“Hola, andaba por la ciudad y me dijeron que aquí podía recoger mi Nobel”. Así imaginamos a Bob Dylan ahora que ya se sabe que sí va a recoger el premio que recibió porque los jueces consideraron a sus canciones verdaderas piezas literarias. 

Robert Allen Zimmerman, como se llama Dylan realmente, ha sido reconocido por su sobresaliente capacidad compositiva, su particular estilo interpretativo y por tener ese algo que nos llega al alma (sólo hay que ver lo que sucede en un bar cuando Knocking on Heavens Door). 
Pero cuando en octubre de 2016 se anunció que sería reconocido con el premio Nobel de Literatura, las reacciones no se hicieron esperar: había quienes estaban contentos, quienes no comprendían la decisión y quienes estuvieron contentos por la apertura de la Academia a la composición de letras musicales en esta importante rama. 

La reacción de Dylan no fue menos sorpresiva y estos son algunos puntos que elegimos para recordar la cardiaca relación 
Bob-Nobel.

No tan rápido, Zimmerman

> El único requisito de la Fundación Nobel para que un ganador reciba su premio, es hacer al menos una conferencia donde y cuando ellos elijan. A sabiendas de que Bob Dylan (nacido como Robert Allen Zimmerman) se presentaría en Estocolmo en la primavera de 2017, confiaron que entonces sí haría el acto público protocolario, como pasando por la ciudad y de paso cobrando el millón de euros de su Premio Nobel de Literatura.

Otra vez Murakami no

> En octubre del año pasado algo sucedía con el anuncio del Premio Nobel de Literatura, pues luego de que siempre se aunciara el primer jueves de la “Semana Nobel” se había retrasado ya varios días. Las casas de apuestas lo daban todo por el keniano Ngugi Wa Thiong’o, el japonés Murakami y el poeta Sirio Adonis. Ilusos. 

Pero, ¿Dylan qué?

> Mientras el cantautor no decía ni una sola palabra, el mundo se volvió loco debatiendo sobre esta decisión. El peruano Mario Vargas Llosa se preguntó si “¿el próximo año se lo van a dar a un futbolista? Creo que es una equivocación”. Otros decían que su talento llenó de poesía el folk, lo impregnó de psicodelia y lo consideraron la mezcla perfecta entre la tradición americana y la poesía simbolista. Dylan seguía callado.

Pues como quieras Bob

> Pasaron los días y el ganador no decía nada públicamente ni respondía a los intentos de la Academia por anunciarle personalmente que se había ganado el premio Nobel de Literatura (ósea) 2016. Para el 20 de octubre, la Academia Sueca decidió dejar de intentarlo y no podían decir si iba a aceptar o no el premio, pues en esta categoría sí ha sido rechazado antes por Boris Pasternak en 1958 y por Jean Paul Sartre en 1964.

Ándale pues, dénmelo

> Finalmente Dylan anunció el 16 de noviembre (un mes después) que sí iba a aceptar el premio pero que, por “compromisos preexistentes” no asistiría a la ceremonia de premiación, hecha el 10 de diciembre pasado y en la que envió un discurso escrito y la cantante Patti Smith interpretó A Hard Rain’s A- Gonna Fall, del autor, por supuesto. 

A Dylan lo que quiera

> Y pues sí, el cantautor estadounidense si aprovechará su visita para recoger el premio, pero bajo sus condiciones. La fiesta debe ser privada, sin medios de comunicación, en un escenario íntimo y un evento de poca duración, aunque la fecha aún no está definida.