Deja tu huella

El proceso de configuración de una marca no consiste en idear un logotipo y ponerlo en el escaparate, es algo más complejo, requiere de un enfoque más serio y profesional

Lo peor que puede ocurrir con una marca es que no deje huella. Se suelen dar más a menudo de lo que deberían aquellos casos en los que el empresario o responsable de una empresa se arroja a la piscina vacía de poner nombre a su marca, servicio o producto, diseñando incluso el grafismo identificativo y hasta marcando las directrices del posicionamiento para su compañía en el mercado, él solo, a pecho descubierto, todo lo más puede que le eche una mano algún sobrino que sabe de ordenadores, pero al final se las apaña, al menos eso cree. Pone toda la carne en el asador pero se le acaba quemando la barbacoa porque, aunque todos sabemos mucho de branding y de diseño, en el mundo de los negocios los planes no siempre salen como se piensan en un principio.

El proceso de configuración de una marca no consiste en idear un logotipo y ponerlo en el escaparate, es algo más complejo, requiere de un enfoque más serio y profesional. Comprende muchas más variables, y todas ellas son importantes si queremos alcanzar las mayores cotas de éxito en el empeño empresarial. En primer lugar el empresario ha de conocerse a sí mismo, su proyecto, cuál es su misión y visión empresarial, qué quiere ser de mayor, hacia dónde va. En tal sentido, debe desarrollar su plan estratégico de gestión con el que definirá los objetivos para los próximos años, objetivos que servirán para marcar a su vez los objetivos para los diferentes planes de financiación, producción, recursos humanos y branding.

A la hora de crear una marca, el promotor debe resolver una serie de cuestiones clave que van a marcar la imagen de la empresa y del proyecto como quién es y cuál es su labor en el mercado; por qué hace lo que hace, es decir, una razón poderosa para llevar a cabo ese producto o servicio con el que va a cambiar el mundo; y dónde quiere llegar. Con todos estos elementos, imprescindibles, toca llamar a la puerta de un consultor experto. Entonces dicho experto comienza un proceso de análisis de las diferentes variables que afectan al proceso de creación de la marca. A saber, un análisis interno válido para determinar la imagen que tienen los empleados, directivos, proveedores, medios de comunicación y prescriptores de la marca. Un análisis de la competencia en el que resulta muy interesante la opinión de los empleados de las otras marcas. Y otro estudio del sector para determinar en qué escenario estratégico nos movemos, en qué coyuntura nos vamos a desenvolver desde el punto de vista de la imagen y la capacidad de influencia en el mercado. Completado todo ello, por fin, deberá acometer el análisis DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades) que hay en el sector. Esta matriz le dará una visión real para afrontar estrategias ofensivas que servirán más tarde para elaborar el plan de lanzamiento de la marca.

El experto rematará todo el diagnóstico anterior con un perfil de la identidad corporativa con el que se definirán los atributos de imagen que proyectará la marca, desde lo más íntimo a lo más comercial. Este perfil define quiénes somos, qué nos motiva a hacer lo que hacemos, por qué y cómo lo hacemos. Todo este trabajo se recoge en el posicionamiento de la marca, ayudando de forma decisiva a definir el lugar, el concepto con el que llegar al cliente potencial, para asentarse en su imaginario y proyectar una imagen sobre los productos y servicios que conecte emocionalmente con el cliente. Eso es la marca.

Todo esto podrá ser percibido por el cliente cuando se traslade al diseño. En la cabeza y habilidad del diseñador está trasladar conceptos a imágenes, eslóganes a colores, ideas a formas hasta componer el logo. Además, tendrá que componer elementos relacionados con el packaging, papelería, publicidad y campañas de marketing, cada acción de la empresa y cada acto de promoción. En sus manos se deposita la creación de la mejor marca visual posible, aquella que es capaz de transmitir realmente, de forma efectiva, la emoción del consumo del producto, la razón por la que se compra esto y no lo otro, capaz de emocionar a cada cliente porque la marca se ha convertido en parte de su propia existencia.

El empresario de hoy tiene un sitio donde se pueden crear logos gratis, un espacio donde dispone de cientos de diseños de logos a elegir, logos fáciles de modificar y que pueden ajustarse al espíritu de su marca. Los logos gratis no crecen en los árboles, nadie ha dicho que hiciese falta trepar a alguno. Basta con hacer clik en el lugar digital apropiado para crear logotipo online o logotipos personalizados gratis con los que poner cara a un servicio o producto único. Se llama Logosea.Dispone de un diseñador de logotipos online 100% gratuito que permite crear el logo para cualquier empresa o marca. La aplicación online permite diseñar un logo de forma fácil y profesional. Una marca, tu marca, no puede pasar desapercibida. Si no deja huella no hay negocio.