El asunto delicado de la anticoncepción es un tema que ha dado mucho de que hablar, y la historia nos dice cómo el hombre y la ciencia han investigado al respecto durante muchos años.

La gran revolución sexual de los años 60, la liberación femenina y una escalada de cambios de pensamiento en la sociedad surgieron a partir de la creación y comercialización de la píldora anticonceptiva para mujeres. Este descubrimiento médico fue el resultado de años de trabajo e investigación y luego del esfuerzo de muchos gobiernos, empresas farmacéuticas e instituciones públicas, para que llegara a todas las mujeres a precios accesibles y, muchas veces, hasta de manera gratuita.

Pero hasta ahí llegó todo y en los últimos 50 años nada nuevo en anticonceptivos ha ocurrido, hasta el día de hoy en que finalmente aparece un anticonceptivo para hombres.

¿Es una pastilla anticonceptiva?
No. La fundación norteamericana Parsemus, dedicada a la investigación médica sin fines de lucro, creó el Vasagel, un hidrogel sintético inyectable.

El diario argentino La Nación publicó muchos detalles sobre este producto y sus aparentes bondades, como por ejemplo estos cinco:
1. 99.9 % efectivo como una vasectomía
2. No afecta el peso ni el estado de ánimo
3. No altera las hormonas, no se cae el cabello ni mancha la piel
4. No hay efectos secundarios
5. Es reversible

La revista British medical journal y la Fundación Española del Corazón han confirmado que las mujeres, al usar anticonceptivos, tienen un riesgo mucho mayor de sufrir una trombosis, mientras que los hombres de usar el Vasagel, no tendrían riesgo alguno.

Si es tan maravilloso, ¿por qué no está ya en el mercado? 
Aún faltan ensayos y pruebas del producto y ser aprobado por la Agencia Federal de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, y todo esto implica grandes inversiones y no hay farmacéutica que se anime a patentar y lanzar el producto al mercado. ¿Por qué?

Primero: los anticonceptivos de mujer dominan el mercado y básicamente, uno para hombre no suena muy atractivo al mercado.
Segundo: los hombre no lo quieren, no les interesa.

Y ¿por qué los hombres no lo quieren?
Dicho medicamento se debe inyectar en el conducto seminal justo en el extremo donde se une al escroto. Al saber esto, la mayoría de los hombres ya ha desaparecido, se han esfumado.

Aparte, este gel no previene enfermedades de transmisión sexual. Por lo tanto, si una pareja está interesada en organizar la llegada de los bebés, lo más probable es que deba conocer estas tres opciones:

1. Visitar al médico
Y conocer todas las opciones que la pareja puede tener de acuerdo con su salud, edad y situación personal y particular. El médico u otros especialistas son la mejor fuente de consulta.

2. Informarse sobre el método de ovulación o ritmo
No te rías, pero cada vez son más las parejas que están volviendo a los métodos naturales, en los que el conocimiento del cuerpo y la constancia son fundamentales. No los descartes sólo porque suenen arcaicos, analízalos, pueden ser una buena opción.

3. Comunicarse con mucha honestidad
Estos temas de relaciones íntimas y procreación son vitales para las buenas relaciones de pareja y familiares, pues de ellas se derivan muchas cosas buenas que nos llenan de gozo y alegría familiar. Hablarlas con claridad, honestidad y seriedad es básico, y no se deben dejar a la ligera o en manos de uno solo de los cónyuges.

Acércate a tu pareja y hablen de sus metas, sus sueños y luego busquen la mejor opción, en la que ambos se sientan cómodos, libres de presiones u obligaciones. La responsabilidad no es sólo de la mujer, es una cuestión de dos.