La compañía aérea American Airlines inauguró hoy su primera oficina comercial en Cuba y aseguró que espera poder seguir operando en la isla durante el mandato del nuevo presidente estadounidense Donald Trump.

"Es una oportunidad increíble poder estar en Cuba y nos gustaría poder seguir estando aquí", aseguró a dpa Galo Beltrán, gerente para Cuba de American Airlines.

Trump amenazó durante la campaña electoral con revertir los avances alcanzados por el "deshielo" impulsado por su antecesor Barack Obama en su relación con La Habana.

Obama autorizó los vuelos directos a la isla, que hasta ese momento eran de tipo charter, pero ahora el nuevo presidente podría derogar esos permisos y acuerdos porque es una potestad del poder ejecutivo.

Gracias a las autorizaciones de Obama, la compañía estadounidense realizó en septiembre sus primeros vuelos desde Miami a la isla, uno a Cienfuegos y otro a Holguín, dos ciudades situadas al este de Cuba.

American Airlines inauguró su ruta a La Habana el 28 de noviembre, convirtiéndose en el primer vuelo regular después de 55 años entre Estados Unidos y la capital cubana.

Actualmente la compañía opera 13 vuelos diarios a la isla procedentes de los aeropuertos estadounidenses de Miami y Charlotte, y con destino a las ciudades cubanas de La Habana, Camagüey, Cienfuegos, Holguín, Santa Clara y Varadero.

La empresa estadounidense contará a partir de ahora con una oficina de reserva y venta de billetes en La Habana y también con un centro de formación para el personal cubano de la empresa.

"En el pasado siempre estaba el cubanoamericano que tenía interés por visitar su patria, pero ahora se ha generado un interés global por visitar Cuba", señaló a dpa Beltrán, que auguró buenas expectativas de negocio para American Airlines en la isla.

Para poder visitar la isla, los ciudadanos de Estados Unidos deben cumplir con alguna de las 12 categorías aceptadas, como son los viajes por motivo religiosos deportivo o cultural, entre otros.

La política de deshielo de Obama permitió que se flexibilizaran los requerimientos para clasificar en los viajes autorizados, lo que significó un aumento de los visitantes estadounidenses.

En 2016 unos 284,937 estadounidenses visitaron Cuba, que representó un aumento del 74 por ciento con respecto al año anterior, según datos del Gobierno cubano.