Música, recuerdos y alguna lágrima entre las lápidas

Usted está aquí

Música, recuerdos y alguna lágrima entre las lápidas

Recuerdos. El panteón parecía un día de campo. Familias enteras llegaron con sombrillas, sillas y alimento y se colocaron alrededor de la tumba de su ser querido. / FRANCISCO RODRÍGUEZ
La gente entraba al panteón con el ánimo en el andar, como quien va apresurado a un festejo.

Miles de torreonenses se volcaron al panteón Jardines del Tiempo, donde en medio de melancolía, fiesta, música y color, recordaron a sus muertos.

Para llegar al panteón fue necesario cruzar las decenas de puestos donde vendían cempasúchil, caña, arreglos florales y comida en general. Por el trayecto caminaban chicos y grandes; con sombrillas o sillas desplegables.

La gente entraba al panteón con el ánimo en el andar, como quien va apresurado a un festejo. Dentro, el panteón era un mosaico de colores, inundados principalmente del naranja del cempasúchil alrededor de las lápidas. Otros formaban con las flores alguna cruz o simplemente una alfombra para adornar la tumba.

Convivencia. Algunos se recostaban en el pasto. Otros limpiaban tumbas, tallaban frases en las lápidas, amarraban globos o rezaban. / FRANCISCO RODRÍGUEZ

Ramiro Peña acudió con sus hijos a visitar la tumba de su madre, abuela de los niños, quien murió hace cuatro años. “Es bonito traer a los niños y que sigan estas tradiciones. Para nosotros más que un día triste es un día de alegría, porque recordamos los buenos momentos”, platicó Ramiro.

Mariachis y tamborazos sonaban a lo largo del cementerio. Música diversa inundaba el alma de las familias que recordaban a sus difuntos.