edad.

El aumentar la ingesta moderada de agua diaria y el ajustar la dosis de medicamentos también deben ser considerados para tener una vejez más saludable. La salud puede darte una mejor calidad de vida ¡No lo olvides y comparte!