Como mucha gente, Carlos “Coco” Nogales, el surfista de ola grande más reconocido en México, no ha tenido una vida fácil. De hecho, muchas de las cosas por las que ha pasado, han hecho que las grandes olas a las que se ha enfrentado parezcan minúsculas, casi triviales. 

Un niño que tuvo que aprender a vivir en la calle y valerse por si mismo al dejar su casa y salir rumbo a la Ciudad de México y llegar hasta Puerto Escondido, Oaxaca, por azares del destino. Nunca imaginó que una tabla de surf le daría sentido a su vida.

“Nada es imposible, todo es posible. Desde muy niño viví en la calle, aprendí a sobrevivir y ganarme la vida, así como luchar por mis sueños”, dijo en entrevista.

Temeroso al agua, aprendió la disciplina en una de las mejores playas en el mundo con condiciones para el surf, Zicatela, gracias a los surfistas y locatarios que le regalaban tablas rotas o viejas. 

“Yo acompañaba a varios amigos a la playa a surfear en Acapulco, pero yo no me metía, solo nadaba. Da la casualidad que me voy a Puerto Escondido, ahí conocí a varias personas y me fuí enseñando a surfear gracias a ellos”, señaló.

Con el paso de los años se convirtió en un surfista de ola grande, un cazador, una modalidad en el que el miedo y el riesgo van de la mano, pero “Coco” se fue ganando el respeto de la comunidad y ahora, busca el “swell” de las olas en los lugares más icónicos del surf, como el santuario de Teahupo’o, Haití, donde en 2015 dejó asombrado al mundo al montar una ola gigante de aproximadamente 15 metros, la cual pudo costarle la vida. 

“Esa ola me marcó. Yo ni lo quería hacer, porque las condiciones no eran las favorables. Un amigo que estaba en la moto me decía ‘si sigues aquí viendo no lo vas a hacer, vamos’, ni siquiera me dio la opción de retirarme y empezó a arrancar. 

Yo estaba temblando de miedo y de repente, cuando me vi con miedo, le dije que no me bajara, que me buscara una ola mediana y es cuando me dice ‘a esto viniste, solo hazlo’”.

Y fue así como Carlos Nogales venció el miedo y montó una de las olas más hermosas y espectaculares de su carrera y de las más altas de la región.

“Siempre tengo miedo, pero cuando estás en la ola eres tú, en el momento presente, ya no tienes miedo, estás concentrado en sacar la ola”.

Tiene esperanza

El proyecto no interrumpe su carrera y mantiene sus constantes viajes a diferentes costas en busca de las mejores olas, en donde busca siempre ser un ejemplo para las nuevas generaciones, porque cree que México tiene mucho potencial para seguir creciendo y explotar el auge del surf con la inclusión de la disciplina en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020.

“Es algo muy positivo que el surf incursione en las Olimpiadas, porque para todos los surfistas mexicanos es un gran logro y una buena noticia. Pero estoy triste porque en México no conocen del surf. Es una lástima, porque en el país tenemos una de las mejores playas para practicarlo, vienen los mejores del mundo, tenemos buenos surfistas. Todo esto va ayudar para que sea reconocido”, sentenció.

> Fecha de Nacimiento: 
25 de abril de 1976
> Lugar de  Nacimiento: Aguascalientes, México
> Disciplina: Surf de ola grande
> Talento Especial: Tubos y olas grandes
> Especialidad: Tow in
> Comida favorita: frutas y pescado
> Filosofía: “Haz lo que más te guste. Que siempre te guste lo que haces”
> Música: Hip hop, salsa, reggae

EL SURF CAMBIA VIDAS

Siempre tengo miedo, pero cuando estás en la ola eres tú, en el momento presente, ya no tienes miedo, estás concentrado en sacar la ola”.

l Se  escapó de casa siendo un niño y con ocho  años se convirtió en uno de los niños de la calle que pueblan las calles de México. 

l Sobrevivía vendiendo chicles y mendigando, dormí en paradas del bus, debajo de coches o entre los arbustos de los parques. 

l  A los 11 años llegó a Puerto Escondido, y es donde conoce a varios amigos, entre ellos a los hermanos Juan y Miguel, quienes lo introdujeron al mundo del surf. 

l A los 14 años empezó a ganarse la vida ayudando a Miguel a reparar tablas y a la vez comenzó a surfear. 

l Conoció a Rick Massie y Chris García, dos surfistas californianos que lo invitan a Venice Beach, Estados Unidos y lo inscriben al colegio, pero duro solamente dos años y no logró terminar de estudiar. 

Las lecciones que ha aprendido y la experiencia que ha ganado, están ayudando a muchos niños mexicanos a encontrar dirección en un mundo confuso y una vía para disfrutar de la vida y sonreir ante las complicaciones,

Ahava Surf Project está enfocado en ayudar a niños de bajos recursos que disfrutan del surf, con clínicas que les permitan mejorar sus técnicas y habilidades, además donan tablas y accesorios a cada uno de ellos para que continúen practicando su pasión.

Luego de cuatro ediciones, ha podido ayudar a cientos de niños de Chacahua, Puerto Escondido, San Agustín, Salina Cruz y recientemente Tijuana, donde ha experimentado una de las mejores cosas que existen, el ver la sonrisa de un niño diciéndole “gracias por compartir tu tiempo conmigo”.

En Ahava, el surfista mexicano les da pláticas sobre seguir sus sueños, el respeto al medio ambiente, hace limpiezas en la playa y los pueblos. les enseña trucos, como acondicionen su cuerpo y como surfear.

“Empecé a trabajar con 10 niños en el primer proyecto y en este último tuve a 45 niños, el cual fue en una casa hogar en Tijuana. Hay muchas historias, unas muy fuertes, pero al final los niños quedan muy agradecidos. Les digo que todo es posible, que persigan sus sueños, que trabajen, que crean en sí mismos”.

Aunque reconoce que solo es un granito de arena, espera que sea el comienzo de algo grande para ellos, porque a él, ese esfuerzo que realizaron unos pocos. le sirvió para alcanzar la plenitud. 

“Al final, yo sé que a uno o dos le vas a marcar la vida”, dijo. 
Lo más importante es levantarse, seguir viviendo la vida al máximo.”

DATOS

11 años tenía cuando llegó a Puerto Escondido solo.

4 ediciones del  proyecto Ahava ha realizado hasta el momento. 

17 años tenía cuando Surfer Magazine lo puso en la portada por primera vez.

4 agosto realizará el proyecto Ahava en Oaxaca.