La Benemérita Escuela Normal de Coahuila está cumpliendo 123 años de forjar a quienes son conducto de enseñanza y han formado hombres y mujeres de bien.

Desde el día miércoles está de fiesta, para conmemorar a esta emblemática institución que da como fruto a maestros que comparten su conocimiento con sus alumnos.

Aunque ya han transcurrido décadas, la Benemérita Escuela Normal de Coahuila BENC no ha dejado de ser un icono educativo, desde sus inicios hasta la fecha es ejemplo de disciplina y dedicación de sus docentes.  

En el año de 1894, siendo gobernador del Estado, Francisco Arizpe y Ramos y como secretario de Gobierno, Miguel Cárdenas, se fundó la Escuela Normal de Coahuila. El primer director fue Luís A. Beauregard, maestro egresado de la Escuela Normal de Veracruz.

La primera ubicación de la hoy centenaria institución era una antigua casa-habitación en la calle Hidalgo, una cuadra y media al sur de la Plaza de Armas, sobre la acera oriente, exactamente en los terrenos donde hoy se localiza el Museo de La Angostura. Siendo gobernador interino Miguel Cárdenas y considerando como prioritaria la instrucción pública y las buenas relaciones y propósitos de la nueva administración con la escuela, alentaron a la dirección de tomar la iniciativa de levantar el edificio que actualmente ocupa.

LA CONSTRUCCIÓN
A mediados del año de 1906 se dio inicio a la construcción del actual edificio de acuerdo con el contrato, planos y especificaciones correspondientes que facilitó el director de la institución, Andrés Osuna Hinojosa.

Este es el primer edificio del siglo 20 creado para la actividad educativa de la ciudad; su construcción inicia el 21 de marzo de 1906 y se concluye 3 años después, inaugurándose de manera oficial el día 5 de febrero del año 1909.

El edificio de la BENC se compone de acero, cantera, madera y ladrillo y coincide con el periodo del Porfiriato, una época en la que se construyen por decreto presidencial numerosos edificios importantes como los mercados.

La creación de la BENC coincide con esta época a finales del siglo 19. El sistema constructivo de la cúpula es de madera, que es único en el País; no se ha encontrado otro parecido con ese sistema de vigas de carga tipo puente de ferrocarril.

La BENC tuvo una primera generación, integrada por Apolonio M. Avilés, Anastasio Gaona Durán, Gabriel Calzada, Leopoldo Villarreal Cárdenas y Rubén Moreira Cobos, coordinados por Andrés Osuna.

 Con el tiempo el ingresar a la BENC no resultó fácil, la demanda crecía y crecía, el gusto por la educación al parecer vive en los corazones de los jóvenes coahuilenses y no sólo en ellos; pues personas que ya han cursado otras carreras también se inclinan por la noble labor de enseñar.

En estos 123 años grandes figuras de la educación se han formado en las aulas de la inmortal Benemérita Escuela Normal de Coahuila, cada uno de sus directores demostró estar comprometido con la enseñanza por lo que inculcaron en los alumnos el amor por la docencia y valores únicos.

SIEMPRE EN BUSCA DE SER LOS MEJORES
Dentro de los objetivos de la BENC, están la calidad en la formación inicial de licenciados en Educación Primaria a nivel estatal y nacional, fundamentada en una práctica docente emprendedora, creativa e innovadora de alta capacidad, competitividad y gestión académica, que se distinga por el liderazgo académico y ético de los docentes, alumnos en formación y de sus egresados, lo que permitirá consolidar la vinculación interinstitucional en el marco de una interculturalidad que impacte positivamente en el uso de la tecnología y el desarrollo sustentable de la sociedad con el ejercicio de los valores universales.

En cuanto a la misión de la Normal, es formar Licenciados en Educación Primaria, con un enfoque pedagógico, humanista y ético, que les permita instrumentar una práctica docente innovadora, transformadora y de calidad que dé respuesta al desarrollo social, cultural y económico actual.